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La Navidad, Hello Kitty y la pregunta más importante

Mel
Mel

 

La estamos cagando con tanto insistir que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo.

Creo que este planteamiento asusta y predispone aún más contra el proceso, porque ¿a quién le puede parecer atractivo o medianamente apetecible el planteamiento de trabajar para poder trabajar?

Yo he pasado por no tener trabajo y tener que buscarlo – y también por tener un trabajo del que necesitaba huir como alma que lleva el demonio. Y sé que es un momento de desequilibrio, de inestabilidad que a menudo nos supera, nos descontrola, nos angustia y no sabemos cómo sobrellevar.

Algunos se esconden detrás de un “bien, lo llevo bien”, a otros mejor no preguntarles porque están que muerden. Otros andan cabizbajos, medio depres: “si es que está todo hecho una mierda”, “yo no sé qué va a pasar con este país”, “ni para poner sellos me contratan”.

Y francamente, la respuesta no es soltar las frases de psicología-de-HelloKitty tipo: “Crisis en chino significa oportunidad” (que por cierto: es falso) o “hay que mantenerse positivo” y similares. O casi peor, lo de «buscar trabajo es un trabajo en sí mismo», que te da ganas de cortarte las venas con un peine.

 

Vamos a empezar por reconciliarnos con la situación, y después, a reilusionarnos.

 

Deja que te explique.

Primero, la aceptación de las malas noticias:

 

Todos los trabajos son temporales.

 

Esto está más que dicho y requetedicho, pero parece que no cala.

Si la media de vida de las empresas son 10 años y tu carrera laboral es de 40 años… yo soy de letras, pero no me cuadran las cuentas si lo que pretendes es tener un trabajo de por vida.

No hay que asustarse y entrar en arritmia cardíaca por la mera idea de quedarte sin trabajo, porque va a pasar. Lo que tienes que hacer es estar preparado. 

Además el ritmo al que cambian las necesidades y los nuevos hábitos de consumo y de conexión es bestial, lo que obliga a las empresas a estar en permanente estado de adaptación, luego no pueden prometerte un trabajo de por vida cuando no saben lo que van a necesitar dentro de 12 meses.

Que no digo que nos tenga que gustar, pero hay que reconciliarse con el hecho de que ES ASÍ.

No seas la hormiga que se pone delante del tren y espera que descarrile.

 

Lo único que es seguro es el cambio, y debemos reconciliarnos con ello

 

Nuestra realidad, nuestra vida, este momento en la historia que nos ha tocado vivir está lleno de CAMBIOS personales y laborales.

La lucha interna que tenemos es que estamos biológicamente diseñados para evitar los cambios (para la mente, cambio=peligro) pero a la vez, los cambios son una constante real e inevitable de nuestra vida. Y aún así, nos resistimos cual gato panzarriba.

Cuanto más nos resistimos a aceptar que esta es la realidad que nos ha tocado vivir, más tiempo perdemos, más oportunidades nos pasan por delante sin parar, más rabia, frustración y pena estamos instalando en nuestro ánimo.

Sé que este panorama no es el que quieres ni el que esperabas.

No estoy diciendo que sea justo, que esté bien o que tenga que gustarte.

Pero digo yo: ya que las circunstancias que nos tocan no las podemos elegir ni cambiar, ¿y si las aceptamos, aprendemos cómo manejarnos en estas nuevas reglas del juego, y tratamos de reilusionarnos?

 

Tienes que volver a encontrar la ilusión

 

Si vamos a tener que estar buscando trabajo a menudo en nuestra carrera, plantear que “encontrar un trabajo es un trabajo en sí mismo” nos está haciendo enfocar todo el proceso desde una perspectiva cortoplacista, frustrante, perdedora, y no es raro que nos dé más miedo que las comidas de domingo con la familia política ;).

Y no puedes ir de trabajo alimenticio-en trabajo alimenticio, porque francamente: estamos en este planeta sólo una miajita de tiempo, ¿no vale la pena aprovecharlo para estar lo mejor posible?

Por eso quiero que pares lo que estás haciendo ahora mismo.

Sí, para, y céntrate DOS minutos en contestar desde dentro, desde el corazón, esta pregunta:

 

¿Qué quieres, qué deseas lograr?

 

Cuando te hagas esta pregunta de verdad, probablemente te des cuenta que has estado reaccionando tan a corto plazo, con tanto miedo, que se te ha olvidado tu para qué.

Que te preocupa tanto la posibilidad de perder tu trabajo o te has tomado como un trabajo tu búsqueda de trabajo, que no te das cuenta que gran parte del problema, es que has perdido la ilusión, que has perdido tu para qué.

Que ya no tienes una visión, no tienes un objetivo que le dé sentido a todo – ya no recuerdas para qué te levantas por las mañanas, para qué te tiras una hora metido en el coche, para qué estás 9 horas haciendo lo que haces.

Y claro, sin ese para qué, tu búsqueda o tu trabajo, son una tortura.

Pero cuando tienes una visión delante, cuando tienes una ilusión hacia la que trabajar, tu búsqueda se convierte en la manera, en el camino por el que avanzas hacia tus sueños.

Y los pasos que tienes que dar, no son «un trabajo», no son «una tortura»son las piezas que necesitas para ir construyendo tu sueño.

Si entiendes y aceptas que las circunstancias son las que son – y hay que adaptarse y aprender a manejarnos en ellas – y pones delante de lo que vayas a hacer ese sueño, esa visión que tienes para tu vida, te aseguro que TODO va a cambiar.

Antes de que acabe el año, regálate estos minutos para reencontrarte con tu para qué y reilusionarte.

Felicísimas fiestas.

Y que nunca te falte fuerza y valor,

 

 

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3 comentarios

  1. Yo también agradezco tu post, ML.
    Todo está tan revuelto que no somos capaces ni de ver el «para qué» ni tampoco de pararnos a ver si, por casualidad, tenemos un «para qué».
    Para muchos, la vida ha sido una constante contracorriente de lo que sentimos de verdad… Y a muchos se nos ha olvidado ? / borrado ? / existió alguna vez? que era lo que de verdad sentíamos…
    Gracias ML por ser clara. Gracias por escribir tan bien y tan claro.
    Prometo buscar mi «para qué»…y prometo seguir leyéndote…eres un constante empujón

  2. Muchas gracias María Luisa por compartir tu visión. Los sueños te dan energía cuando en el día a día la pierdes. Y qué bonito es ver como la vida te va dando
    «Campamentos base» como los que utilizan los escaladores.
    Cuando llegas a uno puedes contemplar el camino recorrido y coger fuerzas
    para la siguiente ascensión. Muchas gracias.

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