Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana…

 

Me fascina Star Wars -sólo la trilogía original, las tres pelis más modernas me parecen penosas-.

Y ya está, es una afirmación tan importante, que es básicamente todo lo que te quería decir ;).

El caso es que en mi ansiosa espera hasta el estreno del día 18, he vuelto a verlas para ponerme a tono -y de paso, verlas por primera vez con mi pitufa adorable que para mi felicidad me dice «son mis pelis favoritas». Es oficial: «Yo… soy… su madre» ;)- y me hicieron pensar (yep, saco pensamientos sesudos de las pelis): qué importante es conocer y aceptar quién eres porque ahí es donde está tu fuerza, tu poder.

Aunque sacaras las mejores notas en clase, aunque tengas un CV pelotudo (que sólo es posible si te lo he escrito yo ;), aunque te pudieras forrar vendiendo tus contactos de Linkedin al peso… aunque tengas todo eso y más, sin conocerte realmente a ti mismo, no vas a poder llegar a tener (a sentir) éxito.

Yo HOY, sé que hay muchas cosas que no se me dan. Por ejemplo, tengo CERO drive comercial. Y mira que he impartido cursos de ventas a porrillo, pero no se me da. Me pones delante de alguien y me dices «véndele» y me quedo cuajada en el sitio. Y como eso, muchas cosas -pero tampoco me voy a poner de vuelta y media a mí misma aquí en público, pudorosa que es una ;)-.

Pero he tenido que dar muchas vueltas, he tenido que lucharlo, y sobre todo, he tenido que montar una empresa entorno a mí misma (caray cómo suena de egocéntrico) para tomar conciencia de qué es lo que realmente se me da bien y dónde están mis limitaciones (no hay máster en autoconocimiento como emprender, believe me).

Y esa conciencia / conocimiento de ti mismo es lo más importante que tienes que hacer – es tu trabajo principal, primero y prioritario – porque es lo que te va a permitir tomar todas las decisiones que vienen detrás. Es la clave para elegir tu camino.

Y el camino que debes elegir, al que debes apostar todas tus fichas, todo tu coraje, todas tus ganas y tu corazón es el camino de lo que se te da bien y despierta tu interés.

Todo al negro.

Cuando entiendes tus fortalezas – no las que los demás quisieran o las que tú crees que deberían ser, sino las que de manera natural salen de ti – y alineas tu trabajo con ellas – no con lo que otros quieren que hagas sino con lo que realmente encaja contigo-, en ese momento es cuando te vuelves proactivo en vez de reactivo, te vuelves líder en vez de manada, te vuelves estrella en vez de polvo.

Si no es así, si realmente no estás trabajando sobre tus verdaderas fortalezas, verás como aunque *llegues*, no te sentirás realizado. Y éxito sin sentirte realizado no es éxito.

Y de lo que no se te da, de tus limitaciones, olvídate.

Mucha gente pasa la vida tratando de arreglar sus limitaciones – convencidos de que tienen que superar aquello que no se les da bien porque hay que ser bueno EN TODO. Nada más lejos.

No hagas de tu vida una lucha para mejorar todo lo que no se te da bien: ¿qué sentido tiene que te dejes los cuernos para pasar de ser malo a ser menos malo? Ya hay otros en este mundo que son buenísimos haciendo eso y se encargarán de explotarlo y de llegar lejos con esos talentos.

Ojo: No estoy diciendo que en lo que eres bueno, lo eres para siempre y en lo que eres malo, lo seas para siempre. En absoluto. Tienes la capacidad de aprender, crecer y desarrollar habilidades con las que no cuentas naturalmente. No está prefijado o predeterminado lo que puedes o no hacer.

Pero partir de lo que ya naturalmente se te da bien, es un camino que está abierto a TODOS y por el que no te vas a equivocar. 

 

Conócete primero, y sé esa persona después

 

Porque, ¿de qué te sirve conocerte si luego no vas a ser fiel a ti mismo? Y ser esa persona es jugártelo todo a tus fortalezas. Y también es aceptar tus limitaciones – que no hace falta que seas perfecto, caray, y además, el puesto ya lo ha ocupado Michael Fassbender (ay caramba!).

Encuentra y potencia tus verdaderas fortalezas y no te centres en tus limitaciones. Entonces la fuerza será grande en ti.

Cuéntame en los comentarios: ¿sabes cuáles son tus fortalezas naturales? ¿cuándo y cómo las descubriste? ¿te acabas de dar cuenta que esta puede ser la razón por la que no acabas de estar a gusto en ningún trabajo?

Y hasta entonces… que la fuerza te acompañe.

 

 

   (Alias: Merilúkskaigualker)