¿Recién licenciado? los próximos cinco años pueden ser los mejores
Si te acabas de licenciar, es muy probable que no tengas ni idea de qué quieres hacer con tu vida profesional. No te agobies por ello – la mayoría de los que se han licenciado contigo, está exactamente en esa misma situación.
Pero lo que sí debes tener claro es esto: los próximos 3 a 5 años pueden ser MUY buenos – pero para ello, debes romper con lo que te han dicho hasta ahora.
Aquí van mis DOS recomendaciones principales para ti:
PRIMERO
Esto va a ser lo más complicado: acabarás entendiendo, por las buenas o por las malas, que no vas a tener todo lo que quieres de manera fácil e inmediata, como te han acostumbrado en casa.
Algún día entenderás que para tener éxito de un día para otro, habrás tenido que prepararte a conciencia durante unos 10 años.
O como decía el gran Paco de Lucía: “Llevo practicando 9 horas diarias desde que tenía 10 años. Eso en mi pueblo se llama tener duende”.
Para tener éxito en lo que te propongas, vas a necesitar desarrollar una capacidad muy concreta – que si sólo pudieras desarrollar UNA capacidad, ésta es en la que yo te recomiendo que te centres, que es:
La paciencia
Te aseguro que va a ser lo que te haga llegar más lejos que los demás, porque la mayoría de la gente se queda a mitad de camino – se propone hacer algo hoy, pero cuando mañana no le ha salido, lo deja.
SEGUNDO
Este no es el momento de seguir la recomendación de mamá de: “Busca un trabajo seguro, hijo”. NO ES el momento de buscar el trabajo que va a dejar tranquila a mamá. En serio.
Cuando uno sale de la universidad, cree que ya ha pasado lo peor – que a partir de ahora es (por fin) LIBRE; que se acabaron los exámenes, las clases, los horarios, las reglas… pues agárrate los machos que vienen curvas.
Te has pasado casi dos décadas con una vida perfectamente estructurada, predecible, en la que básicamente te has hecho experto en obedecer y pasar exámenes.
Y ahora tienes que incorporarte a una montaña rusa en marcha, sin reglas escritas, sin horarios que cumplir, sin exámenes que pasar. Donde muchos van muy por delante de ti, donde “lo que es justo” no aplica, donde las cosas cambian cada día y donde quedarse un par de noches más estudiando, no te asegura NADA.
Debes tratar de encajar en estructuras y formas de hacer las cosas que están ahí desde hace tiempo, que no necesariamente encajan con tu forma de ser y como a ti te gusta hacer las cosas, y con gente que no necesariamente te cae bien (ni tú a ellos) ni piensan remotamente parecido a ti.
Sales a una realidad paralela, que probablemente no tiene nada que ver con cómo te la imaginas ni desde luego con cómo estás preparado para enfrentarla.
Y nadie te va a poner una alfombra roja para que cumplas tus sueños.
Y como tus padres saben esto, seguro que ya te han requetedicho y avisado que las cosas están muy difíciles, que mucha gente querrá aprovecharse de ti y bla bla bla. Lo hacen con todo el cariño (soy madre, sé de lo que hablo) pero de este modo, en vez de prepararte para lograr grandes cosas, sólo están pensando en protegerte.
Quieren que evites correr riesgos.
Pero para contradecir a tus padres (perdón, padres): precisamente ahora es cuando puedes y DEBES correr riesgos.
En este momento tienes la mochila vacía: no tienes aún hijos, no estás casado y no le has prometido tu vida al diablo [m. diablo Del lat. tardío diabŏlus: Dícese de la empresa que te succiona la vida y a la que te sientes obligado-barra-muertico de miedo por si te echan y tienes que volver a buscar trabajo]
Ahora es cuando puedes probar, puedes buscar qué te motiva y te gusta hacer.
Ahora es cuando te puedes permitir buscar un piso compartido con otros 4 que están igual que tú – y puedes sobrevivir comiendo del Burger hasta que en unos años tengas que empezar a comer brócoli y batidos de kale porque tu colesterol está por las nubes.
Es decir, que ahora es cuando tienes más flexibilidad para usar el valor más importante: EL TIEMPO.
No te obsesiones por conseguir “EL trabajo” a la primera. Qué narices: si es que el trabajo que puede llegar a ser “EL” trabajo para ti… puede que aún ni se haya inventado!!! O mejor: puede que lo inventes tú!!!
Ahora tu objetivo debe ser obsesionarte con encontrar tus “QUÉ”:
Qué es lo que se te da mejor hacer.
Qué es lo que más disfrutas haciendo.
Qué valores tienen sentido para ti.
Qué entornos te motivan.
Dicho de otra manera – no te centres en el “cuál” sino en el “qué”.
Tu “qué” es encontrar aquello que se te da bien hacer (mejor o diferente que los demás), que disfrutas haciendo, que puedes mantener y mejorar en el tiempo y además, el mercado está dispuesto a pagarte para que lo hagas.
Y en esa búsqueda del “qué” vas a tener que probar distintas cosas. Puede que tengas que viajar, pero desde luego, tendrás que equivocarte y aprender. Aprender sobre ti, sobre lo que te motiva y despierta tu curiosidad.
Y esto es importante: debes tener todos los sentidos alerta y buscar oportunidades en todas las experiencias que tengas – oportunidades que a veces tendrás que CREAR tú mismo, el caso es que es esencial que seas totalmente proactivo con todo aquello que despierte tu curiosidad.
Así es como lograrás descubrir QUÉ te mueve y te apasiona y para ello, debes enterarte de qué va la vaina y mirar más allá de las oportunidades que existen en este momento, para poder llegar a convertirlo en tu modo de vida.
Porque cuando tengas 35 años y te hayas tirado 10 en ese trabajo “seguro” que tan orgullosa hizo a mamá, y estés quemado, saturado, hasta los mismísimos de todo y no te hayas permitido averiguar qué es lo que a ti REALMENTE se te da bien y te apetece hacer, entonces todo va a ser 1000 veces más complicado.
En ese momento no va a ser tan fácil decir “a la mierda” y dejarlo todo para empezar de nuevo mañana – porque mañana tendrás que llevar a tu hijo al partido de fútbol de la liga del cole, y porque el día 20 te pasan inexorablemente la hipoteca y otro millón de cosas con las que has ido llenado tu mochila y ya pesan demasiado como para ponerte a correr.
No es imposible, pero va a ser muchísimo más difícil.
Por eso el momento de no huir del riesgo, el momento de probar cosas hasta que des con tu “elemento”, el momento de trabajar en una startup en la que vas a aprender millones aunque te van a pagar céntimos, el momento de plantearte cada experiencia como un aprendizaje hacia tu QUÉ es AHORA.
Y mientras tanto, ya sabes que te deseo…
Muy buen articulo!
Ojala nos hubieran dicho las cosas así de claras al terminar la carrera para no tener que aprenderlo a base tortas!!!
Creo que también deberías mencionar algo, que a mi parecer según mi experiencia personal, que creo que es muy importante saber incluso antes de salir de la universidad, CULTIVEN SUS RELACIONES PERSONALES, MIMÉNLAS Y HÁGANLAS FLORECER por que esas personas que vas conociendo por el camino pueden ayudarte o ser ayudadas por ti en algún momento.
Un saludo
P
Hay un CEO muy sabio que le preguntaron que buscaba en un candidato
Respondió:
Solo que sea una buena persona, dispuesta a trabajar y madurar.
El resto se lo enseñaremos aquí
Muy buen artículo.
Cuando me pongo a pensar en mi carrera-fuera-de-la-secundaria, es decir, los últimos 12 años, no puedo dejar de decepcionarme.
Y a mí como que me «gusta» hacer test vocacionales por Internet o descartar posibles carreras a futuro, hacer reconfirmaciones de gustos, etc., sólo como para alimentar ilusiones. Pero el asunto es cuando uno tiene que llevar eso a la realidad.
Pero volviendo la vista sobre lo caminado, la verdad que le estoy agradecido a la vida por todo lo que aprendí en este tiempo, aunque todavía sufro sus consecuencias (pero quiero y estoy seguro que voy a salir adelante).
Puntualmente sobre la temática del post, de mis primeros 5 años, sólo 1 «disfruté» o me sentí seguro. Y luego de 7 años completicos de experiencia laboral en escuelas (lo único que he hecho en mi vida hasta ahora), respecto a tus «Qué», me doy cuenta de que:
– lo que se me da mejor hacer
– lo que más disfruto haciendo
– los valores que tienen sentido para mí y
– los entornos que me motivan
no lo encuentro para nada siendo docente.
Reconozco que el 2016 fue el mejor año que tuve en escuelas, pero yo quiero algo mejor para mí. Comulgo con los valores de la educación, pero siento que ya di todo lo que tenía para dar, que alcancé mi techo tanto profesional como motivacional.
La idea no es sentir tristeza, sino hacer las cosas necesarias para llegar al gran cambio. Además, tengo que decir que todo ese «fracaso» condujo también a que te conociera y que aprendiera mil cosas que hubiesen sido improbables si no me hubiese ido mal.
Éxitos para todos!!
PD: Te mandé un mail con copia oculta, espero que lo hayas recibido. Te pido un millón de disculpas, sé que soy pesado, pero intento que las cosas salgan bien. Por las dudas, te lo envío de vuelta.
Me permito contestarme a mí mismo. Leí nuevamente el artículo poniéndome lo más fielmente posible en el lugar al que remites.
Y luego, rememoré lo que fue mi primer año de trabajo (2010).
Mi pregunta fundamental es: ¿Cuánto tiempo (día/s, mes/es, año/s) tiene que pasar para tomar la decisión de cambiar de trayectoria profesional?
Porque si al finalizar mi primer año, me hubieses dicho que el tiempo es 5 años, yo no sé qué te hubiese contestado.
Buenas Tardes María Luisa
Gracias por tu magnifico aporte, lo hare extensivo para los alumnos que recién incorporaré al ámbito empresarial.
Es de gran utilidad inclusive, para la orientación e inserción a los jóvenes que se acaban de graduar y se incorporarán al sector productivo.
Gaby
desde Mi Bello México
Excelente artículo. Totalmente de acuerdo con todo lo que indicas. Muchas gracias, María Luisa!!!
Buenos días Maria Luisa!
Ojalá hubiera leído este post recién licenciada. Al salir de la carrera tenía muy claro lo que quería hacer pero me parece que me tienen reservado otro destino al que me falta atrevimiento para poder completamente llegar a realizarlo. Hace poco me sentía agobiada (y mucho) con eso de ‘perder el tren’. Ahora con el nuevo año quiero ir acercándome a lo que me gusta, conocer lo que se me da bien y por fin, HACERLO!
Gracias por este post! Y feliz día!
Buenos días María Luisa, me ha encantado tu artículo! Imparto clases a futuros licenciados de turismo, y precisamente mi objetivo es «situarles» en este nuevo y cambiante entorno laboral, por lo que cada uno de tus puntos me parecen acertadísimos. Y por otro lado, proporcionarles las herramientas necesarias para que desde YA empiecen a crear y gestionar su marca personal.
Para nosotras es fácil detectar estas necesidades, pero para ellos es complicado, pues sus prioridades están relacionadas con aprobar los exámenes y salir con los amigos ( benditos 20 años!). Yo seguiré insistiendo en mi labor docente, y desde aquí te agradezco tus valiosos consejos, que estaré encantada de compartir con mis alumnos.