Así son las cosas, y así de fácil es quedarse fuera del mercado

Hay una competencia que es esencial desarrollar para no quedarse fuera del mercado laboral:

Es la AUTO-ACTUALIZACIÓN.

Me explico:

Sé que sabes que la relación empresa – empleado lleva cambiando años: los trabajos para toda la vida desaparecieron como los dinosaurios, y con ellos, aquello de que la empresa te pague la jubilación y que te ofrezca un longevo plan de carrera.

Lo que no sé si sabes son todos los cambios que se están precipitando desde el fatídico Marzo 2020.

Desde entonces las empresas están inmersas en un proceso de reinvención, reestructuración y adaptación para sobrevivir y -si logran hacer esa adaptación bien-, seguir adelante.

Los cambios en las condiciones del mercado no tiene precedentes, y con ellas han cambiado sus necesidades, sus clientes… y con ello, sus estructuras y su relación con los empleados.

Ese contrato social tácito que la empresa firmaba con el empleado, por el que, a cambio de lealtad y de «hacer bien el trabajo», le ofrecían un puesto longevo y cargaban con la responsabilidad de gestionar su  carrera profesional, es un ANACRONISMO.

Y la situación ha «penduleado» de una relación paternalista a una mucho más pragmática y de negocio (mercantilista, dirían algunos), donde quien no aporta el retorno en la inversión y el valor concreto que la empresa necesita en ese momento, será sustituido.

La creatividad ha sustituido a la lealtad, el intraemprendedor ha sustituido al conformista, la proactividad ha sustituido a la jerarquía.

Aquellos que simplemente sepan «hacer el trabajo» no van a tener ni la mitad de oportunidades que aquellos que logren posicionar su propuesta de valor para un nicho específico de empresas.

Y es que… it’s business.

Ya no nos podemos esconder detrás de títulos ni de años de experiencia: el mercado que antes exigía títulos, ahora exige resultados.

De ahí la auto-actualización, el aprendizaje constante, la humildad para renovar tus galones.

Y sí, esto va a ser incómodo y difícil de tragar para muchos… pero podemos sacar algo bueno (bueno estilo «dar verduras a tus hijos: que se resisten pero sabes que son buenas para ellos»): el antiguo paradigma era, en realidad, una jaula dorada.

Agarraícos a la seguridad de un «trabajo para toda la vida», muchos se limitaban a vivir en piloto automático, conformándose con un trabajo que ni les interesaba, ni les llenaba.

Un trabajo que en su momento pudo encajar con sus expectativas, pero que no ha evolucionado con ellos, que se ha «desintonizado» y les dejado estancados.

Una seguridad que ha acabado con sueños, con ilusiones, con deseos que muchos no se permitieron ni verbalizar.

Dejar atrás (a la fuerza) ese antiguo paradigma te permite RECUPERAR LAS RIENDAS de tu vida profesional y de tu futuro.

Te quita seguridad, pero te da LIBERTAD.

La libertad de mirar hacia dentro y DECIDIR dedicarte a lo que mejor se te da, a lo que más te apetece – a lo que acabes AMANDO.

A cambio del precio de asumir la responsabilidad que antes entregábamos a las empresas.

Pero francamente: ¿no era ingenuo pensar que una empresa va a estar más interesada en tu futuro profesional que tú?

Es el momento de elegir la pastilla roja, abrir los ojos y abrir las oportunidades.

«Pero es que el mercado está muy chungo!» sí – pero lo está igual de chungo para conseguir un trabajo que te encaja menos que a un Cristo unas pistolas, que para conseguir el trabajo que encaje con lo que mejor se te dé hacer, lo que más te apetezca, donde más valor puedas aportar y que te permita seguir creciendo y avanzando.

Y cuando enfrentes tu búsqueda -tu próximo trabajo-, con decisión, motivación e ilusión; dispuesto a remangarte para achicar agua como el que más, con fuerza para sacar el máximo de lo que haya, con humildad para aprender y reaprender para poder aportar el máximo valor y las mejores soluciones… te darás cuenta que eso es exactamente lo que buscan ahora las empresas.

