No es el seleccionador, eres tú
.
“¿Cómo me diferencio cuando mando un CV a un proceso de selección y la persona que le echa el primer vistazo sólo le dedica 20 segundos –¡con lo que me ha costado hacerlo!- y ya me han contado que en ese momento lo único que busca son razones para descartarme?”
En este artículo (que tenía una primera parte, como todas las buenas sagas), decía que te enseñaría más adelante cómo diferenciarte en el mercado para dejar de ser un profesional anónimo. Bueno pues ese día no es hoy (jejejeje), porque primero quiero contarte cómo NO debes hacerlo.
Vamos, que te voy a criticar. Buckle up.
Llevo muchos años haciendo procesos de selección – y siendo foco de interés de muchos profesionales para que les ayude de alguna manera en su carrera -, y te aseguro que he visto de todo. ¿Pero sabes lo que menos veo? Profesionales que son capaces de presentar una buena candidatura, que entienden las necesidades y deseos de la persona que tienen delante y que LOGRAN despertar la atención.
De esto, muy-muy- muy-muy-muy poquito. Un 1%, diría. En serio.
Y la cuestión no es que no haya (muy) buenos profesionales en el mercado – no es que no haya gente cualificada, con interesantes competencias, con muchísimo que aportar. Es que la gente no sabe comunicarlo (podríamos ir más allá y llegar hasta que a la gente le falta autoestima y autoconocimiento, pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión).
La gente no sabe venderse.
No sabemos cómo abordar a las personas, no sabemos pedir las cosas. No entendemos que hay que seducir profesionalmente. No sabemos captar el interés.
Es increíble cómo profesionales preparadísimos, con fantásticos resultados en su(s) carreras, másters y otrostítulosdeguardar, no saben en cambio formular su propuesta de valor, no saben preparar un CV atractivo, no saben hacer su presentación profesional como Dios manda.
(Por cierto, si te has sentido identificado, estoy trabajando para ayudarte: mira aquí).
Deja que elabore:
Un trabajo puede conseguirse en dos “tempos”:
1) En el momento en que se publicita la vacante
2) Antes de que se produzca la vacante
En el caso 1), pueden darse dos situaciones:
1.a) Que tengas que entrar por la misma puerta principal que usan tropecientosmil otros candidatos, con enorme dificultad para diferenciarte, y limitadísima capacidad de tener algún tipo de control sobre los resultados del proceso. Esta es la única vía que no vamos a tratar porque no es la que me interesa… ni debería interesarte (tanto) a ti.
1.b) Que tengas la posibilidad de enviar el CV a una persona concreta que está haciendo la selección.
En el caso 2), cuando aún no se ha producido la vacante (o no lo sabemos, o no es pública), lo que SÍ sabemos es que el trabajo, la empresa o el sector, es exactamente el que queremos. Y queremos darnos a conocer en el sector, a la empresa, a la gente relevante, para que nos tengan en cuenta cuando se produzca la vacante.
La forma antigua de intentar conseguir algo por esta vía, son las “candidaturas espontáneas”. Este es el caso de algunos de los ejemplos que pongo aquí. Francamente, si te estás limitando a mandar “candidaturas espontáneas tal cual”, ya debería olerte a tufo el hecho de que estás accediendo a un mercado que ha cambiado radicalmente, con un proceso que es más antiguo que Maricastaña.
«¿Entonces, cómo lo hago?» Te (me) preguntarás, angustiado. Esto, al final del artículo. No te voy a contar quién es el asesino nada más empezar, no? 😛 .
Empiezo por compartir contigo ejemplos de cómo NO funcionan las candidaturas. Y después sacaremos conclusiones.
El caso “lo bueno, si breve, dos veces bueno”
Entiendo a mis clientes cuando me dicen que se ponen a investigar sobre una empresa para encontrar sus retos y necesidades, y no encuentran demasiada información por Internet. Bien, no es mi caso. Tengo página web con información de mis productos, tengo blog, tengo Twitter, Facebook y Linkedin. Lo cuento tó.
Y este que me escribe, más parece que me está retando a batirnos en duelo 😛 .
¿Quieres tratar de conseguir una colaboración? Cúrratelo. Dime qué ofreces, qué aportas, qué solucionas, qué trabajo liberas, que necesidad cubres.
A título personal: soy emprendedora, tengo mi propio negocio -y con un seleccionador, o cualquier profesional ocupado, te va a pasar lo mismo-: ¿qué es lo primero que te puedes imaginar que no me sobra? TIEMPO. Si me sueltas una “indirecta” y esperas que yo haga el trabajo de averiguar quién eres y qué puedes hacer por mí, lo llevas claro.
