De cómo se llega uno a equivocar y otras hierbas
Llevo mucho más tiempo del habitual sin escribir en el blog, y os aseguro que no ha sido por falta de ganas o de ideas, pero lo cierto es que poco más acompañaba.
Después de un (muy) duro curso escolar, cual salmón que sube el río contracorriente he ido luchando por cumplir las expectativas y objetivos que me había marcado sin ser consciente de que mis circunstancias me lo impedían. Pero cabeza-buque que soy, he seguido nadando contracorriente, ojos cerrados, dientes apretados –menos cuando los abría para quejarme, que no ha sido ni una ni dos veces-, empujando contra todo para alcanzar mi meta.
Como era de esperar, la meta no la he alcanzado ni de lejos, he tragado mucha agua y estoy agotada de tanto nadar.
Por muchas excusas que tenga -que las tengo- y aunque podría decir que han sido las circunstancias y no yo, qué frustrante es fallarse, equivocarse, no lograr hacerlo bien. Es como cuando te muerdes la lengua: lo peor es que no le puedes echar la culpa a nadie.
Pero como todos los hombres sabios de la aldea dicen que de los errores hay que aprender, voy a hacer un acto de humildad y compartir con vosotros dos grandes errores que espero no volver a repetir en el futuro. Siempre digo que no se aprende en testa ajena (para muestra un botón), pero si os estáis notando en una situación similar, ojalá esto os sirva para parar un momento y pensar si estáis cometiendo los mismos errores:
~ Estaba centrada en solucionar problemas en vez de alcanzar objetivos.
Esto es especialmente tentador en la época que vivimos. Quien está en este momento sin trabajo, antes o después se obsesiona porque necesita generar ingresos y eso nubla todo su criterio.
La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella ~ Thomas de Kempis
Si organizas tu actividad, centras tu interés y atención sólo en solucionar el problema que te está quemando, te olvidarás de la estrategia a largo plazo, te olvidas del “big picture” y se distorsionarán tus prioridades.
Además según va pasando el tiempo y tus esfuerzos no logran los resultados esperados, empiezas a buscar culpables –ya que tú estás «trabajando como un energúmeno/a para solucionar el problema«, y “no se te puede pedir más”. Es el mundo, los hados, la mala suerte, los políticos, tu familia o tu pareja quienes tiene la culpa o no hacen lo suficiente para que tú logres lo que necesitas.
Cuando les echas la culpa a los demás, estás renunciando a tu capacidad de cambiar.
Pues lo llevas claro. En realidad el mundo no te debe nada, no te debe la vida que sueñas ni una solución a tus problemas. El mundo estaba aquí mucho antes y bastante tiene con lo suyo.
Si estás pensando que mereces algo que no estás consiguiendo, que por mucho que trabajas no logras lo que quieres, que está todo contra ti y parece que nadie lo tiene en la vida más difícil que tú… háztelo ver, porque probablemente:
a) Sobreestimas tus esfuerzos.
b) No estás enfocando bien tus esfuerzos.
c) Estás entrando en una espiral depresiva.
d) Necesitas dar un paseo fuera de tu reino de “Yo tengo la razón”, hacia los caminos de la humildad y la auto-crítica y darte cuenta que todas las historias tienen dos lados… y a lo mejor el tuyo no es tan perfecto ni tan sólido como pensabas.
e) Todo lo anterior.
~ No consideraba las posibilidades ni factorizaba las circunstancias.
Como Terminator, oiga, con un objetivo en mente, viendo un único camino posible, y el que se ponga por medio, me lo cargo.
Pero pasa que como ni soy Terminator ni tengo intención alguna de cargarme a nadie –por estas que son cruces, no os asustéis-, los obstáculos del camino se vuelven inmensos e inabarcables. Si no logras mantener la mente fría y flexible para sopesar las opciones, las alternativas y para estar preparado ante los imprevistos, lo único que harás es darte contra un muro de piedra.
Aquí la clave es lo que siempre decía mi madre: “Lo mejor es enemigo de lo bueno”. No te obsesiones por que las cosas salgan EXACTAMENTE como las tienes pensadas, como te gustaría o como sería lo ideal. Por desgracia la vida tiene sus propios planes, y debemos tener cintura para adaptarnos, reagrupar nuestras fuerzas, replantear los pasos a dar y los plazos marcados. No pasa nada. Be water, my friend.
