Hoy he tenido un día ALUCINANTE
Llego a casa con las pilas puestas, ilusionada, motivada. Y llego de trabajar. ¿Cuántos de vosotros podéis decir lo mismo? Y aún digo más ¿cuántos de vosotros podéis decir que en los últimos seis meses habéis llegado así algún día a casa?
El que no haya levantado la mano, que siga leyendo, porque esto tiene que cambiar.
Es cierto que lo que he hecho todo el día es estar en ExpoManagement escuchando conferencias de grandes pensadores y comunicadores de este momento. Y haciendo networking. Pero es que ¡esto es parte de mi trabajo! Y probablemente la parte que más me gusta: la de aprender. La de incorporar nuevas ideas, inspiraciones, emociones, la de quedarme atónita ante mentes brillantes, ante los que “mueven el cotarro”.
Me pone las pilas, me carga de energía y me dan ganas de comerme el mundo.
Si lo que estáis haciendo vosotros ahora no os hace sentir así, CAMBIADLO.
¿Qué estáis en el paro? Pues empezad a trabajar. Empezad a trabajar en diseñar vuestra vida profesional, en encontrar el punto donde se une vuestra pasión, vuestra habilidad y vuestra energía, ese es el punto en el qreside vuestra felicidad y satisfacción, ese es el punto en el que daréis lo mejor de vosotros mismos… y que os dará días GENIALES.
No estoy idealizando ni hablando de Barrio Sésamo: todos los trabajos tienen muchos contras, cientos de días malos, uno tiene bajones, se lo cuestiona todo. Pero con frecuencia tienes días o momentos mágicos, donde todo tiene sentido, donde te emocionas, te cargas las pilas, surgen nuevas ideas, paras a pensar y renuevas tu pasión por lo que haces. Y eso es necesario, si no tienes eso, debes buscarlo.
Hemos vivido años de bonanza, de mercados crecientes que nos han llevado a asumir que los buenos tiempos durarían para siempre, que tener un empleo y crecer en él era un derecho adquirido. Pero ha llegado un cambio de ciclo, el inicio de la renovación necesaria de la gestión de las empresas, de la gestión de la carrera profesional de las personas. Necesaria porque ya no se puede estirar más el chicle de un sistema basado en la época industrial que se ha quedado caduco.
Como excepcionalmente bien explicaba ayer Álvaro Gonzalez-Alorda [yo me compré y ya he devorado su libro, que os recomiendo: The Talking Manager] en su presentación, hemos pasado de una estructura laboral piramidal a una en forma de peonza.
En la pirámide que hemos tenido hasta ahora, el pico lo formaban los “high-end jobs” -puestos de altos directivos que ni pasan por la oficina porque cierran contratos en campos de golf-; la base, estrecha pero muy alargada de la pirámide eran los “low-end jobs”, -los puestos contrarios: nada de responsabilidad, tareas sencillas y repetitivas, te ciñes a tu horario y a dar el mínimo necesario- y en medio había una enooooorme cantera de puestos intermedios, donde todos íbamos entrando sin problema porque tenía paredes de licra que se ensanchaban y estiraban para ir dejando sitio a todos durante esa bonanza laboral.
Y de repente ha llegado el cambio de ciclo, han llegado los ajustes, han llegado los cinco millones de parados y la pirámide se ha contraído.
Toda la parte central de la pirámide se ha estrechado dramáticamente, ha desaparecido un enorme porcentaje de esos puestos… ¡pero la misma cantidad de gente sigue luchando por acceder a ellos! El segmento que se ha ensanchado y abierto el perfil es el superior.
A ese segmento se puede acceder reprogramando y rediseñando tu vida profesional.
Al pico de la pirámide se ha añadido una nueva franja formada por profesionales que han buscado el punto donde se une su pasión, su energía y sus habilidades y se han centrado en especializarse en ello; profesionales que se abren camino con su propia marca, que han entendido que ellos mismos son empresa y tienen un producto que vender, profesionales que están aprovechando a su favor los enormes cambios tecnológicos y de comunicación que estamos teniendo el privilegio de vivir.
Profesionales que buscan de manera creativa, que se gestionan a sí mismos como profesionales independientes. Gente que ha vivido en esa parte central de la pirámide, en muchos casos sobrecualificados para su puesto, que ahora se da cuenta que tiene la posibilidad y el momento de destacar si reinterpreta su objetivo profesional y flexibiliza su búsqueda.
Y un mensaje que me fue llegando con constancia y contundencia de todos los speakers que escuché ayer fue la necesidad y tendencia de un cambio de valores, personales y empresariales.
El mayor: lograr que tu cerebro y tu corazón estén en tu trabajo.
Empieza por el proceso de replanteamiento de intereses y prioridades de los profesionales. Continúa por bajar el centro de gravedad de las empresas: no se puede acumular todo el poder y toda la capacidad de decisión tan alto, porque esto desconecta a las personas que están por debajo de los proyectos: primero desconectan el cerebro y luego desconectan el corazón. Se convierten en zombies.
Hoy he escuchado, como os decía, a gente excepcional. Empecé escuchando al espectacular Daniel Goleman (el padre de la Inteligencia Emocional), luego al grandísimo Andrés Pérez Ortega, maestro de la marca personal –la llave que abre las puertas del trabajo en este momento-, a Juan Carlos Cubeiro, explicando con contundencia la importantísima función de los coaches en este momento de incertidumbre y de replanteamientos profesionales.
Luego tuve la suerte de escuchar también a Mario Alonso Puig, médico y cirujano gastrointestinal que ha encontrado dónde está su maestría y hace una gran gestión de su marca personal: explica de manera clara y sencilla cómo funcionan nuestras emociones, nuestra mente, cómo podemos ser capaces de controlar y modelar nuestra propia realidad, todo basado en la explicación científica de los procesos neuronales y físicos. Interesantísimo. Súper recomendable.
El final del día fue con Álvaro González-Alorda: brillante, empujando a la acción, a dejar de ver pasar nuestra vida profesional desde la barrera. Y el broche lo pusieron Ángel María Herrera –qué gran talento -, Eva Snijers y Montecarlo, storytellers, que nos transmitieron la capacidad que tiene una historia –no sólo de fábula, hay muchos tipos de historias- para enganchar a la gente, para que se relacionen contigo o con tu empresa, con tus valores y visión (y además muy amablemente me firmaron su nuevo libro, El Consejo).
No puedo acabar este post sin dar las enormes gracias a HSM Global que me ha otorgado la invitación a las conferencias de los speakers internacionales que están siendo fascinantes. Gracias, gracias, gracias!!!
Y hoy (ya es día 2 ;D) más, ya estoy lista para ser impresionada de nuevo. Voy para allá!
p.s.: Qué rato más buenísimo pasé con (mi ya amigo, que encima me llama *hermosa* cuando me ve y me encanta ;oD) Andrés Pérez Ortega, con Gonzalo Álvarez (su trabajo es espectacularmente interesante), el CRACK y mejor persona César Martínez Dalmau, Pedro Rojas, Félix López, Roger Domingo, José Francisco Alfaya… lo dicho: qué día más ALUCINANTE 😀
Como siempre, me encanta leerte… y siempre en el momento justo. Un abrazo!!
Cómo me alegro!!!! 😀
Siempre despertando motivación en el lector! me encanta tu blog María, y lo que más me gusta es sentir la misma sensación de ilusión y motivación que describes cada vez que llego del trabajo, también… con lo joven que soy por mal camino iría si no lo sintiera ahora.
Esa es la mentalidad, enhorabuena!
Me alegro que te haya gustado, gracias a ti por pasarte y decírmelo.
Un abrazo, fuerza y valor! 😀
Hola María! hace poco que he descubierto tu blog, así que seguiré tus idas y venidas. Me ha encantado tu post, me siento tan absolutamente identificada que no puedo más que estar de acuerdo en todo. Desde hace algo más de un año me lancé a la aventura de emprender, y desde entonces, soy la profesional más feliz en la faz de la tierra! Me encanta asistir a conferencias, eventos, compartir experiencias, hablar con la gente, atreverme con nuevos proyectos… y lo mejor de todo, el trabajo fluye sólo. Sencillamente, pones pasión en lo que haces. Un abrazo muy fuerte y felicidades por tu blog! (te buscaré en las redes!!)
Qué alegría me da esto que me cuentas – por cierto, ya me he hecho fan de tu página en Facebook ;D
Enhorabuena por haber buscado tu pasión. Es un viaje fascinante, con altos y bajos, en el que aprendemos muchísimo de quien comparte con nosotros el camino: YO, s.a. 😀
Ya me seguirás contando. Un fortísimo abrazo!
Muchísimas gracias por tus palabras. Compartimos tu optimismo y tus ganas.
Creemos firmemente que construimos el mundo a nuestra medida: según qué historias nos contamos, así es nuestra visión de la vida (el trabajo, los amigos, la familia… aquí cabe cualquier cosa en la que pienses).
Por eso esperamos que «El consejo» ayude a los que lo lean a contar su propia historia ( a si mismos y a los demás), a construirla, a redibujarla y mejorarla, día a día. Y a sentirse bien haciéndolo, en cada momento.
No puedo estar más de acuerdo!
Especialmente en este momento que necesitamos girar, replantear, cambiar, y sobre todo: ver las cosas de otra manera, tomar otras perspectivas, creer que hay realidades diferentes a la nuestra… el storytelling es una forma maravillosa de hacer el viaje. De hecho yo ya he empezado a aplicar el storytelling en un proyecto muy ilusionante que ya compartiré… 😀
Ya he empezado vuestro libro y estoy enganchadísima. GRACIAS!! (^_^)
Nos pones los dientes largos a todos!! Gracias!!
😀
Hoy te has bordado, María. Este post si que desborda alegría; y no solo por lo que disfrutaste ayer (que envidia) sino por que realmente disfrutas aplicando lo que tan bien has trasmitido. Estoy totalmente de acuerdo contigo, y quien llega a ese estado es el que realmente disfruta de la vida: «Me pone las pilas, me carga de energía y me dan ganas de comerme el mundo» …no me extraña.
Un super#FF y gracias por contarlo así.
Leopoldo
Un millón de gracias, Leopoldo!!!
Seguiré compartiendo lo que he aprendido 😀
Un abrazo y gracias por pasarte de nuevo