La pregunta clave que cambiará toda tu búsqueda
Estas últimas semanas han ocurrido dos cosas que me han hecho pensar… y tomar decisiones. El post me ha salido un poco largo… pero te recomiendo que leas hasta el final, no te vas a arrepentir.
Primero: hace unos días impartí una conferencia/taller de la que salí entusiasmada (gracias, ISAE!). El buen rollo que se consiguió en la sala, las aportaciones…y encima me fui con la sensación de que realmente aporté! Adrenalina a tope, las pilas cargadas. Desde aquí aprovecho de nuevo para dar las gracias a todos por todo lo que me aportasteis.
Y eso que reconozco que no me pongo las cosas fáciles: sería sencillo ir a hablar de cómo hacer un CV de impacto, o cómo sacar partido a tu perfil en Linkedin… pero no: yo voy y pretendo cambiar paradigmas. Ahíesná.
FFWD–> La moraleja de mi charla era que la mayor dificultad, el mayor reto del mercado laboral hoy en día… somos nosotros mismos. Es nuestra resistencia al cambio, es lo poco que nos conocemos, lo poco que nos cuestionamos lo que sabemos, la falta de sentido común a menudo… y la carencia de “echadopalantismo” (que no es lo mismo que picaresca, eh? Que de esa hemos demostrado que tenemos páexportar).
No digo que seamos todos huevones (noooooo), es que somos un poco la generación de los niños mimados, tenemos demasiada vergüenza, nos falta espíritu de aventurarnos, lanzarnos, sacrificarnos, arriesgarnos, ilusionarnos… de importarnos un pimiento lo que digan los demás.
[Disclaimer “porsiaca”: hay mucha gente buscándose la vida como campeones, que yo lo sé. Esto va *por los demás*].
El caso: al terminar la conferencia abrí una ronda de preguntas. Creo que es donde se le toma el pulso a una charla, y la verdad: fue chulísima. La gente aportaba, se contestaban las preguntas unos a otros, hablaban de su propia experiencia, recomendaban. Alucinante.
Y en un momento dado, una de las participantes (gracias!) dijo –no es literal-:
“Pero esto que cuentas es radicalmente distinto a como siempre se han hecho las cosas. Tiene todo el sentido, pero lo estamos aprendiendo ahora porque nos lo estás contando tú, antes no lo sabíamos y ¿por qué nadie más lo cuenta así?”.
Hasta aquí lo primero que me hizo pensar.
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Lo segundo fue un correo que recibí hace un par de días.
En mi página (en la anterior, en esta ya no aparece) hay un apartado de “¿Quieres trabajar conmigo?” donde doy la opción de enviarme candidaturas. Especifico algo así como “si eres una persona comunicadora, empática y tienes ese algo especial de saber motivar a la gente, saber moverles a la acción… escríbeme y cuéntame todo lo que pienses que me interesa saber de ti”. Y además lo pongo fácil: no hay más que leer un poco mi blog para conocerme. Te haces una idea rápida de cómo pienso, lo que es importante para mí, cómo soy y mi filosofía. Creo.
Pues retomo: hace un par de días me envió su candidatura una orientadora laboral. Alguien que en teoría se dedica a lo mismito que yo (aprox). No transcribo literalmente su correo, pero decía (en casi el mismo número de palabras):
«Soy orientadora laboral, vivo en Barcelona, puedo aportar mi propia experiencia personal sobre lo que supone estar parado y quiero aportar mi granito de arena. Estoy en Linkedin (aunque no manda el link). No te mando mi CV porque está en catalán. Saludos.«
Y aquí se me iluminó el bombillo. Si alguien que se dedica a enseñar a otros a lograr oportunidades profesionales es así como se presenta a sí mismo para conseguir SU oportunidad profesional… ya lo entiendo todo [como anécdota: busqué su perfil en Linkedin y la foto que tiene está hecha en un cuarto de baño, se ven los latiguillos del retrete. Recomendaría encarecidamente cambiarlo].
No es un caso aislado y mi intención no es, en absoluto, juzgar. Es analizar cómo presenta la gente sus candidaturas.
Mi conclusión? Un porcentaje elevadísimo de gente que dice «en España no hay trabajo» es, simplemente, porque es así como lo está buscando. Sin pensar. Sin cuidado. Sin esmero.
Sin pensar por un momento en qué quiere y cómo llamar la atención de la persona que recibe la candidatura.
Veréis: por mucho que la tele lo diga, los periódicos lo digan y todo el mundo nos bombardee con ello, parece que no terminamos de entender lo que supone que somos demasiados buscando lo mismo –de lo que cada vez hay menos-. No acabamos de bajarlo a la realidad.
O nos esforzamos, empezamos a entender qué es lo que busca el mercado y nos damos cuenta del rol que jugamos nosotros en el mercado de oferta y demanda de servicios profesionales, o estamos muertos.
Por que, ¿sabéis qué? Lo de “mercado laboral” se acabó. El mercado laboral en realidad no existe, el mercado laboral es el Matrix, una realidad paralela, una fantasía que ya no vale y no funciona.
Lo que hay son personas, entidades, empresas que tienen un problema y necesitan que alguien se lo solucione, o una necesidad que necesitan que alguien les satisfaga. Punto.
Y como digo siempre: no me refiero a que nos tengamos que hacer todos autónomos. Nada más lejos. Pero sí debemos entender que aunque busquemos trabajo por cuenta ajena, nuestra manera de presentar nuestra candidatura es la MISMA que utiliza un autónomo para buscar un cliente. Igualito.
O empezamos DE VERDAD a tratar de entender cómo han cambiado las cosas y cómo nos afecta eso como profesionales y candidatos, o realmente la única opción es irnos de España.
Pero no porque aquí no haya trabajo, que LO HAY, sino porque preferimos irnos a otro sitio donde sea más fácil. Porque si no, no lo entiendo.
El que quiera seguir viviendo en el Matrix, dejando en manos de Elinfoyós la solución cuasi-mágica a su necesidad, y que el máximo esfuerzo que esté dispuesto a hacer es imprimir el CV y dárselo a sus familiares y sus colegas “para que lo muevan”, está en todo su derecho y le deseo lo mejor. Y probablemente nada de lo que yo le cuente le va a servir de nada.
Pero si piensas que hay algo más, si te das cuenta que lo que haces no funciona y quieres que te diga exactamente cómo lo tienes que hacer, déjame que aproveche para contarte que estoy trabajando para ti. No sólo porque te lo cuento cada semana aquí en el blog y voy a seguir dándole al martillo hasta que te quede bien clarito, sino porque estoy preparando el siguiente paso de mi empresa para ayudarte a otro nivel. Ya te contaré más adelante.
[N.del A.: Si quieres estar informado, te recomiendo que te suscribas a recibir los siguientes posts por email, porque en cuanto esté listo, te contaré lo que tengo para ti. Y va a ser BUENO.].
Mientras tanto, aquí va una de las claves que más pueden cambiar tu manera de hacer las cosas. Toma buena nota:
Veréis: cada uno tiene un talento único. Cada uno sabe hacer *algo* mejor o diferente que los demás.
Olvídate de lo que “piden” las empresas: lo que pidan hoy, mañana lo dejarán de pedir. Cambiarán sus estrategias, cambiarán sus productos, cambiarán la manera de comunicarse con sus clientes. ¡¡Olvídate de “qué” le interesa a una empresa de ti!! ¿Le interesa tu carrera? No ¿le interesa tu máster? No ¿le interesa tu curso de SAP? No. No, no, no!!!! Porque eso lo tienes tú… y miles y miles más!!!
Debes tenerlo, por supuesto, porque eso te da conocimientos, seguridad y una base para desarrollar, pero:
Lo importante no es QUÉ le interesa a una empresa de ti, lo importante es… POR QUÉ le interesas tú a una empresa o a un cliente.
