La mayor ventaja que puedes conseguir – y la tienes delante

Montt

Vamos al grano: hay una ventaja concreta que he identificado a lo largo de los años, que comparten las personas que tienen éxito en lo que se plantean conseguir. Y esa ventaja está mucho más en tu mano de lo que piensas. Pero estamos mirando hacia otro lado, estamos más pendientes de lo que pasa fuera.

Deja que te lo cuente. Y por si prefieres leer, debajo te dejo la transcripción del vídeo.

 

TRANSCRIPCIÓN

Una cuestión sobre la que estoy pensando bastante estos días que estamos preparando el lanzamiento de la quinta edición del Programa de Objetivo Profesional (excitinggg!!), es la necesidad de conocerse a uno mismo para llegar a tener éxito personal y profesional.

Me explico: a mí me enseñaron que aquello que no se me daba bien, tenía que trabajarlo hasta ponerlo al mismo nivel que las cosas que mejor se me daban hacer. Si no se me daban especialmente bien las matemáticas, tenía que dedicar TRES VECES más tiempo a llegar a sacar un sobresaliente en matemáticas.

El problema es que cuando nos hacemos adultos y tenemos que tomar la decisión de qué hacer con nuestra vida profesional – de encontrar nuestro camino -, estamos confundidísimos: ¿Cómo tomamos esa decisión? ¿En qué nos basamos? ¿En lo que se nos da bien? ¿En lo que no se nos da bien pero hemos aprendido a hacer?

Es una decisión muy compleja en la que entran en juego muchos factores pero por mi experiencia personal como por la de las personas con las que he tenido el privilegio de trabajar, sé que hay DOS factores que son los más importantes y relevantes en esta decisión:

El primero son tus fortalezas

El segundo son tus valores

Y te puedes imaginar que el camino para llegar a entender ambos es a través del auto conocimiento.

Te adelanto que esa es probablemente la mayor ventaja competitiva que vas a poder tener en tu vida: la de conocerte muy bien, conocer lo que te mueve, de qué material estás hecho, conocer lo que te motiva.

Y sobre todo, conocer cuáles son tus fortalezas y tus valores – pero también debes conocer tus debilidades.

Debes conocer tus debilidades pero no para actuar sobre ellas como nos han enseñado, no sino para hacer lo contrario: debes conocer tus debilidades para no centrar tu energía en ellas. Tus debilidades no deben entrar en la ecuación de tu trabajo ideal – por ejemplo, si no se te dan bien los cálculos matemáticos, por mucho que a todo el mundo le encantaría que fueras controller financiero, nunca vas a ser un GRAN controller financiero, por tanto:

¿Para qué dedicarte a una profesión en la que no vas a poder brillar?

Ya habrá otra persona para quien esas debilidades tuyas sean sus fortalezas, y estará sacándolas todo el jugo posible. No tiene sentido que compitas con lo que no se te da bien contra otros que sí se les da bien, si quieres tener éxito en tu carrera.

(Aquí hago un paréntesis: siempre va a haber tareas, partes de tu trabajo que se te den peor que otras, eso nos pasa a todos, me refiero a que el centro, la base, las competencias clave estén dentro de tu zona de fortalezas.)

Donde tú debes competir, donde tienes la ventaja, donde puedes destacar, es en tu zona de fortalezas.

En aquellas habilidades con las que has nacido de fábrica que son las que puedes desarrollar y trabajar hasta convertir en verdadero TALENTO, porque esa es la zona donde se logran resultados por encima de la media.

Si centras tus esfuerzos en tus debilidades, en aquello que no necesariamente se te da bien, el esfuerzo que va a requerir llegar a ser más que “mediocre” en ello, es tiempo que estás tirando por la borda porque ya hay muchos que de fábrica van a ser mejores que tú, en cambio deberías estar dedicando ese tiempo a hacer crecer tus habilidades naturales.

Esta es mi recomendación para ti: el autoconocimiento es la MAYOR ventaja con la que vas a contar – todo lo que inviertas en entender cómo funcionas, de qué material estás hecho y dónde aventajas a los demás, te está acercando a pasos agigantados a tener éxito en lo que deseas.

Espero que te sirva. 

Me encantará que me cuentes en los comentarios lo que piensas al respecto. Y hasta la próxima:

 

 

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2 comentarios

  1. El chico recalculando dice:

    Pues, yo tengo una opinión muy distinta a la tuya.
    Yo, en mi historia como persona, como alumno que fui, y puntualmente como profesor, le enseño a mis alumnos a superar sus debilidades, para que puedan tener más fortalezas aún, y a desarrollar las fortalezas que ya tienen.
    Yo creo que si sólo te centras en las fortalezas, terminas siendo un mediocre. Estás autolimitando tus posibilidades. Si no tratas de mejorar tus debilidades, estás perdiendo oportunidades de aprendizaje.
    Por otro lado, cuando hablas de las habilidades que traemos de fábrica, me resultó prácticamente un canto al predeterminismo. Es decir, da la sensación de que no podemos aprender nada nuevo, que no podemos incursionar en caminos que nunca hubiésemos imaginado. ¿Y qué sucede si no tengo ninguna habilidad de fábrica? Es el típico cuento de que cada uno nace con una vocación, y el que no la tiene o no puede descubrirla, está perdido!

    Por experiencia propia, yo he tenido que dedicarle mucho más tiempo a las matemáticas cuando estudié Meteorología (disciplina que me encanta), y pues, aunque finalmente me fue mal, he aprendido mucho, y si no lo intentaba, pues directamente ni hubiese empezado la carrera. Veo en el plan de estudios «Matemática», listo, chau!, ¿carrera descartada? Yo no creo que sea así.
    Aunque por otro lado, pienso en lo sucedido hoy sábado: que para qué me metí en esto de ser profesor? Y peor aún, ¿por qué todavía no estoy fuera de ello, después de tantos años? Seguramente habrá otro que haga las cosas mejor que yo y que lo disfrute más.

    Entonces, por un lado te critico y por otro te doy la razón.

    Y ahora, lo que me planteo es: ¿las decisiones las tomamos según lo que nos gusta hacer, o según lo que se nos da bien hacer? Yo pienso que en líneas generales está un pasito adelante la satisfacción que nos da la actividad, aunque en mi caso también me da mucha satisfacción elegir por lo que se me da bien hacer. Y digo esto, porque yo pude haber aprendido mucho en las dos carreras pedagógicas que hice , pero no tengo una inclinación natural a aplicar lo que estudié; sigo un proceder muy personal, basado en la experiencia y el instinto.

    ¿Qué piensas tú, ML?

    1. Creo que depende sobre todo si necesitas mejorar esas debilidades, si en algo eres muy bueno, enfócate en mejorar donde tienes margen de mejora, si necesitas esas habilidades. Además que vengan de fábrica, no lo creo, creo más que en lo que no se te da nada bien es porque realmente no te gusta o no te llama la atención y por tanto si no te gusta para que buscar un trabajo donde necesites esa cualidades.

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