Antes de decidir que el mercado está contra ti, hazte estas TRES preguntas

 

Ahí va una afirmación de esas de pensar con fruición (no de las de leer cual frase tipo Mr. Wonderful que a los 3 segundos ya ni te acuerdas ni ná):

(Los profesionales) debemos estar más pendientes y alerta que nunca de los cambios que se producen a nuestro alrededor, y ser capaces de darnos cuenta de cuáles van a afectar directamente a nuestra profesión y a nuestro valor en el mercado.

Léela de nuevo si la has pasado rápido porque me he puesto seria y todo para que le prestes atención, porque el mensaje es IMPORTANTE.

Verás, la adaptabilidad es una competencia que muchos tenemos en nuestro trabajo «Soy un profesional adaptable y flexible» es una frase muy de CV -, pero cuando estamos hablando de nuestra propia carrera… pinchamos en hueso: no somos NADA adaptables, y como resultado, el  día que nos quedamos sin trabajo, tratamos cual gato panzarriba de volver a hacer lo mismo que llevamos haciendo los últimos 10 años…

… para darnos cuenta que nos cuesta muchísimo volver a entrar en esa posición, que el perfil que buscan las empresas ya no es exactamente el tuyo, o que ya no logras oportunidades con un nivel salarial que te compense.


Lo hemos visto ocurrir con negocios enteros, con profesiones enteras, y según siga cambiando el mercado y avanzando la tecnología, será la norma.

Todos hemos oído casos conocidísimos como fue el de Kodak o Blockbuster, que aunque son marcas comerciales, son un buen ejemplo para que lo entiendas porque

los profesionales también tenemos nuestra marca, que además, es nuestro activo más importante

(sí, más que tus títulos, tus certificaciones, tu nivel de inglés, tus años de experiencia, los grandes equipos que has gestionado o la big four en la que has trabajado. Tu activo más importante es tu marca profesional. Apúntate esto bien grande).

Por eso quiero que entiendas que las reglas que permiten a las marcas aumentar su reputación y el interés de su mercado por ellas, también se pueden aplicar a las personas.

Del mismo modo, las reglas que hacen que importantes marcas pierdan el interés de su mercado y dejen de ser compradas, se aplican también a las personas.

Por eso te explico esto hoy, ya que dada la situación que estamos viviendo no podemos limitarnos a mirar para otro lado, esperar que no nos pase a nosotros, porque es precisamente reaccionar tarde lo que mata las oportunidades. 

[Si te interesa este tema, si te preocupa cómo mantener tus oportunidades en la situación actual, tienes que ver mi vídeo >>CÓMO CONSEGUIR TRABAJO Y ASEGURAR TU CARRERA EN PLENA RECESIÓN porque te va a dar MUCHA claridad]

Estas son las TRES REGLAS DE ADAPTACIÓN que debes preguntarte a ti mismo si estás siguiendo para que tu marca profesional se mantenga interesante, relevante y empleable en el mercado: 


PRIMERA PREGUNTA:

 

Tus empresas objetivo están pasando un momento delicado – de hecho, todo el mercado las está pasando canutas.  Por eso en este momento no necesitan tanto los títulos, los años de experiencia ni los grandes nombre: lo que necesitan son actitudes de lucha, de auto-motivación, de ilusión, de positivismo.

 

Las empresas necesitan gente apasionada por lo que hace y dispuesta a luchar por seguir adelante y ayudar a las empresas a salir a flote.

 

Mientras tu mensaje siga centrado en tu valor objetivo (estos son mis títulos, esta es mi experiencia, estas son mis responsabilidades), no lograrás impactar en la gente adecuada.

Y mientras sigas escondiéndote detrás de tu CV y de un perfil de Linkedin robótico, que no transmite nada sobre cómo ERES como persona y profesional, qué te mueve, qué es imporante para ti y qué puede esperar la empresa de ti, no lograrás transmitir lo que buscan.

 ¿Estás mostrando y demostrando que la empresa puede esperar de ti compromiso, entusiasmo, motivación y lucha?

 


SEGUNDA PREGUNTA:

 

El mundo está cambiando. El mercado está cambiando. La manera de hacer las cosas está cambiando.

Las necesidades de los consumidores y por tanto, los productos y la forma de entrega de los mismos por parte de las empresas, está cambiando.

 

Seguir aferrándote a lo que hacías, y seguir empeñado en el mismo camino sin tener en cuenta cómo están cambiando las cosas alrededor, limita demasiado tu recorrido.