¿POR QUÉ le interesa contratarme a mí?
Es la pregunta clave, es la pregunta poderosa que tienes que hacerte: esa respuesta es la que debes tener más clara que el padrenuestro. Por qué.
Ese tiene que ser el inicio y el centro de tu estrategia de búsqueda.
-Trabajo bien -También mi lavadora. Y no por eso la voy a contratar.
Y la respuesta debe ser “Porque mejoro/aumento/creo/disminuyo (…)”
siendo (…) exactamente lo que la empresa necesita -el problema que debe resolver o la necesidad que debe satisfacer-.
“Porque voy a aumentar tus ventas. Porque soy muy bueno sintonizando con el cliente, capto muy bien las necesidades y además soy súper perseverante. Y así vendo más que nadie”. Por ejemplo.
Eso sí.
Porque tengo claro qué sé hacer mejor o distinto de los demás, sé que ese es mi valor añadido –no mi carrera, mi máster o mi curso de SAP- y eso es lo que voy a trabajar a muerte para diferenciarme y no ser uno más que trata de conseguir lo mismo que los demás y de la misma manera que los demás.
Cambia eso. Cámbialo ya. Piénsalo – piensa en ti en estos términos: ¿por qué te va a contratar alguien? ¿Qué haces tú mejor o diferente de los demás?
Y cambiarán MUCHAS cosas.
Fantástico post, eso es vision…y sobre todo: que buena energia!!!!! Gracias!!!!
Revelador, necesario, esencial para entender la actual «búsqueda *activa* de empleo»…
Cambiemos primero nuestra forma de pensar, y adaptémonos a la realidad (a esa realidad paralela de la que nos hablas) y conseguiremos reponder a LA PREGUNTA (con mayúsculas).
Enhorabuena por el post…
Para los «damnificados» de los recortes de las Políticas Activas de Empleo -como yo, orientadora laboral de profesión- post como los tuyos son fundamentales para hacernos cambiar la mentalidad y movernos adaptándonos a nuestro particular «Matrix» 😉
Lo primero que se me vino a la cabeza al leer el ejemplo que pusiste de la persona que te envió sus datos fue «¡madre mía!». Pero lo que pensé inmediatamente después fue «¿pa’ dónde vas? yo no he hecho eso exactamente, pero si que he esperado muchas veces que el mundo adivine mis talentos y me contrate, que viene siendo lo mismo». Y es que el detalle, no es solo que que no queremos hacer el esfuerzo de vender nuestras capacidades, es que antes que eso, primero deberíamos empezar por saber cuáles son esas capacidades, y cuáles de ellas son las que nos hacen vibrar al ponerlas en práctica. Tan fácil de escribir y tan complicado de llevarlo a cabo, porque nos enseñan desde niños muchos conocimientos, pero no nos enseñan a conocernos… Si incorporaran lo que tu enseñas en tus charlas a los programas de educación desde niños, al llegar el momento de ir a la universidad no meteríamos tanto la pata y sabríamos en la adultez por qué las empresas nos tendrían que contratar. Espero sinceramente que poco a poco eso cambie con las nuevas generaciones, y mientras, a los que ya somos adultos nos toca ponernos mucho las pilas.
Un post sencillamente genial María Luisa. Saludos!
Una vez más Mª Luisa, directa, fresca, impactante. Gracias. Te agradezco tus palabras.
Muchas de las opiniones que leo son «amaneradas», «impostadas», muy académico-profesionales.
Leer tu blog supone una buena dosis de claridad.
Gracias
Jo, cómo me alegro! Me das un subidón de energía con tus palabras! Gracias de corazón. Así seguiré! 🙂
Espero que nos sigamos leyendo, un abrazo!
Este post…es música para mis oidos!
Por fin alguien/ alguienes (por quien escribe y quienes luego lo comentan!) con los que compartir esta visión de lo que pasa ahí fuera.