Y no sólo eso: si lo que a mí me falta es tiempo, y tú empiezas por hacérmelo perder -al «soltarme» todo el trabajo-… esa impresión que me llevo de ti, me lleva a pensar que no eres el tipo de persona con quien me interesa colaborar.
Otro ejemplo:
Fiu, y luego nos extraña que no nos vaya bien en los procesos.
Cuando tienes la enorme suerte de conseguir el email directo de quien está haciendo la criba curricular de un proceso que te interesa… LÚCETE!!! Pero hombre, si es una oportunidad única, si normalmente sólo tenemos la oportunidad de dar a SEND a través de un portal de empleo, una web o una aplicación que nos va a filtrar por “keywords”!!!
Candidato que se esfuerza así de poco, candidato que me demuestra así de poco.
Y otro más:
Es decir: «Estoy agotado de tanto mandar correos, o sea que me limito a reenviar el que ya había enviado a otro puesto hace 4 días. A tomar por **** si total, tampoco lo van a leer«.
Pedazo de actitud. Cómo mola. Me manda un email de “segunda mano”. No tengo más que añadir.
Bueno sí, por si acaso: si me entero que alguno de vosotros hace esto, os mando una maldición gitana. Un mínimo de esfuerzo “digital”, por amor de Dios…
Y algo muy importante: «Me defino» es complicado. Es arriesgado. Tiene que ser muy bueno lo que viene detrás, porque estás estableciendo tu identidad.
Y cuando lo que te define es que eres joven (que ni es mérito tuyo, ni te va a durar), profesional (como el 100% de gente que trabaja), con experiencia (incluso el que pone copas los fines de semana puede decir lo mismo) y disponibilidad total (¿en serio?)… no estás diciendo NADA más que generalidades. Es decir: te estás posicionando exactamente donde no debes – en la masa indistinguible. Ojito con eso.
El caso “a ver si cuela”
Qué gusto da cuando alguien se toma la molestia de empezar de manera agradable y personal, no? (modo ironía on):
“Hola Paco, me encanta tu blog”.
Me llega al corazón. Casi me da pena corregirle (modo ironía STILL on).
Y luego, ya si eso, continúa escribiendo un poco al pedo, con algunos typos – y ¡sorpresa! Resulta que te dedicas al retail… pero el puesto es en una tecnológica. Irónico que me digas que “empiezas por ver qué es lo que la gente quiere antes de valorar las posibilidades”…
El movimiento se demuestra andando, señores. No me digas que eres buenísimo escuchando y me hagas esto – enviar tu candidatura a un puesto que no encaja contigo, haciéndome pensar que no has leído los requisitos.
O me explicas por qué me lo estás enviando aunque no encajes –y ya me puedes dar buenos argumentos demostrables, no contarme que tienes “ilusión y experiencia”, que eso lo puedo decir hasta de la Madrastra de Blancanieves -, o no lo mandes… o no presumas de competencias que luego te encargas tú solito de desmontar.
Ahí va otro:
Este candidato me escribió en respuesta -creo recordar- a un proceso de Community Manager.
No sólo no tengo nada en contra sino que me encanta que la gente se lance a hacer cambios de carrera –de hecho, yo misma lo he hecho en varias ocasiones-, pero decirme que te apasiona el Periodismo cuando estás postulando para un puesto totalmente diferente (sorpresa! periodista no es equivalente a Community Manager)… como que no va a colar.
De todos modos, me voy a poner en el caso de que el anuncio sí fuera para un puesto de periodista.
En otra profesión hay algo que no revisaría con tanta fruición (miento, siempre lo hago 😛 ), pero en esta en concreto, por ser la esencia misma de la profesión, es inevitable valorarlo: cómo escribe. Lo primero que detecto es una falta de ortografía. Mal empezamos. Enlazar oraciones (súper) compuestas hace que parezca una disertación.
Pero sobre todo, no me engancha. No se ha parado a pensar en el lector ni a considerar lo que me interesa (o busco) leer a MÍ. Que a él le apetezca hacer amigos en el trabajo, está fantástico, pero no me aporta nada. En concreto, no me aporta ningún dato valioso para valorar si va a ser competente haciendo su trabajo, que es lo que tengo que ver en este mensaje.
Mira este:
A ver si cuela mi nivel de inglés.