 

Por ejemplo: tal vez te has tirado toda la vida llevando las nóminas y los seguros sociales en empresas pero ha ido desapareciendo la necesidad de tu puesto porque es un trabajo que la mayoría subcontrata.

Pues antes de que tu puesto pierda el valor en el mercado, piensa cómo puedes PIVOTAR y empezar a formarte tal vez en temas de experiencia del empleado, que es algo actual, fresco y que empieza a ser muy demandado en el mercado.

¿Te mantienes informado de las tendencias y los cambios en tu profesión, en tu sector y estás consistentemente aprendiendo nuevas competencias y contenidos que te permitan PIVOTAR entre puestos si lo necesitas?

 


TERCERA PREGUNTA:

 

Kodak debía haber aceptado que cambiaban los intereses de sus clientes y haber pivotado mucho antes hacia el mundo digital, pero le faltó… humildad.

Y puede que eso te esté ocurriendo a ti.

De hecho, es posible que según lees esto, tu ego te esté mandando mensajes de cinismo e incredulidad – “ya cambiaré cuando vea que hay que hacerlo”, “se cree que las cosas son así de fáciles”, “mira, al menos tengo un trabajo, yo me agarro a eso”…

Y muuuuuuchos más mensajes que te va a seguir mandando en cuanto empieces a plantearte que “algo de esto puede ser verdad, tal vez tengo que empezar a considerarlo”

 

Será entonces cuando el ego ataque con más virulencia, porque su función es evitar a toda costa los cambios, y  querrá aferrarse a los éxitos pasados, tendrá miedo a perder todo lo invertido («con los años que he dedicado a formarme en esto, a trabajar en esto…»).

 

Pero no puedes ser la hormiga que tiene la pata enganchada en las vías del tren y cuando lo oye acercarse piensa: “si descarrila el tren, que descarrile”.

Familia, el tren no descarrila – el tren nos lleva por delante. Por eso no esperes al último momento cuando ya tienes el tren encima y ya no hay nada que puedas hacer por salir de las vías.

Y no hablo de obsesionarnos – hablo de ser más listos.

Hablo de mantenerte al día.

Hablo de mantenerte conectado con tus contactos del sector, de escuchar lo que se dice, lo que se cuece, cómo funcionan las cosas en las distintas empresas.

Hablo de que no te quedes sentado esperando que “no te pase a ti”.

Hablo de que no esperes que la empresa ponga tus necesidades individuales por encima de las de la organización – y no es porque sean malas personas, es porque es su función.

Hablo de que seas capaz de tener una “macro-visión” de lo que está pasando en tu sector, en tu industria para poder ser estratégico, para poder estar preparado en el momento en el que oigas que se acerca el tren.

Por eso, la tercera y última pregunta que debes hacerte es: 

¿Estás dispuesto a aceptar el cambio, a adaptarte a las circunstancias antes de que las circunstancias pasen por encima de ti?

 


 

Espero que esto te haya SERVIDO, te haga pensar y reflexionar, pero sobre todo que te mueva a ACTUAR. 

Fuerza y valor!!!

P.s.: Si esto que te he contado te ha parecido interesante y crees que ha llegado el momento de mover ficha para que no te pille el tren, haz clic aquí para que te mande un vídeo nuevo en el que te explico cómo proteger tu carrera y seguir avanzando en plena recesión 

No te lo puedes perder, tiene información valiosísima, hazme caso 😉

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. ¡Cómo me gustaría que generaras un curso en 2021 para todos los que estamos en Fase 4! O por lo menos, una masterclass sobre el asunto. Veo el panorama tan negro para el año entrante…. Y mira que 2020 tuvo sus complicaciones, eh, pero yo creo que va a ser peor…. Brindaré con la copa arriba, de todos modos, por los éxitos logrados este año.

  2. Hola ML!! Hace mucho no pasaba por aquí, este post tiene más de 2 meses.
    Pues está genial lo que has escrito aunque a mí no me sirve mucho por no estar en esa situación. Yo estoy justamente en el lado opuesto, en la docencia, donde todo ya está hecho e inventado y nunca habrá cambios ni aunque caiga un meteorito gigante. La docencia me estanca, estanca a los que queremos cambiar. Es como estar fuera del mundo.
    Por eso lo mejor que puedo hacer ahora es buscar nuevos caminos que me permitan crecer y desarrollar todo el potencial que tengo, buscar desafíos que muevan mi congelada alma.
    Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *