¿Tú sabes de qué va la vaina?
Hace unas semanas mandé una encuesta a un reducido grupo de lectores para pedirles feedback – esto, aparte de servirme para mejorar mi oferta de servicios, además me abre una ventana para conocerles – y quiero compartir contigo algunas respuestas y mis conclusiones. Eran todos personas interesadas por uno de mis programas, pero que no se habían apuntado, y les preguntaba sus razones. Aquí algunas respuestas:
Por ahora no necesito el programa porque he conseguido un trabajo.
Me gustaría más un formato tipo “si sigues los consejos pero no consigues un trabajo, recuperas tu inversión».
Me gustaría poder comprar el programa vídeo a vídeo. Y que tuviera promociones más vistosas.
Tengo trabajo hasta Marzo, o sea que me esperaré a entonces para apuntarme.
El programa debería ofrecernos contactos de calidad y una bolsa de trabajo con referencias.
Reconozco que necesito dedicarme tiempo a reorientarme, pero seguro que lo acabo dejando.
Dijo el grandísimo Sir Ken Robinson que “el mundo se divide entre dos tipos de personas: los que dividen el mundo en dos tipos de personas y los que no”; bien pues yo soy de los primeros, y mi conclusión después de muchos años de interactuar con mis lectores, es que, efectivamente hay dos grandes grupos:
Aquellos who get it y aquellos que don’t.
A falta de una mejor expresión en el idioma de Cervantes, son aquellos que pillan de qué va la vaina y los que no.
Hay gente que, con y sin trabajo, con más o menos recursos económicos, más o menos años, experiencia, formación… ya se han dado cuenta que:
1. Alcanzar lo que desean es responsabilidad suya.
2. Si lo que están haciendo no les lleva a los resultados que quieren, deben buscar otro camino.
3. Victimizar y quejarse es entretenido un rato pero ineficaz para lorgrar resultados.
4. Esconder tu insataisfacción profesional detrás de un trabajo alimenticio hasta que te vuelvan a echar para empezar a buscar de nuevo, es la peor idea posible.
5. Si no te pones tú en valor, nadie lo hará por ti.
6. Todo buen profesional está permanentemente trabajando su marca. Tenga o no un trabajo remunerado en ese momento.
7. El tradicional CV-portal de empleo-entrevista-trabajo sólo funciona un 20% de las ceces. Esto es insuficiente. Hay que ir a por el 80%.
8. Si quieres un trabajo buenísimo, debes ser igual de buenísimo buscándolo.
9. Nadie te va a poner un camino de baldosas amarillas bajo los pies. Tienes que construirlo tú.
Y luego están todos los demás.
Los que no se dan cuenta aún de qué va la vaina.
Gente que sigue sin entender que no cambiar su forma de ver el mercado y su vida profesional YA NO ES OPCIONAL.
Gente que sigue esperando que cambien las circunstancias a su favor. Que esperan que los demás se adapten a ellos. Que esperan a no poder esperar más. Que se esconden tras las excusas su cobardía o su miedo.
Gente que no se quiere dar cuenta que otros están consiguiendo los trabajos que ellos quieren – no porque sean más guapos, más altos, más formados o con más experiencia – sino porque han entendido “de qué va la vaina”. Han entendido que son parte de un mercado de oferta y demanda en el que tienen que hacer llegar su producto a sus clientes potenciales.
Que han entendido que son una Empresa de Servicios Profesionales Con Piernas, s.l. y que deben actuar como tal… siempre. Tengan o no trabajo. Cuando tienen trabajo, para asegurar el siguiente.
Que han hecho las cuentas y han visto que tienen por delante 35 años de carrera profesional que va a estar plagada de inseguridad y cambios, y han decidido hacer algo al respecto.
Han decidido aferrarse a lo único que tienen seguro: su reputación y marca como profesionales y sus CONTACTOS.
Pero entendiendo el valor de los contactos. No el del contacto-chuta-currículum, sino el contacto de verdad: el contacto con el que estableces una relación – que es el único que pondrá su mano en el fuego por ti.
La verdad es que me resulta hasta raro estar a estas alturas de la historia (unos 200 posts en este blog es la historia a la que me refiero), hablando de nuevo de esto. De lo básico, del fondo de armario de la carrera profesional.
Pero la realidad es que a diario me escribe tanta gente que doesn’t get it que me preocupa.
I HAVE A DREAM…
Ya te expliqué hace unas semanas en este post, que cuando tienes un sueño, lograrlo no es el camino de rosas que te pintan de “deséalo y el Universo te lo dará” sino que es un camino de cristales rotos – pero a la vez un camino que te hace más fuerte y que te convierte en el tipo de persona que puede alcanzar y vivir ese sueño.
Familia, que estamos en esta vida sólo un suspiro de tiempo. Que nos han regalado una oportunidad única y no tenemos tiempo de repetirla. Y hay que sacarle todo el partido, todo el jugo.
Sentarse a esperar que las cosas cambien, a lamentarse porque no lo hacen, y a sufrir porque ya no estás a tiempo para cambiarlas, es el peor destino que puedes decidir para ti mismo.
SÍ, MERECE LA PENA PERSEGUIR TUS SUEÑOS. Merece la pena no conformarse con un trabajo que te empequeñece, que te explota, que te machaca emocionalmente.
Merece la pena enfrentar el miedo. Merece la pena que luches por ser tu mejor versión, la que se involucra al 100% y lo intenta todo; la que no se deja dominar por el miedo, por la pereza o por la frustración.
Pero para eso, para poder avanzar hacia tus sueños, debes enterarte de qué va la vaina.
Y por cierto, esa es la persona para quien yo escribo. Para quien araño horas de donde no las hay. Para quien saco lo mejor de mí misma para enseñar, acompañar, guiar a lograr esos sueños.
Pues venga, nos vemos en tus sueños.
Más claro, el agua! Si señora. 🙂
Felices fiestas y próspero año nuevo, que va a ser rocoso pero extremadamente intenso y enriquecedor.
Me encanta la traducción «Who get it» con «De qué va la vaina» jajaj.
Además de que llama la atención lo más importante sin duda es el contenido de post.
Muchas frases acertadas y directas. Y por lo que dices, a estas alturas todavía mucha gente sigue con ganas d que se adapten a sus preferencias, o de no valorar su capacidad de lograr cosas.
Por suerte las personas que deciden apostar por por su capital humano (el mejor valor donde invertir), contamos con tus post, consejos y cursos para saber el «know how/cómo» explotarlo.
Y con tus palabras y pensientos seguro que convences a muchos d que deben invertir en ellos mismos de una u otra forma.
Bueno, ya sabes quién soy. Espero que me puedas conocer aún más.
Hoy tuve un día feo. Lo tengo que decir. Así es la vida también. Pero los días feos te sirven para pensar en tu próximo paso. Pues, ahora estoy en ese momento, deliberando sobre mi nuevo trabajo como preceptor (en el que aprendí y disfruté durante 7 meses y medio)… vamos a ver…
Estoy en una gran encrucijada (hace tiempo ya), porque estoy en plena redirección laboral. Y eso hace mucho más difíciles las cosas. Máxime que no sé qué camino seguir. Tú eres una de las personas que me enseñó «de qué va la vaina», y le has quitado el privilegio a decenas de profesores que he tenido en mi (tristemente) vasta formación. Y seré un bendecido si llego a acceder al conocimiento esperado en uno de tus cursos. Yo veo en tí una entrega genuina y completa, sin «retacear» nada. ¿Por qué no existirán más personas como tú? Es que tal vez tampoco haya demasiadas, es decir, no te pueden enseñar algo que no saben………
Pero más allá de los halagos, lo que realmente me preocupa es no poder efectuar realmente «mi» entrega.