Por desgracia, son muchísimos los trabajos en los que se exige cierto nivel de inglés… que jamás se llega a usar. Bueno, es un criterio de selección que cada empresa puede usar «a discreción» (y vaya que si lo usan), y estemos de acuerdo o no, ahí está.
Si te da en la nariz que te piden que mandes tu candidatura en inglés «por aparentar»… al menos búscate a alguien que SÍ hable inglés para que te lo corrija. Porque esto, señores, es un poco vergonzoso.
Este es un gran problema que aún tenemos mucho en este país: nuestro paupérrimo nivel de idiomas. Pero o le echas bemoles, y te pones en serio a estudiarlo, o al menos disimula mejor. Actually, mi recomendación en este caso: escribe en español. Es que me duelen los ojos al leerlo.
El caso «por pedir que no quede»
¡Barato, barato, oiga, que tengo mi tiempo, mis recomendaciones, consejos y dedicación para tó quisqui barato, oiga!
Tienes que estar de coña, amigo. Este tipo de «candidaturas espontáneas» son de las que cabrean.
Lo que yo veo es: «No tengo ni idea de a qué te dedicas, pero te suelto la patata caliente. Encárgate de mirar mi CV, de ver si me puedes hacer el favor de buscarme una ofertita maja en la que encaje, y si no, qué menos que llevarme gratis tus consejos para que mejore mi CV». Lo que no tienes que mejorar es la cara que le echas.
A lo mejor alguno se ha quedado de piedra, porque resulta que eso es lo que hace exactamente con cualquiera que remotamente «huela» a RRHH. Y como recursos humanos (supuestamente, Su Señoría) son los que mandan en aquello de «a quién se contrata y a quién no», pues les mando mi CV, no?
NO.
«Los de RRHH» no están colocados delante de su ordenador, mano sobre mano, esperando a atender a todo el que decide enviarle espontánea e intempestivamente su CV, o pedir recomendación, o similar. Lo siento señores, pero ese sistema os aseguro que NO FUNCIONA. Dejad de intentarlo. Estáis haciendo más millonarios a vuestra empresa de ADLS y de electricidad al pedo.
Ya te explicaré cómo se hace esto, pero con la misma vehemencia que pido por que dejen de matar focas en Canadá, os pido que dejéis de cerraros puertas de esta manera. Esta flauta no va a sonar. Al menos no va a sonar así. Esta es una forma de abordar a la gente agresiva e insensible.
Si me vas a pedir algo by the patilla, tienes que empezar por darme el DOBLE. Y ni por el forro te tomes la libertad de disponer de mi tiempo de manera gratuita y desinteresada de esta manera, cuando ni te conozco de nada, ni te has molestado por enterarte mínimamente a qué me dedico… ni siquiera sabes MI NOMBRE, caray!!
Tsk, tsk, muy mal.
El caso “a mata caballo”
Esto no se debe hacer. Nunca. Esta persona contestó a toda prisa, no estaba preparada, se comprometió a enviar más información… y nunca la mandó.
Si en este caso concreto esta persona al día siguiente se disculpa, me dice que se le escapó el perro y se pasó la tarde buscándole y con la preocupación no pudo mandarlo en el mismo día, no pasa nada. Pero es que ni eso.
Y no somos conscientes que ese aparentemente inofensivo email, que mandamos rápido, como un mero trámite, es tu primera impresión. Va a marcar la imagen que la otra persona tiene de ti, predisponiéndole – en este caso, en negativo.
Podría seguir poniendo ejemplos, pero creo que con esto podemos sacar sabrosas conclusiones.
Verás: no caemos en que la manera en la que presentamos nuestra candidatura refleja cómo vamos a actuar después en el trabajo. Tal vez en realidad no lo sea en absoluto – te puede pillar en un mal día, no digo que no-, pero lo que dices y muestras en ese breve espacio de tiempo es la primera impresión que el seleccionador, el contacto, se está haciendo de ti. Y por desgracia, si no la aprovechas bien, si la cagas fastidias en ese momento, se te ha ido la oportunidad.
Como ya lo has visto en acción, vamos a recapitular lo que NO se debe hacer en ninguna candidatura – específicamente hablando de la primera vez que contactas con alguien, cuando hay confianza las cosas pueden cambiar un poco-:
1.
Estos emails son absolutamente egocéntricos. Yo, yo, yo. Yo quiero, yo quiero, yo quiero. Pero es que el seleccionador no quiere saber lo que tú quieres. Lo que quiere saber es si le puedes solucionar lo que quiere ÉL.