Comparto mi vida (personal y profesional ) con gente que se empeña en enfrentarse a un mundo nuevo (y la situación actual del mercado laboral lo es para muchos!) con herramientas antiguas. Y veo como se desgastan en una tarea a la que dedican tiempo y esfuerzo…
Cuando les hablas de que son un producto, les preguntas qué les hace diferentes, o les invitas a que cambien el chip y empiecen a pensar en que esto de buscar trabajo no va de ellos sino de lo que las empresa necesita para cubrir sus necesidades…..además de mirarte como si te hubieras comido un pastel de sustancias no legales …..tiran de su lista de títulos y diplomas…..;OO…
Madre mía!!! pienso yo…no os enteráis estamos en la era de las habilidades….aquí se llevará el gato al agua quien sepa venderse, comunicar, persuadir, liderar, tomar decisiones, asumir riesgos……Dejad de darle al para inscribiros con un CV plano, gris y triste a Infojobs, y…por Dios! empezad a pensar qué habilidades necesitáis entrenar para ser «UNIKOS»…..
Lo dicho!..un placer encontrarse con gente que fluya en las misma órbita….
Gracias a ti, Bárbara!
Estamos en un momento de cambio de paradigmas, esto no es fácil (ya verás el post que he publicado hoy… uf, me voy a llevar enemigos con ese :/) y probablemente cada uno necesita su ritmo y su momento de hacer el famoso «click». A alguno no le llegará… y también sabemos que otros ni lo necesitan 😉 En cualquier caso, es uno de los mayores retos: cambiar creencias, ideas preconcebidas, hábitos… casi ná.
O sea que ánimo! te acompaño en la evangelización! 😉
Mil gracias por compartir!
Siempre que te leo, me lleno de ideas… de ideas y de positividad.
En el post de hoy, me encante leer lo que dices.
Porque «no puedo» con la gente cómoda…. no puedo y hay tanta tanta.
Hay gente que todo le ha venido regalado y ahora… que!!! Porque la cosa está complicada para todos.
Me esfuerzo todos los días mucho y todos los años, tengo 42 y he conseguido «poquito» pero cada logro me ha costado «mucho», no tengo carrera profesional, trabajo de lo que voy encontrando, mi título universitario no me ha servido de mucho (pero si me ha servido), no era lo que esperaba, no tengo hijos (no es culpa de nadie), me he sacrificado por todo y no tengo «casi nada» pero lo que tengo lo he sufrido… Así que no entiendo que tenga que andar justificándome delante de todo el mundo (vivo en un sitio pequeño, que bien tienes trabajo, me dicen, bueno procuro no decir que no…), no he conseguido lo que aspiraba, simplemente «trabajo» y lo intento siempre, pierdo un trabajo busco otro y así siempre, mejoro, lucho, aprendo, me adapto….
He perdido oportunidades si, pero busco otras, y aun me quedan muchas por buscar.
Espero que la gente aprenda que la vida cómodo no sirve, jejee
Gracias por sacar el tema!!!!
Y perdona tanta «chapa»
Gracias a ti por compartirlo, Susana!
Eres una luchadora nata, ole esa actitud de búsqueda y de tirar para adelante. Justificar? a nadie más que a ti misma!
Mil gracias de nuevo por compartirlo 🙂
Genial Mª Luisa…genial leer palabras tan llenas de realidad. No sabemos vendernos proqeu no sabemos quienes somos, ni que queremos , ni a donde vamos…bueno, habrá quien sí lo tenga muy claro, pero la mayoría (entre la que me incluyo) no…Ahora mismo he decidido hacer un parón en mi vida profesional para focalizar mi objetivo, para intentar conocerme mejor y sobre todo para crecer como persona y así después aportar a la sociedad todo mi potencial.
Gracias por tus palabras, son una senda a explorar.
Mónica
Gracias a ti, Mónica y ole por ti! Seguro que lo que salga de este momento de exploración va a ser bueno, SEGURO.
