¿Estás pensando emprender? 5 cuestiones
Me gusta plantear los temas en positivo y dar recomendaciones que suben el ánimo y ponen las pilas…pero no sería justo que no tratemos en algún momento la parte más complicada, más incómoda: ¿Estás realmente listo para andar el camino? Te propongo cinco cuestiones que te debes plantear:
1. ¿Qué es lo peor que puede pasar? y ¿estás preparado para ello?
Este aspecto es importantísimo: hay mucha gente que no está dispuesta a aceptar el hecho de que las cosas puedan no ir del todo bien. Hay que ser realistas con los riesgos financieros que se asumen; considera cuánto tienes que aportar y cómo te va a afectar a tus finanzas personales, sopesa la importancia que para ti tiene comenzar este negocio versus los sacrificios que puedes tener que hacer.
Tal vez no te encuentres nadando en la abundancia en un par de años, por lo que ¿tienes un plan B? ¿Qué estás dispuesto a hacer si esto no funciona? Y no asumas que encontrar inversores reducirá el riesgo!
Plantéate ¿qué es lo peor que puede pasar? Dejas tu trabajo, empiezas tu negocio por tu cuenta, no funciona y te encuentras sin dinero. Si no estás dispuesto a dar un paso atrás y aceptar que las cosas puedan no ser perfectas, que puedas no tener éxito, entonces tal vez no estés listo para comenzar tu propio negocio. Cosas inesperadas pueden y van a suceder, a menudo cosas totalmente fuera de tu control. Si tu negocio no va como esperas, ¿qué es lo siguiente que tienes que hacer? ¿Estás dispuesto a aceptar un segundo trabajo a tiempo parcial para pagar las facturas de tu negocio? ¿Estás dispuesto a hacer gestión comercial como si no hubiera mañana para levantar tu negocio? Ítem más: ¿estarías dispuesto a tragarte el orgullo y volver a trabajar por cuenta ajena?
2. No te obsesiones con hacer dinero
Si tu motivación para emprender es hacerte rico (¡totalmente respetable!), probablemente no tienes la actitud correcta. Para echarle narices y emprender debes encontrar lo que realmente te apasiona hacer, lo que te va a hacer que valga la pena todo el sacrificio y esfuerzo que a priori ni te puedes imaginar que te va a exigir. Si tienes demasiada obsesión por hacer dinero probablemente vayas cayendo en una serie de trampas perversas (por ejemplo, decir que sí a todo) que probablemente terminen arruinando tu iniciativa.
Comienza un negocio porque te apasiona y ya llegará el dinero.
3. Considera tu estilo de vida anterior parte del pasado
Si bien la idea romántica de “trabajar para nosotros mismos” es muy poderosa, hay que entender que es lo más esclavo, tirano y exigente que hay. Crear una empresa a menudo supone dedicarle 60 horas a la semana y reinvertir los ingresos en la propia empresa, lo que limita enormemente los descansos, las vacaciones…Normalmente es muy difícil que alguien te pueda sustituir, irás con el portátil y el teléfono encendido a todas partes.
Para lograr esto hay otra cosa esencial: que tu pareja esté alineada con esta situación. Todo ello supondrá una carga importante para tu familia, el sacrificio será de los dos. Mi recomendación, por tanto, es hablarlo largo y tendido y asegurarte que estáis de acuerdo en todo lo que ello significa.
4. Asegúrate que te interesan todos los aspectos del negocio
Cuando montas un negocio, lo más normal es que te conviertas en hombre orquesta, y te toque hacer todas las funciones, desde facturar a los clientes, a preparar material promocional, a negociar el contrato de alquiler del local, a darte mil paseos a hacienda…Hay gente a quien le fastidia enormemente no poder estar dedicándose desde el primer momento a generar negocio, a hacer lo que realmente les apetece, por tener que estar involucrados en las mil tareas administrativas que implican montar una empresa. Cuenta con ello!!!
También puedes buscar la solución en un socio que te complemente, que aporte exactamente lo que a ti peor se te da –y sienta el mismo entusiasmo por la idea-. No es una decisión fácil, y se debe pasar mucho tiempo hablando y sentando las bases de la colaboración, pero la mejor recomendación es que no busques a alguien como tú sino a quien te complemente y pueda aportar al negocio los aspectos en los que tú estés más flojo. [Sobre este tema hablé con más detalle aquí].
5. Y finalmente: ¿qué tal se te da ejecutar las ideas?
Se dice que la diferencia entre un emprendedor de éxito y uno que fracasa no es la idea que tengan: es su capacidad de ponerla en marcha y mantenerla funcionando.
El tipo de emprendedores de éxito suelen tener una mezcla de iniciativa, capacidad de persuasión (no lo dudes: un emprendedor tiene que ser un vendedor por encima de todo!), habilidad de liderazgo, y gran intuición para tomar decisiones constantemente –decisiones para las que no hay un manual- y que consigan convertir una idea en un negocio lucrativo.
En general, nadie te puede decir tajantemente qué está bien y qué está mal en el arte de emprender ya que cada negocio es distinto, cada emprendedor es diferente, por lo que tienes que experimentarlo. Pero creo que estas cinco «advertencias» o aspectos más peliagudos te interesa pensarlos y tenerlos en cuenta.
Si lanzarte por tu cuenta tiene para ti todo el sentido en este momento, ten en cuenta estas cuestiones en tus planteamientos, pero haz lo que quieras hacer, o lo que debes hacer: no hay mejor momento que AHORA.
totalmente de acuerdo… alinear a tu pareja en el proyecto.. y sin que se dé cuenta lo pones a trabajar para ti.. jaja! me ha encantando el post.
Me parto!!! XD XD XD
Pero que trabaje a tiempo parcial y mantenga su sueldo, así no se ponen todos los huevos en la misma cesta… 🙂
Muchísimas gracias por pasarte y comentar, Laura!
Un abrazo!.
Muchas gracias por tus consejos, ahora que voy a emprender y le voy a dar un giro a mi vida profesional me vienen muy bien estos consejos. Gracias Marisa
Te sigo bien de cerca… de hecho, hablo más contigo que con mi propio hermano!!! 🙂 O sea que me iré enterando de cómo vas. De todos modos ya te he dicho: tienes los conocimientos y experiencia en el sector, tienes empuje, iniciativa y pasión, o sea que ¡vas por el buen camino!.
Un besazo!. 😀