2.
No te tomes a la ligera tu primer contacto con alguien que puede ser potencialmente importante en tu carrera profesional: es la primera impresión que tiene de ti. No esperes a mejorarla en una entrevista personal, o dejes para más adelante mostrar todo lo que tienes que aportar. Es posible que ese más adelante, te lo estés capando tú solito.
3.
No presumas de competencias que no tienes. No incluyas frases que te parezca que suenan bien, o que piensas que me van a impresionar, pero que no tienen nada que ver contigo. No te arriesgues jamás a mentir ni a ponerte medallas que no te corresponden. Las mentiras tienen las patitas muy cortas…
4.
Puedes ser interesante sin ser prepotente. No te compares con los demás para tratar de sobresalir. Una candidatura potente no necesita florituras, bling-blings ni fuegos artificiales. Deja que la contundencia de las competencias / logros que puedes aportar sean las que impresionen.
5.
No aportes información que ni le interesa ni le aporta nada al receptor del mensaje. No estás escribiendo tu diario. Estás solicitando una oportunidad laboral, estás tratando de aportarle a alguien información para que confíe en ti, te “acoja en su casa” y te pague un buen dinero sólo basado en lo que tú le cuentes. Considéralo.
6.
No cometas errores de ortografía. No te dirijas inapropiadamente a quien tienes delante. No uses jerga para impresionar. No envíes un correo sin releerlo dos veces, despedirte cortésmente, agradecer el tiempo y la atención que te van a dedicar, y sobre todo: sin asegurarte que has escrito algo mínimamente interesante. Si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio…háztelo ver.
7.
No lo hagas exactamente igual que los demás. Y peor: no digas que eres exactamente igual que los demás. Tu objetivo es interesar, por tanto posicionarte como «uno más», no es en absoluto interesante. Piénsalo.
Aquí retomo la pregunta del principio: “¿Y cómo lo hago?” y mi respuesta de JobJedi es: “Hacer así no debes, joven Padawan”.
Hablamos de tener un buen conocimiento de lo que queremos y lo que podemos aportar; de saber cómo comunicarlo de manera clara, contundente y muy, muy dirigida, y de entender las estrategias y la táctica que hay detrás de una comunicación profesional, persuasiva, diferenciadora y convincente.
Voy a tratar de mostrártelo con nuevos artículos que compartiré sobre el tema, pero si quieres ir más allá y profundizar, aprender de verdad “los caminos de la Fuerza” 😉 si quieres elevar tu nivel, aprender a vender tu producto (como decimos “aprender a venderte”), a posicionarte y diferenciarte… entonces estoy preparando lo que necesitas. Aquí puedes apuntarte para que cuando pueda, te mande más información.
Próximamente compartiré contigo algunas pautas a seguir para que empieces a enfocarlo mejor. Mantente alerta.
Hola María Luisa. Decirte, en primer lugar, que me encanta tu manera de expresarte. Me haces incluso reír, cosa que abandoné hace unos meses. Pero, en realidad, en mi vida me encontrado a muchos trabajadores que, sin saber expresarse lo más mínimo y sin tener ni siquiera un CV físico, han sido los mejores trabajadores que he visto. Al buen trabajador se le huele a lo lejos, con sólo verlo y hablar unos minutos. Qué pena que este «olor» nos lo queramos imaginar por la hoja escrita que nos envía. Una pena que los empresarios se crean los mejores rastreadores, y que decidan no ver a las personas, sino disfrutar del confort de sus refrigeradas oficinas. Igual son ellos los que necesitan un curso que les enseñe a diferenciar el talento humano.
Muchas gracias por dedicarme el tiempo que has tardado en leer mi comentario. Saludos
Pero vamos, que al final todo es más sencillo de lo que parece. Es como cuando te gusta alguien y quieres darle un beso, al final te lanzas y sale bien. Pero claro sólo si has hecho el trabajo previo de saber si hay posibilidades, captado todas las señales y no sólo haberle puesto toda tu pasión y ganas. 😉
Parece que al final todo se reduce en ser alguien que no soy…si no sé venderme no merezco la pena.
Que pena que esté la situación económica como esté y haya que soportar todas estos prejuicios y pantomimas de esos tarados que son los Residuos Humanos.
Y no lo digo por ti María Luisa, me gusta tu blog y haces un buen trabajo ayudando desinteresadamente a mucha gente. Pero es que en la actualidad para simplemente enviar un CV parece que haya que hacer un Master en mandar CV. Es increíble la de tonterías y lo que hay que aguantar por parte de RRHH.