Vale, ML, y cómo se hace esto? (me encanta lanzar preguntas hipotéticas)

Pues ahí va el quid de la cuestión, el truco del almendruco, la parte estratégica: 

En este nuevo paradigma, las oportunidades llegan a través de las personas que conocen tu reputación.

Salvo que estés empezando en tu carrera, en el momento en que te empiezas a especializar – y por descontado en cuanto llegas a niveles de gestión -, olvídate de conseguir ese trabajo que encaja contigo a través de los portales de empleo.

Ese es un proceso defectuoso, diseñado con el objetivo de encontrar razones para eliminarte – y te aseguro que las encuentra, de ahí que un 97% de los CVs que entran en una oferta online, JAMÁS recibe respuesta de un seleccionador.

Los profesionales que están accediendo a las oportunidades en este momento son los que se han dado cuenta que las empresas están accediendo personalmente a los candidatos: bien a través de búsqueda directa, bien a través de una recomendación interna. PUNTO.

No buscan simplemente galones, buscan el máximo de seguridad y confianza a la hora de tomar una decisión de inversión tan clave como es un empleado, y eso lo están encontrando a través de las recomendaciones y las presentaciones de candidatos por PERSONAS, no a través de las aplicaciones informáticas.

Por eso es esencial que aprendas a gestionar tu mayor ACTIVO: tu presencia (marca) profesional.

Debes aprender a demostrar cuán bueno eres haciendo tu trabajo de manera relevante y diferenciadora y hacerlo delante de las personas adecuadas.

APRENDER, sí – no va a funcionar lo que has hecho antes, lo que funcionaba en el antiguo paradigma.

Porque tu CV de estilo antiguo, un perfil de Linkedin de corta-pega, una dudosa preparación para las entrevistas, una débil propuesta de valor… no va a darte las oportunidades que quieres.

Las empresas no sólo necesitan que seas la persona que mejor va a solucionar el problema o necesidad concreta que ellos tienen; quieren ver que encajas con su forma de hacer las cosas, su forma de ver el negocio, sus prioridades y necesidades – y quieren que les gustes, que les hagas sentirse orgullosos de contar contigo (francamente: lo mismo que quieres tú de ellos).

Y la forma que tienes hacerles llegar esa información de ti, te aseguro, no es a través de un CV enviado por un portal de empleo.

Si esto te interesa, te ha removido algo por dentro, te ha hecho darte cuenta que debes cambiar algunas cosas, apúntate aquí para inscribirte en la lista de espera de los nuevos GRUPOS DE MENTORÍA y sé el primero en enterarte cuando abra plazas de nuevo, son muy pocas y vuelan, te lo aseguro!!! 

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Venga, vamos a sacarle el jugo a este 2021 a pesar de todo lo que se nos ponga por medio.

Y hasta entonces:

 

 

 

p.d.: ¿Has leído la primera línea y te has venido directo al final? Pues para que no se te pase: apúntate aquí para apuntarte a la lista de espera de los nuevos Grupos de Mentoría! Sé el primero en enterarte cuando abra plazas de nuevo, son muy pocas y vuelan, créeme!!! 

Te puedes apuntar aquí: >> LISTA DE ESPERA

[Viñeta de Alberto Montt]

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3 comentarios

  1. Pues, si es uno el que tiene que reinventarse, la empresa no lo va a hacer por ti, tampoco es adivino para saber a qué te gustaría dedicarte.

  2. ML, espero que hayas empezado muy bien el 2021.

    Yo sigo en «Fase 4» (ese FB Live ha sido memorable) y siento (debo sentir) que cada vez falta menos para trabajar de lo que amo, que es el amplio mundo de la Geografía.

    No sé si está permitido hacer esto, pero si alguno lee esto, y puede darme una oportunidad, me encantaría que respondiera mi mensaje y poder contactarnos. Hay muchas cosas que no sé, pero muchas que sí; todo lo que aprendí fue autodidacta, desde que tengo uso de razón. Así que eso marca mi perfil como trabajador, siempre fue así.

    Saludos y gracias por otro genial post.

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