Ya me contarás!!
Gracias por compartirlo 🙂
En dos palabras: im-presionante!!!! 😉
Leyéndote me he sentido de nuevo en ISAE!! te he visto en movimiento, en acción en esa sala y me ha vuelto a encantar! Transmites tanto! Los afortunados fuimos nosotros, los que decidimos aquella tarde buscar nuevas preguntas: -¿por qué?- Porque las personas necesitamos modelos, referentes, motivación, inspiración, preguntas, respuestas y mucha, mucha perspectiva. Los orientadores laborales también andan desorientados…¿quien les ha contado todo esto?¿qué estrategia utilizar?¿qué herramienta?¿con quién? y algunos siguen viviendo en «matrix» mientras otros se cuestionan a diario -¿Cómo se podrían hacer las cosas de otra manera, mejor?- !cuestiónate!!genial!en la actitud está el cambio! …siendo tu mensaje tan claro y necesario…yo me pregunto porqué no estaba esa sala llena hasta los bordes. Cuenta con un martillo más!
Un placer verte y leerte!
Jajajaja! Y anda que no me moví el día de la conferencia! Siempre lo hago 🙂
Un millón de gracias por venir y por lo que aportaste. Me hizo muchísima ilusión compartir con vosotros mis ideas y me emocionó que la gente estuviera receptiva, lista para replantearse las cosas, para otras formas de hacer y de pensar.
Yo seguiré con mi martillo, ya tengo pensadas incluso más formas de llegar a más gente, porque, efectivamente, cada vez hay más gente que me pregunta: ¿por qué no se le cuenta esto a todo el mundo? O sea que si sumo tu martillo, mucho más ruido vamos a hacer! :o)
Mil gracias de corazón de nuevo!!!!
Buena reflexión y post. Creo que estamos muy acostumbrados a que nos digan siempre los que debemos hacer y en el momento que las pautas cambian nos desorientamos y perdemos perspectiva. Hemos de trabajar mucho más nuestro interior (ser) , ganar en seguridad, confianza y así poder transmitir mejor lo que somos y lo que hacemos.
Un saludo 🙂
Así mismo! Nos hemos mal acostumbrados y ahora tenemos que hacer eso que tanto se dice: desaprender.
Un fuerte abrazo y gracias!
Hola Maria Luisa!
Te felicito porque siempre que te leo me pasan dos cosas, me río y aprendo y eso es un gusto! Das siempre en el clavo y esta vez te comparto que hace justo un año, estando inscrita como demandante de empleo, me llamaron para hacer un taller de «Aprende a hacer tu CV» y soy de esas personas que siempre ve oportunidades ante la vida. Así que fui con la intención de sacarle partido, mas allá de que paralelamente estaba haciendo un verdadero trabajo de búsqueda y descubrimiento interior: ¿qué era lo que yo quería y sabia hacer bien?
Lo que viví lo retrate en una serie de posts en mi blog porque fue tan impactante que necesité escribirlo para digerirlo y compartirlo en voz alta, llamar la atención ¿Cómo se va a enseñar a hacer un CV si ni siquiera sabemos quienes somos? Creo que la verdadera crisis, o la verdadera miseria esta en creer que no podemos cambiar y hacer las cosas de otra forma. La miseria para mi es la falta de recursos mentales y creer que no podemos buscarlos ni pedir ayuda para mejorar. Me duele ver a tanta gente echando balones fuera y perdida…pero me reconforta saber que hay gente como tú que seguro esta ayudando a muchos otros.
Un saludo y muchas gracias por el trabajo que haces!
Me han encantado tus posts, Ángela. Tremendo reflejo de las cosas… pero real.
Me quedo con tu frase: «la verdadera crisis, la verdadera miseria está en creer que no podemos cambiar y hacer las cosas de otra forma». Estoy de acuerdo.
Mil gracias por pasarte y aportar, espero que nos sigamos leyendo!
Después de tu conferencia en ISAE me quedé pensativa. Es lo mejor que me pudo pasar.