Ojalá algún día cambié la tortilla y no se humille ni se descarte a un candidato por no acertar a mandar el email que le apetece leer al señorit@ que lo va a recibir.
No te lo tomes a mal ni te ofendas María Luisa, pero uno ya se vuelve loco y no sabe cómo acertar con esta gente.
Un saludo
Es que la clave es precisamente no poner tu futuro en manos de un único momento tan voluble: en el que se una que tú has acertado con mostrar en el CV lo que el seleccionador necesita ver y que además, esa persona logre verlo.
La realidad no (sólo) es que los de RRHH sean más o menos señoritos, o que quieran que hagamos el pino con las orejas, sino que hay muchísima más competencia entre candidatos, que las cualificaciones universitarias ya no son diferenciadoras – porque cada vez más gente accede a ellas – y que, evidentemente, se hacen menos contrataciones (ergo son más exigentes).
Muchos (seleccionadores) por desgracia -estoy muy de acuerdo- son muy poco cuidadosos y empáticos teniendo en cuenta el papel tan importante y delicado que tienen. Pero creo que no debemos simplificar la problemática en ellos -y no *atascarnos* ahí. No hablamos de hacer tonterías y pantomimas para ellos sino de elevar el nivel de nuestra oferta como profesionales y de gestionar nuestro posicionamiento y nuestra comunicación para no depender exclusivamente de un CV. Hablo de entender que son CLIENTES potenciales, y como a cualquier cliente, hay que conocerle y saber venderle nuestra oferta. Y este es un planteamiento, lo sé, radicalmente distinto.
Por eso ahora mismo quien se lleva el gato al agua es el que es capaz de sobresalir, de demostrar que es capaz de conseguir resultados y de tener una red de contactos que avale su reputación. Y esto no se consigue con un CV. Mientras toda la búsqueda se limite a tu CV, es como estar jugando a la lotería. Y nos hace odiar a los de RRHH, claro ;o)
Hoy llevo ya dos cafés o sea que espero que no haya sonado muy vehemente jejejeje que voy a la carrera haciendo mil cosas pero tenía muchas ganas de contestarte para tratar de aportarte una visión distinta. Espero que te sirva mi aportación.
Un abrazo, Claudio (mi hija es tocaya tuya 😉
ML
Te felicito por este post porque has tenido la paciencia de opinar de cada uno de los errores que se cometen habitualmente en el envío de mail dirigidos a responsables de personal. Por otro lado, me gustaría menos teoría y mas práctica, es decir echo en falta un correo a modo de ejemplo en el que muestres tu destreza al respecto.
Saludos,
Gracias por tu comentario. Hice una serie de 3 posts dedicados a cómo se deben escribir emails donde llegué a compartir con vosotros textos literales para que pudierais usar. Creo que no se puede ser más práctico que eso.
No obstante, trato de dejar siempre espacio para que vosotros mismos incorporéis lo que explico dentro del propio proceso de aprendizaje de cada uno. Y para ello es necesario que hagáis el trabajo. Que lo intentéis, que uséis la lógica, el sentido común y vuestra propia forma de abordar los temas.
Y en cualquier caso, algo de magia tengo que guardar para los clientes que se apuntan a mis Programas, no? Pues ya lo sabes 😉
Saludos.
Enhorabuena por el post¡¡¡Estoy totalmente de acuerdo contigo, en ocasiones, las oportunidades se pueden crear…no siempre hay que esperar a que vengan a nosotros en forma de oferta de empleo. Me encanta el toque de humor que añades, me ha resultado muy amena la lectura. Me apunto a más. Un saludo
Gracias por tus palabras!!!! Un placer tenerte aquí.
Un abrazo!!
Excelente entrada y con ejemplos que clarifican muy bien la manera en la que, muchas veces, nos cerramos las puertas y somos nuestro peor enemigo a la hora de encontrar trabajo.
Si es que a veces, por obcecarnos en intentar abrir todas las puertas enviando emails hasta a la empresa más pérdida de la página 24 de Google, acabamos cerrándonos las puertas nosotros solitos por hacerlo a mansalva, sin personalización y con tan poco cuidado que luego los lees y dices… Dios mío, ¿qué he hecho?
Un saludo!
No lo podía haber dicho mejor!!! Me alegro mucho que te haya gustado, Javi 🙂
Gracias por pasarte y dejarme tu comentario!!!