Y es que hay momentos en los que no somos conscientes de nuestros mapas mentales, no somos conscientes que estamos poniéndonos constantemente en lo peor, en el peor escenario, dejando que esa angustia condicione como lo vemos todo en la vida.
He vivido cosas terribles en mi vida, algunas de las cuales realmente ocurrieron ~ Mark Twain
Si empezamos a angustiarnos y agobiarnos desde ya por lo que puede o puede no pasar en el futuro, logramos dos cosas:
a) Que se convierta en la crónica de una muerte anunciada: tanto pensamos que vamos a fracasar, que no vamos a lograr lo que necesitamos, que las cosas se van a torcer… que terminamos provocando que ocurra. Igual que cuando vas montando en bici y te quedas mirando fijamente un árbol para evitar chocarte: entonces es cuando te chocas.
Donde pones tu atención, es donde vas. Si toda tu atención está en lo que puede salir mal, saldrá mal.
b) Y segundo, que aunque finalmente salga bien… hemos hecho el camino tan angustiados y tan atenazados por el miedo que en cuanto lo consigamos, nuestra mente estará ya fuera de control y empezará una nueva angustia: la de perder lo conseguido.
Lo importante no es lo que nos pasa en la vida. Ni siquiera es tan importante conseguir unos grandes resultados. Lo realmente importante es el sentido que le damos, es no perdernos a nosotros mismos entre tanto objetivo y tanta presión, es no dejar de amar y sonreír a quienes nos acompañan en el camino.
Y es que la carrera por poseer a menudo dificulta la carrera por ser.
Yo ya he conseguido reagruparme, estoy desprogramando ideas anteriores e interiorzando nuevos hábitos. Tengo muchas ideas y sueños que no pienso dejar por el camino… simplemente buscaré formas de llegar a ellos más creativas, más saludables y pragmáticas. ¿Vosotros?
[Este post va dedicado a alguien muy especial.]
Y para quienes a disfrutáis de las TAN merecidas vacaciones, espero que las saboreéis, las escurráis, las estiréis y las gocéis al máximo. Abrazos!!
Fuerza y valor!!!
Mis felicitaciones. Has plasmado de un modo muy bueno una de las circunstancias que todos hemos vivido o viviremos a lo largo de nuestra vida, y quizás en muchas más ocasiones de las que nos gustaría.
La vida nos da unas cartas, y nosotros somos quienes las jugamos. Es cierto que hay personas que parece que les dejan hacer trampas, o que alguien les da un As en un momento dado que le sacan del apuro… pero igualmente somos nosotros quienes jugamos nuestras cartas. Un poco de ingenio, un poco de valor, y un poco de fortaleza y seguridad en nosotros mismos, pueden hacer que una mano cambie por completo de rumbo aún teniendo las peores cartas.
Pero incluso consiguiendo esto, no por ello podemos creer que todo ha terminado… la vida continuará, y seguirá repartiendo cartas. Tú decides como jugarás ahora.
Leo con atención tus observaciones y la cascada de impresiones que despiertas entre tus incondicionales y no comprendo hacia dónde va todo este proceso. Hay que valorar tu esfuerzo para orientar a los desorientados pero éstos deberían tener claro que el contenido de todo tu blog no hace sino trazar círculos concéntricos, cuando lo que ellos desean en realidad es abandonar para siempre el centro geométrico.
Hola! muchas gracias por pasarte y comentar.
Si bien efectivamente mi intención e interés es aportar lo que sé a quien le pueda venir bien (sabiéndolo o no), la verdad es que este blog no es un centro de orientación laboral y sería imposible que ayudara específica y personalmente a cada una de las 300 personas que lo visitan a diario en cada una de sus situaciones particulares. Para eso hay otros recursos. De hecho mucha gente me escribe pidiéndome que les de un servicio de asesoramiento personalizado porque necesitan que les ayude algo más para salir de su situación.
Pero también hay mucha que encontrado aquí algún tipo de inspiración, idea, motivación o una nueva perspectiva que les ha servido, y sólo por eso a mí me vale la pena las horas que le dedico.
Un saludo!
Parece que con tu blog, siempre que busco encuentro… las palabras justas en el momento adecuado… Muchas gracias por las reflexiones que a veces olvidamos hacer los demás… los que estamos enfocados en el árbol y a veces nos olvidamos de pedalear… F
Me encanta leerte, Fran.
Últimamente he leído esta frase que me ha encantado y comparto contigo: «Los resultados son más importantes que el tiempo que se necesita para alcanzarlos».
Un abrazo!