Oye y me encanta lo que has pensado, porque me he llevado un regalo chulísimo gracias a ello!!!!! GRACIAS!!!!
Deseando que me cuentes «tus pensamientos» 🙂
Un placerazo!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me parece fundamental ese cambio de mentalidad del que hablas. Antes te contrataban y ahora has de hacer que quieran contratarte. Del, «a ver si hay suerte y me contratan» de otras épocas, hemos pasado al «conmigo vas a conseguir…, te voy a solucionar… mi valor añadido es…» Hay quien se escandaliza cuando digo que como trabajadores somos productos que hemos de «vender» a tu público objetivo, (constantemente lo estamos haciendo, queramos o no), pero hoy en día en los procesos de selección, no somos el sujeto pasivo sino el sujeto activo de la oración. El cambio de actitud debe reflejarse cambiando del condicional al IMPERATIVO! como resultado de nuestro convencimiento.
Un saludo.
De todo lo que cuentas, me gustaría resaltar lo que cuentas sobre la orientadora. Es un caso relativamente frecuente, por desgracia. A nadie se le courre un cirujano que le de miedo la sangre, ¿verdad?
Gracias por pasarte y comentar, Diego!
Para «no convencidos», efectivamente decir que somos productos que hemos de vendernos puede resultar *duro*. En realidad, el producto es nuestro trabajo: es lo que podemos conseguir para otros con nuestras habilidades, tiempo y esfuerzo, no exactamente nosotros mismos. Nosotros, de hecho, tenemos capacidad de vender muchos *productos* distintos, ya que tenemos muchas y diversas habilidades, intereses y motivaciones, y hoy podemos trabajar en A pero mañana en Z.
Al final, por muy buenos que seamos haciendo nuestro trabajo, si no lo sabemos contar, si no logramos que se entere nadie… nos quedaremos en casa lamentándonos.
Un abrazo!
¡Chapeau! Gran post para decir una gran verdad. Lo veo cada día, colaboro con muchos profesionales, hay como dos extremos: el que trabaja y el que no (al menos no de forma remunerada). De estos últimos, hay mucho ‘cómodo’, no entienden (ya lo harán) que el mundo cambia a pasos agigantados, que lo único cierto es el cambio permanente y que, creo que para siempre, hay muchas cosas que se han ido para no volver. ¿Seguridad laboral, trabajo fijo, empresas ‘seguras’? Es mejor reír para no llorar. Y luego, ponerse manos a la obra. Analizar. Pensar. Diseñar una estrategia. Competir. No decaer. Encontrar apoyos. Ser creativo. Innovar. Volver a analizar. Volver a pensar… y sigue.
Qué bueno encontrar textos como el de este post. Ayudan, clarifican, espabilan.
María Luisa, felicitaciones, y te buscaré por Linkedin, ¡definitivamente te quiero entre mis contactos! 🙂
Un abrazo
Me alegro que estemos en la misma onda. Parece que muchos están aún en la fase de negación del proceso que duelo que estamos pasando por haber perdido una situación que era ciertamente más fácil de seguir, más predecible, más cómoda.
Pero pasó! Las cosas son como son, no como nos gustaría que fueran, o sea que… a adaptarse tocan! Darwin está más actual que nunca.
Un abrazo!
Espectacular, gracias por ilustrar tan bien algo tan básico, de verdad.
Un saludo!
Elena
Gracias a ti por pasarte y comentar!
Un abrazo
Muy buen post. Gracias!!!
Mi comment aquí es: «Somos la generación más preparada de la historia de este país. Aún así, el paro juvenil alcanza niveles históricos».
Ufff, aquí hay algo que chirría!!! Conclusión: totalmente de acuerdo: somos una generación mimada y conformista. ¡A ponerse las pilas!!!
Y por otra parte, es la generación que tiene que revolucionar el mercado. O sea que, como bien dices: ¡a ponerse las pilas! 🙂