Un abrazo
Eres la caña de España Marielouise. Más razón que un santo («es dando como se recibe»: S. Fco de Asís).
Me encanta que sigamos conectados a través de Bastian Baltasar Bux (mensaje clave para la pandi del Programa…:-)). Aprovecho para animar a todos tus lectores a apuntarse a las próximas ediciones de todos tus programas. Experiencia intensa y enriquecedora a más no poder. Y además haces amigos estupendos que te acompañan como pocos por el ciberespacio interestelar. HELLO VÍCTOR!!
Tú sí que eres la caña of Spain, querida Laly. Un verdadero placer y honor que hayas formado parte de la primera edición de ese Programa tan especial, con el que espero que sigamos cambiando vidas y provocando que aparezcan nuevos y brillantes futuros 🙂 🙂
Ha habido un montón de momentos especiales y mensajes mágicos. Ya estamos en contacto forever!
Espero que sigas contándome cosas por aquí también!
Bsazos
Jo que memociono. Totalmente cierto. La magia existe y la hemos tocado varias veces en este curso. FRIENDS FOREVER!!.
Hay cosas que se aprenden a fuego de tu mano: 1) Si nos mantenemos en la escala de grises, no conseguiremos nada («no es el seleccionador, eres tú»).
2) Si quieres obtener algo, ofrece el doble («no es el seleccionador, eres tú»).
3) Tenemos una vida, y el viaje acaba antes de que nos demos cuenta. Hagamos que sea trepidante. Gastémonos del todo en algo que merezca la pena, es la única manera de conseguir un tesoro. LA FUERZA NOS ACOMPAÑA a todos tus seguidores, pero hay que usarla 😉 («no es el seleccionador, eres tú»).
Ya ves que he aprendido mucho en este curso, espero que me pongas buena nota…jajaja. Un beso grande.
Brillante Profe 😉 :
Con tus posts se podría hacer un libro de texto, son geniales y super divertidos. ¡Me encantan!.
Estoy de acuerdo que hay que diferenciarse de alguna manera. Cada vez estoy más convencido que es importante «Molar». No me refiero a llevar la gorra «p’atrás», ni dejarte la barba 40 cm por debajo de la barbilla, o llevar el pelo como si fueras un miembro de «Auryn» (que es horrible, por cierto). Me refiero a ser «auténtico». comunicar de manera distinta. Ni soez, ni chavacana, ni formal… no sé!, distinta.
Tengo la sensación a veces soy un poco aburrido, previsible… «coñazo», a veces (no digo somos para que nadie se sienta ofendido 😉 ) . Estoy de acuerdo con un Javier que decía que en 2-4 líneas es difícil marcar la diferencia. Es difícil, pero no ¡imposible!. Y es que, comparto con M.L. que la comunicación es también un juego de seducción. No es que te quieras «ligar» al seleccionador/a (o sí… ¡claro!, esto allanaría el camino, o no…jajajaja), sino que tu «propuesta», tiene que ser seductora, tiene que «molar».
Dice Andrés Pérez Ortega (si no es suyo, al menos se lo he escuchado en más de una ocasión…) que si «eres uno más, eres uno menos», y creo que es una verdad como un templo. Yo no sé muy bien como hacerlo, A lo mejor lo hago mal, pero siento que es imprecindible encontrar tu autenticidad , y desde luego leyendo a M.L o a Andrés, que saben de lo que hablan, cada día estoy más convencido.
M.L, gracias por tu compartir de manera tan generosa tu experiencia.
Besetes y nos seguimos leyendo!
Víctor.
Efectivamente – hay que molar, hay que gustar, hay que seducir. Y el 90% de las candidaturas aburren soberanamente. Es una pena que podamos ser tan pasionales, divertidos, emocionales y lanzados cuando tratamos temas como fútbol, Podemos, la nueva temporada de Juego de Tronos, el vestido que me voy a poner esta nochevieja, el viaje que voy a hacer este verano, el libro que estoy leyendo, el plan del fin de semana… ¿cómo no nos damos cuenta que algo no funciona cuando en algo tan importante como es nuestro trabajo estamos mostrando nuestra peor cara? la más aburrida, sosa, sin ilusión, sin emoción, sin interés? y encima nos cabreamos cuando no «nos cogen».
Ya, ya: «el trabajo es un mal necesario», «tengo que trabajar para comer, no me tiene que gustar», «con la mierda que me van a pagar, encima tengo que poner buena cara?» Pues asumamos que si ese es el interés que ponemos, ese es el que podemos esperar recibir.