Como dije, hoy estoy hecho un lío. Y no quiero extenderme demasiado.
Por suerte, tengo una madre que está entendiendo mis sentimientos; no fue fácil para ella asimilar todo de golpe. Mi padre todavía está como enganchado a eso… Cuento esto porque hace poquito que se cumplieron 7 años desde que me recibí de profesor de secundaria, y 12 años desde que egresé de la secundaria. Y a veces me siento arrepentido del camino que elegí. Pero todo lo que aprendí en este tiempo fue invalorable, jamás lo podría haber aprendido. Gracias a este «fracaso», conocí muchas personas como tú, que me han enseñado de qué va la vaina, y espero poder transmitírselo a mi/s hija/o/s.
Pero creo que es tiempo de dar el siguiente paso. Encontrar aquella tarea, aquel lugar donde pueda explotar finalmente. Siento que estoy cerca de conseguirlo.
Saludos, y felices fiestas para todos!.
PD: Me encantaría que en algún momento escribieras sobre conseguir trabajo en el Estado. Ahora en Argentina hay todo un debate, porque hace más de 5 años que no se genera empleo privado genuino, ya que lo único que se generó fueron empleos «clientelares» o planes sociales… (actualmente, hay 20 millones que reciben dinero público). Tú siempre hablas de conseguir trabajo en una empresa privada, pero en el Estado Argentino no existe eso de los CV’s ni las entrevistas de trabajo…
Me has dejado sin palabras, María Luisa.
No enterarse de que va la vaina es seguir cerril esperando a que alguien resuelva mis problemas, y si tiene coleta, o barba, mejor.
Saber de que va la vaina es la proactividad, tomar decisiones, caerse, levantarse.
La ilustración me la he tenido que guardar en imágenes inspiradoras.
Gracias
Felicidades por tus posts …. son mucho mas que acertados. recomiendo a muchos amigos la lectura de lo que nos escribes.
Alimentan el entusiasmo y las ganas por conseguir los sueños que cada uno tenemos.
Siempre abro tus correos esperando encontrar algo que me motive.
Muchas gracias – FUERZA Y VALOR
Absolutamente maravilloso! Para los que aún no «sabéis de qué va la vaina». Acabo de terminar uno de los programas con Mª Luisa (Programa de Objetivo Profesional) y esto es así chicos/as: tú eres el responsable de sacarle el máximo jugo!! Cómo pretender estar en un programa y que te «regalen contactos y referencias» (pero en qué mundo vivimos!). No será mejor que tú trabajes la estrategia para saber dónde quieres llegar. Te acompañan en un proceso de autoconocimiento y te ayudan a tener otra mirada sobre ti misma y sobre la dirección hacia dónde quieres ir. Es un gran aprendizaje, pero depende de tu trabajo ir consiguiendo tus objetivos.
Me recuerda a un encuentro de compañeros de la carrera unos años después. Algunos me decían la suerte que había tenido por encontrar el trabajo recién acabada la carrera. Desde luego la suerte (la mala y la buena está por ahí rondándonos!) pero resulta que durante mis estudios no me apuntaba a las «marías» sino aquellas asignaturas optativas que me aportaran algo a lo que me quería dedicar, conseguí dos becas para estudiar en dos universidades en España diferentes para darle otra perspectiva a mis estudios de licenciatura. Las prácticas en aquel entonces no eran obligatorias, pero por supuesto me apunté a aquellas que me interesaban para lo que quería hacer, y unos meses antes de terminar la carrera comencé un voluntariado que me ayudara a conocer cómo se trabajaba en una entidad sin ánimo de lucro, sólo por el placer de ayudar y aprender. Y claro, sí, además tuve suerte! 🙂 Porque es cierto, que a pesar de todo, puede que no lo consigas, pero HABRÁ QUE INTENTARLO!