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Ejecutivo currante, comprometido, busca


Hay diferencias sustanciales en la búsqueda del Santo Grial entre los primeros trabajos -los de hacer callo, generar contenido para el CV y poder decir que eres bueno en algo ;D- y una vez que has llegado a un puesto de management (puestos ejecutivos o de gestión): se complica el puesto – se complica la búsqueda (en teoría).

Un gran reto al presentarte profesionalmente es sentirte cómodo hablando de tus logros, tus virtudes, de lo bueno que eres. Te sorprenderá que muchos tienden a minusvalorarse, a pensar “¡pero si es mi trabajo!”, y es cierto, pero: si has sobresalido en la gestión de tus proyectos, si has luchado como un jabato logrando superar los resultados, si te ha quitado el sueño cómo echar una mano a esa persona de tu equipo que lo está pasando mal, eso no debe minusvalorarse NUNCA.

El problema es cuando uno sólo ha hecho un trabajo mediocre y se ha limitado a cubrir el expediente, eso es difícil de vender. Hay que ser autocrítico consigo mismo pero justo a la vez – ahí es nada. Y si no eres capaz, monta una encuesta anónima o pídele una crítica a quien bien te conozca y bien te quiera.

La mejor carta de presentación de cualquier profesional es, sin duda, un trabajo bien hecho.

Aquello del “preocúpate no tanto por hablar de tu trabajo sino por que tu trabajo hable por ti” se va haciendo más evidente que nunca porque ahí está el escaparate que es internet y cada vez nos ve más gente cuando metemos tripa.

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Si en todos los casos tener una marca personal es importantísimo, cuando llegamos a estos puestos es clave. La razón es sencilla: tu nombre tiene que sonar, y además debe sonar unido a una reputación de confianza entorno a tu marca.

¿Qué aún no te has puesto a ello? no esperes ni un minuto. A no ser que  quieras seguir haciendo las cosas como hasta ahora, poniendo velitas a los santos y rezando “San Agapito, San Agapito, consígueme –sin esfuerzo, mágicamente, bien remunerado y con coche de empresa- un empleíto”, o lamentando tu mala suerte y la injusticia de que esto te haya pasado a ti, justo a ti y justo en este momento que es cuando peor, peor, peor te viene (como si en algún momento estas cosas vinieran bien).

Si estás en esas, permíteme una pregunta: ¿te está trayendo algo bueno y provechoso esa forma de ver las cosas y de reaccionar ante ellas?

En realidad, lo que estás haciendo es permitir que se apodere de ti una de las emociones básicas del ser humano –y no la buena, sino una de las otras tres-: el miedo. Mucho más que yo saben otros sobre este tema (referente absoluto: Pilar Jericó), pero ¿puede haber llegado el momento de mirarte al espejo y darte cuenta que eso es lo que te está pasando?

Puede ser miedo a fracasar, al ridículo, al qué dirán, a salir, a no saber, a los demás, a cambiar, a pedir favores… hay muchos y todos tenemos alguno. TODOS. Pero mírate, hazte consciente de que está ahí y estarás mucho más cerca de desbloquearlo y seguir adelante.

It’s not enough to want better things for yourself. You must come up with concrete ways to make things better”.

[No es suficiente querer mejores cosas para uno mismo. Debes encontrar formas concretas de hacer que las cosas sean mejores].

Cuando estés preparado para intentar algo diferente, para ser fiel a ti mismo, pelear por tu propia satisfacción y felicidad (laboral, por el momento), entonces ponte en el centro de tu interés y tu esfuerzo, y comienza a identificar y desarrollar tu marca personal. Sólo voy a dar una pincelada sobre el tema -y es algo que he experimentado por mí misma, y me dedico a ayudar a otros a descubrirla y echar a volar- porque le dedicaré un post entero en breve, pero mientras tanto, os  recomiendo otro referente absoluto en el tema: Andrés Pérez Ortega.

Identificar qué te apasiona hacer en la vida –dónde te lleva tu ADN-, y qué es lo que mejor se te da hacer –dónde están tus habilidades-  (es decir: tu valor añadido) serán aspectos clave para definir una gran marca personal. Esto te deberá llevar al aspecto más importante a la hora de presentarte a buscar un empleo / un trabajo / una colaboración: tener clarísimo tu objetivo profesional.

~ TU OBJETIVO PROFESIONAL

Un objetivo profesional es una afirmación sin vaguedades, es poner nombre, apellido, dirección y NIF al puesto/trabajo/colaboración que quieres conseguir. A este nivel es inaceptable un CV, un perfil o venir recomendado por alguien que no sepa/muestre clarísimamente tu objetivo profesional.

La razón es que vas a tener que demostrar con contundencia qué eres capaz de hacer, y qué ROI va a obtener la empresa que te contrate, y eso sólo lo puedes hacer si tienes claro el contenido, competencias y tipo de resultados que se buscan en un puesto/trabajo/colaboración concretos.