Hace 10 años, esas actitudes colaban para conseguir trabajos alimenticios; ahora, ni para eso. O sea que vayamos planteándonoslo. Nos va a costar lo mismo encontrar un trabajo que no nos gusta que uno que sí. En cambio, para conseguir este último, seguro que le vamos a echar un poco más de esa ilusión, diversión, ganas y movimiento que le echamos a otras cosas de la vida!
¡Muy buen artículo María Luisa! Se puede decir más alto, pero no más claro. Para compartir, compartir y compartir. Que aún queda mucho por aprender y aplicarnos. Gracias por mostrarnos tu experiencia y conocimientos. ¡Feliz día!
Me alegro mucho que te haya gustado, Cristina. Seguiré aquí al pie del cañón!
Un fuerte abrazo y espero seguir viéndote por aquí 🙂
Buenas tardes María Luisa,
Precisamente esta mañana de camino al trabajo estaba pensando en el tiempo que estaba pasando sin llegar a mi correo ni uno de tus posts, a lo que seguidamente me contesté que estarías a tope de trabajo con tu nuevo proyecto.
Me ha gustado mucho tu post sobre todo porque llegas a concretar con los ejemplos todo aquello que no deberíamos hacer a la hora de presentarnos en el mercado laboral. De esta manera, uno mismo puede ver mas claro cómo queda
Sí! efectivamente, mis chicos de la primera edición del Programa se han llevado lo mejor de mí estas semanas 😉 😉
Me alegro mucho que te haya gustado. Yo también pensaba que verlo de esa manera abre los ojos… aunque puede sonar un poco duro!
Gracias por comentar! Un fuerte abrazo 🙂
Hola María Luisa,
me encanta leerte! Además, me gusta leer tus artículos con tranquilidad y no «deprisa y corriendo», porque sé que conllevan una parte de reflexión y de pensar que puedo hacer diferente en mi búsqueda de empleo. Tu estilo me recuerda mucho a los de una Consultora, que leo casi a diario a través de LinkedIn: Liz Ryan (CEO y fundadora de Human Workplace). Ambas me ayudáis a cambiar la manera de hacer las cosas y a no «desfallecer» en la búsqueda de empleo.
Solo discrepo de una cosa en tu artículo: Muchas de las empresas españolas, también en consultoras no están acostumbradas a recibir este tipo de mail «espontáneo» que sugieres. Espero que esto vaya cambiando poco a poco.
Por otro lado, y desde mi experiencia en los últimos meses, comentarte que suelo preparar concienzudamente mis candidaturas y en algunas he conseguido la tan deseada entrevista :). Sin embargo, al igual que yo me esfuerzo en mostrar y destacar lo que puedo ofrecer a esa empresa, también espero el mismo respeto por su parte. Solo de consultoras/empresas basadas fuera de España, y en aquellos casos en los que mi candidatura no ha continuado en el proceso, he recibido un email informando de los motivos y agradeciendo mi interés a pesar de no ser la seleccionada.
Seguiré leyéndote y por supuesto, aprendiendo a venderme mejor…
Muchísimas gracias por tus consejos!
María Martínez
Hola María,
Mil gracias por tus comentarios! Yo también leo a Liz Ryan, gracias por la comparación 😉
En cuanto a lo que comentas: dices que muchas empresas no están acostumbradas a recibir este mail «espontáneo» – las candidaturas espontáneas se llevan haciendo toda la vida, otra cosa es que las empresas han establecido canales para centrar su selección y fuera de esos canales, se quedan en «tierra de nadie», efectivamente. Por eso una candidatura espontánea funciona en un porcentaje tan bajísimo – a no ser que lleve detrás un trabajo de investigación y de networking muy estratégico. Ya llegaremos y os enseñaré cómo se hace 🙂
Y en cuanto a lo segundo que planteas, sobre cómo actúan las empresas en los procesos… te doy por completo la razón. Hay muchos motivos en los que no voy a entrar ahora por los que puede darse que la empresa o el entrevistador no tengan el nivel, cuidado, atención o te traten con el mismo respeto que tú les tratas a ellos.
Pero como candidato, eso es algo que no puedes solucionar. Hay que aprender a manejarlo y gestionarlo desde nuestro lado como mejor se pueda, pero no dejar que nos quite la ilusión por el trabajo que deseamos.
Espero que me sigas contando, me encantan tus aportaciones.
Un fuerte abrazo!