Revitalizante post…GRACIAS !!!.
A ti 🙂
Hola,
La verdad es que después de llevar unos días viendo las cosas de color negro después de llevar en desempleo unos meses, leer esto es motivador y hace que vuelvas a tener ganas de continuar luchando y dejar de lado los pensamientos negativos como: «no voy a encontrar trabajo», «he perdido el tren», «qué injusto», y así hasta el infinito (:-)), es complicado, ahora mismo me faltan fuerzas y energía pero volverán y como te digo, seguiremos adelante sí o sí, no nos queda otra.
Gracias y saludos!
Me alegro muchísimo que te haya servido, Mamen.
A menudo, cuando te encuentras atrapado en el momento, con las emociones a flor de piel, nos vemos incapaces de movernos, tomar decisiones… o tomamos las incorrectas. Hay que parar, quitarse esos pensamientos negativos y saber que hay oportunidades, que hay maneras de llegar a ellas, «sólo» (entre comillas, porque es mucho trabajo) tienes que identificar cuáles son las tuyas y hacer lo que sea necesario para llegar a ellas.
Muchísima suerte y un fuerte abrazo
Precioso, gracias por compartirlo, me he sentido muy identificado menos mal que se acercan las vacaciones, el merecido descanso. Tu post me recuerda que además de descanso hemos de tomarnos un tiempo para nosotros. Es verdad que esto lo debemos hacer durante todo el año, pero ahora con más razón, el aprendizaje necesita de tiempos de reflexión y vista atrás.
Lo importante no es lo que sucede sino lo que hacemos con ello.
Pues hagamos que ese merecido descanso vacacional tenga SENTIDO. No sólo que lo aprovechemos al máximo, que durmamos todo lo posible, que nos divirtamos, que hagamos cosas diferentes – porque eso dura lo que un caramelo en la puerta de un colegio.
Aprovechar esta parada y cambio de rutinas para ponernos a buscar el sentido de lo que hacemos, el por qué final y cuestionarnos si es realmente lo que buscamos, eso SÍ perdura.
Gracias!!!
GRACIAS.
Ü
totalmente de acuerdo, hay momentos en que la adversidad te hace fallar en lo mas importante y no rindes de verdad
Exacto: «en lo más importante». Vamos, que dedicamos nuestra vida, nuestro tiempo e interés a «lo menos importante». Qué pena!!!!!!
Bonito post. Hay una frase de Maria Robinson que me gusta mucho y dice algo así: «Nadie puede volver atrás y cambiar su vida, pero todos pueden iniciar una nueva vida y tener un final diferente»
Que hay cosas que no salieron bien….. A eso se le llama experiencia. Mañana tenemos un nuevo día (siempre hay uno) para cambiar lo que no funcionó aprovechando esa experiencia. Saludos,
Salva
Touché, Salva.
Fallos se cometen siempre, decepciones se tienen a menudo, pero dado que somos el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, ¿es que no terminamos de poner en práctica aquello de «aprovechar la experiencia», de aprender?. Está súper «sobao» aquello de que vivimos muy deprisa, que no nos paramos a pensar las cosas… pero es TAN cierto. Estamos demasiado metidos en el matrix…
Un abrazo!
No has podido describir mejor lo que me está pasando… !! Esto de dejar tierra firme por tierra prometida acarrea mucha angustia y dudas, pero sobretodo mucho miedo a equivocarte. Gracias por el artículo, me ha servido de mucho.
Una alegría que me das! pues vamos juntas de camino a la tierra prometida, que seguro que es más llevadero.
Suerte!!!
Mucho Ánimo!! Yo estoy en una situación que me genera sensaciones parecidas y la eterna pregunta de ¿Lo estaré haciendo bien o estaré cometiendo la equivocación histórica de mi vida? Pero he decidido quitar el miedo de la balanza y ver qué pasa…
Gracias! como dice Pilar Jericó: «los miedos no son malos mientras no se vuelvan tóxicos». Un poco de miedo nos mantiene alertas y con nuestros sentidos a flor de piel –> Bueno. Un mucho de miedo constante nos paraliza, nos atenaza y nos hace vivir una realidad durísima: la de estar viviendo en nuestra cabeza todo lo malo que podría pasar –> Va a ser que NO Bueno.
Y es que no nos cuentan que vivir es un trabajo complejo y de constante lucha -contra uno mismo y contra los elementos-.
Suerte con tu decisión: «Be water, my friend» 😉 Espero que me cuentes!
Un abrazo