~ EL MERCADO

Sería un poco ingenuo si te limitas a decidir qué quieres hacer sin tener en cuenta qué es lo que necesita tu futuro cliente (empresa). Las razones que motivan contratar a alguien son (lista debatible):

  • La necesidad de ganar dinero (o por supervivencia o por expansión del negocio).
  • La necesidad de reducir costes.
  • La necesidad de optimizar tiempos.
  • La necesidad de hacer los procesos más sencillos / más eficaces.
  • La necesidad de solucionar un problema específico.
  • La necesidad de crear o mejorar su imagen.
  • La necesidad de captar / retener clientes.

Tu objetivo profesional estará completo cuando logres unir tu valor añadido con una necesidad concreta del mercado, porque sólo así podrás identificar quién tiene esa necesidad concreta que tú sabes solucionar. Sólo así sabrás dónde tienes que tirar la caña para pescar.

~ TU PRESENTACIÓN

En este momento debes tener muy clara la respuesta a esta pregunta que te planteo más abajo, y lograr que sea clara y meridiana en tu CV, en tus perfiles sociales y profesionales, en tu “elevator’s pitch”… en cualquier sitio que haga mención o referencia a ti:

¿Qué problema sabes resolver o necesidad sabes cubrir por el que a una empresa le valga la pena pagar (mucho!) dinero?

La respuesta a esa pregunta debe ser el eje de cómo te presentes tú profesionalmente. Y teniéndola como eje, los demás aspectos que debes tener en cuenta son:

1. Debes demostrar con números que eres capaz de hacer el trabajo.

Es decir: todo lo que has hecho debes ser capaz de traducirlo en resultados cuantificables. ¿Qué beneficio has generado para la empresa? ¿Cuánto dinero has captado? ¿A cuánta gente has gestionado? ¿Qué presupuesto manejabas y qué resultados has logrado con él? etc.

Es esencial que la empresa que te esté seleccionando vea claramente cuál es el ROI que han obtenido otros antes contigo para que lo quieran para sí mismos – les tienes que demostrar de qué manera eres capaz de ayudarles en este momento mostrando cómo lo has hecho en el pasado.

2. Debes mostrar que entiendes las necesidades de las organizaciones a un nivel superior.

Que eres capaz de tener visión estratégica y táctica a la vez, y que sabes barajar la dualidad: necesidades de la empresa – necesidades de los empleados.

3. Debes mostrar que tienes un conocimiento importante del sector/del tipo de empresas.

Tienen que verse las contribuciones que has hecho al sector, tanto en forma de resultados como lo que logres con tu marca personal y la huella que vas dejando, en forma de artículos, ser citado como experto, o incluso, en un blog propio en el que hables de ello.

Con tu objetivo profesional debajo del brazo y una presentación ganadora, ahora haz de tu vida sea un gran evento de networking (con permiso de Dan Schawbel).

Estas son las premisas generales con las que ponerte en marcha. Hay muchísimos detalles que se deben desgranar de todo esto, desde cómo acceder a una empresa/persona concreta, actuar ante las propuestas, cómo negociar un contrato, cómo gestionar los contactos, cómo tratar con los Headhunters… en fin, esto que te planteo es sólo una parte, la que necesitas para comenzar.

Con esto tienes la mochila bien aprovisionada, tienes tu mapa y la ruta trazada, tienes unas buenas botas de trekking… ahora debes andar. Y no te olvides disfrutar del camino. Si eres capaz de acercarte a la gente de una manera positiva, buscando las sinergias, aportando en vez de pidiendo, mostrando entusiasmo e ilusión, verás cómo empiezan a contestar a tu anuncio.

Fuerza y valor!!!

 

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9 comentarios

  1. Verdaderamente bueno, bien redactado e interesante.

  2. Me ha gustado. Muy cierto lo que dices «…cuando nos limitamos a cubrir el expediente…» es muy dificil de vender nuestro trabajo a falta de difereniciación. Total, si eres un candidato que aporta lo mismo que todos los demás, no creas posibilidades reales de subir en el ranking. Es cómo las búsquedas de Google, dificilmente la gente pasa de la primera página de resultados.

    Coincido en que la mejor carta de presentación es un trabajo bien hecho y la marca personal es esencial para darlo a conocer.

  3. jajaja.. genial la ilustración! De hecho a muchos nos sorprendería las veces que no se leen los currículums, yo también sospechaba en alguna entrevista que ni se habían leído el currículum..!

  4. Me ha encantao 🙂
    Sigue así, eres como un salvavidas en el medio del océano.

    1. Ay! *Ü*
      Intento aportar mi propia experiencia en este momento tan complicado que estamos pasando, y me alegro infinito que sirva!!!!
      Un abrazo

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