¡Gracias por tu respuesta María Luisa!. Ahora mismito me acabo de inscribir a una oferta que me ha encantado, para la que me veo perfectamente capaz, pero que habiéndolo hecho a través de su portal de empleo, temo que mi candidatura pueda «evaporarse». Tal como sugieres, estoy investigando en LinkedIn quien sería esa persona en la compañía a la que dirigirme y lograr captar mayor atención. ¿Lo conseguiré? Al menos, voy a intentarlo 🙂
Interesantísimo, lo comparto y lo guardo en mis favoritos!
Saludos,
Lidia
Pues agradecidísima, Lidia!!
Un fuerte abrazo
Buenas tardes, Job Jedi!
Gracias por tan interesante disertación, –ya empezaba a tener mono de tus artículos– que como siempre, está ciertamente acertado.
Por supuesto, ya me apunté para recibir más información de Aprende-a-Venderte y ya estoy impaciente por recibir noticias.
Hey! Gracias. 8)
Genial! me alegro mucho que te haya gustado 😉
Algún día me contarás la historia detrás de tu avatar, que me tiene intrigada jejejejeje
Mil gracias por estar ahí 🙂
Un abrazo!!!!
Muy buen post, ameno y de fácil lectura, aunque he de decirte que no estoy de acuerdo contigo al 100%.
1) Muchas veces son los propios seleccionadores los que te indican que apliques al proceso de selección vía el formulario tipo de empresa para el cual previamente debes estar registrado en su base de datos. Lo que muchas veces tras rellenar varios formularios puede llevar a la «dejadez» cuando puedes aplicar directamente vía e-mail.
2) En mi opinión la brevedad es imprescindible en los e-mails de candidatura para baja tasa de lectura (generalizando) por parte de los seleccionadores, y ser original y marca la diferencia en 2-4 líneas lo veo difícil.
¿Problema de los candidatos por postular indiscriminadamente a ofertas o problema de los seleccionadores por las trabas a la hora de poder mostrar interés por parte de los candidatos?
Muchas gracias, sigue escribiendo, aportando información valiosa y para reflexionar.
Un saludo
Gracias por pasarte por aquí y dejar tus comentarios, Javier.
Entiendo y tienes mucha razón en lo que dices… PERO.
Mientras entres por la misma puerta que todo el mundo -mientras busques trabajo a través de los portales de empleo, de la página web de la empresa-, no tienes mucho que hacer. Te doy la razón al 100%: no hay muchas oportunidades de diferenciarte. Por eso estoy preparando el curso de Aprende a Venderte, precisamente porque veo que la mayoría de la gente no ve alternativas y no sabe moverse en este mercado.
Creo que es necesario parar, llegar a la conclusión de que este sistema no te está funcionando… y preguntarte: ¿qué puedo hacer diferente?
Un abrazo!
Muchas gracias Maria Luisa por los consejos. Yo acabo de acceder a una entrevista inicial, tras un filtro de 400 personas, según me dijo el entrevistador. El cv que les aporte me comento que era distinto a todos lo que había visto, ha habido que dedicarle tiempo a hacerlo pero se puede hay que darle creatividad e ir probando con nuevas formulas. Pero por otra parte por mandato del cliente la empresa no te la desvelarán hasta más adelante con lo cuál te quedas un poco a medias ya que si sabes la empresa igual puedes poner en práctica toda la parte que tu comentas, y aportar lo que haces y en lo que puedes ayudarles a subsanar sus problemas.
Ahora toca esperar a ver si hemos superado y hay segunda fase. Así que te seguriré leyendo y aprendiendo. Espero que el programa te este yendo fenomenal.
Saludos Jesús Mari
Bueno, bueno, bueno, enhorabuena!!! Eres un alumno aventajado! 😉 😉
Ya me contarás qué tal. Fingers crossed!!!
Un fuerte abrazo!
¡Muy interesante artículo, María Luisa!
Lo primero, reconoceré que yo también he llegado a meter la pata haciendo alguna de esas acciones. Aunque no hasta el punto de lo que nos presentas, porque lo de… «por pedir que no quede»… ¡Alucinante!
Es de agradecer que gente que está al pie del cañón en el día a día en los procesos de selección nos recuerde que no debemos hacer, aunque esperaré deseoso el artículo referido a lo que sí debemos hacer. Como tu has dicho, «por pedir que no quede» jeje.
Un saludo y… ¡enhorabuena!
Muchas gracias a ti por dejarme tu comentario. Me alegro mucho que te haya gustado, no te preocupes, que el artículo llegará (jejejejeje)
Un fuerte abrazo!