¿Tú eres protagonista o secundario?
Esta tarde, mis alumnos de la tercera edición del Programa Aprende a Venderte van a tener una oportunidad excepcional: un hangout privado con el pionero en marca personal Andrés Pérez Ortega (y conmigo también, humildemente compartiendo pantalla con alguien a quien tanto admiro), en el que hacernos las preguntas concretas que tengan sobre sus casos particulares.
Una alumna que nos adelantaba sus preguntas, me decía “¿Realmente tan decisivo es esto de la marca personal?”.
Y yo me paro, y pienso, y me digo: pues ahí va mi post.
CÓMO HA CAMBIADO LA PELÍCULA:
No nos queremos dar cuenta de dos realidades apabullantes que mueven el mercado:
Primera, que las empresas no contratan formación: contratan personalidades.
Segunda, que el 80% de los puestos se los dan a personas que han sido recomendadas por alguien.
Es mi caballo de batalla lograr que mis lectores y clientes os deis cuenta de lo que esto implica en vuestra búsqueda de empleo. Que os deis cuenta que esto cambia por completo la película y nuestro papel en ella.
Hay que pasar de ser el secundario que está sentado en el fondo para hacer bulto, a ser el prota de la peli.
En la práctica, para cualquiera que esté buscando activamente o pensando en cambiar de trabajo… qué narices, para CUALQUIER PROFESIONAL, por contento que esté en su puesto de trabajo y piense que le va a durar toda la vida (no), resulta que ahora, del 2016 en adelante (porque mirar para atrás ya poco sentido tiene), tiene una tarea que añadir a su vida profesional, una tarea CRÍTICA:
Tiene que mantenerse empleable* (y mira que odio esta palabra pero a falta de encontrar una mejor…).
Mantenerte empleable no en el sentido de actualizar tus conocimientos (que eso, para cualquiera que esté en una profesión que le gusta, lo doy absolutamente por sentado), sino en el sentido de mantenerte visible en tu sector, mantenerte bajo el radar de la gente que toma las decisiones, mantener tus contactos “calentitos”, mantenerte con las orejas siempre abiertas a nuevas posibilidades, a hacer nuevos contactos, a seguir tratando de que tu reputación llegue a más gente cada vez.
Significa que poner en tu perfil que estás “en búsqueda activa” de empleo debería ser una obviedad, una redundancia.
Todo profesional debe estar permanentemente en búsqueda activa.
No significa que estés enviando CVs todos los días, significa que estás activamente manteniendo tu nivel de empleabilidad ALTO. Significa que –aunque no sea con la misma intensidad cuando tienes trabajo y cuando no-, sigues provocando que surjan oportunidades.
¿PARA QUÉ?:
Te voy a decir para qué debes hacer esto:
PRIMERO
Si ahora mismo tienes trabajo, voy a darte una mala noticia: te vas a quedar sin él. Seguro. Cuenta con ello. Es la única certeza en un trabajo: que se va a acabar (funcionarios, abstenerse).
No es que sea negativa, es que es ley de vida. Es que la empresa cambiará y dejará de necesitarte. O el mercado la obligará a dejarte marchar. O tú cambiarás y querrás otro trabajo. No sabes cuándo, pero va a pasar.
Y cuando ocurra, ¿quieres arriesgarte a ser de las personas que ven pasar los meses, los AÑOS en la desesperación de ver que no logran volver a ser contratados?
Te aseguro, que mantenerte empleable* mientras estás trabajando, es un precio muy bajo que pagar, para evitar que eso te ocurra.
Conservar un trabajo no depende de ti, pero ser capaz de pasar al siguiente con rapidez, sí.
SEGUNDO
Si no tienes un trabajo, y lo estás buscando, lo tienes más claro: ESTÁS en búsqueda activa.
¿Pero vas a buscar trabajo HOY como lo hacían tus padres y tus abuelos? ¿De verdad el mercado es igual? ¿De verdad la forma de comunicarnos es igual, el tamaño de la oferta y demanda es igual, lo que buscan las empresa es IGUAL?
Claro que no.
Entonces, ¿cómo te extraña que no tengas resultados?
Mientras sigas dándole al botón de “Enviar CV” en los portales de empleo como si fuera un juego de matar marcianitos (yo es que soy de las que jugó al Atari) como estrategia principal de tu búsqueda, seguirás sin ganar a este juego.
Mientras no seas capaz de mostrarle al mercado qué tipo de profesional eres, y cuáles son las razones por las que eres la persona adecuada para solucionar los problemas que tiene la empresa, no estás realmente haciendo búsqueda activa. No estás trabajando tu empleabilidad*.
Mientras no hagas esto, sigues siendo el secundario del fondo que sólo está para hacer bulto.
Trabajar esa empleabilidad* significa ser capaz de mostrar una sólida, relevante y coherente marca personal, y esto, como ves, hoy en día es CRÍTICO para todo profesional.
Volviendo a las dos realidades apabullantes que te decía que mueven el mercado y que te afectan directamente:
¿Cómo puedes mostrar al mercado esa personalidad, esa forma de ser y de hacer las cosas que es única en ti y que es lo que están buscando los seleccionadores? A través de tu imagen pública, de tu marca. De lo que compartes, lo que cuentas, lo que demuestras, lo que enseñas, lo que te interesa, lo que tienes que aportar.
¿Cómo puedes tener una red de contactos sólida y estratégica que serán los que puedan hacer esa recomendación que te abra la puerta de ese mercado oculto que es donde realmente se corta el bacalao? De nuevo: a través de tu imagen pública, de tu marca. Cuando muestres con claridad lo que eres capaz de hacer y aportar y entiendas las claves del networking, te podrás acercar a los contactos relevantes en tu sector y podrás establecer relaciones con ellos. Podrás lograr que se fíen de ti y se interesen por ti a través de tu marca y tu reputación.
Es decir: mientras no te pongas a trabajar en tu visibilidad profesional, en tu MARCA, nunca te elegirán como prota de la película. Así de importante crítico es HOY y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo.
Cada película tiene UN protagonista y cientos de secundarios. Tú decides cuál de esos papeles vas a representar en la tuya.
Es genial!
Enhorabuena y gracias por compartir tus conocimientos con nosotros.
Creó que hay que divulgar esto y que puede servir para incrementar la motivación.
Lo compartiré en la página de orientación laboral que gestiono. Con tu permiso por supuesto.
Buenas tardes:
Para mi, éste es uno de tus mejores artículos.
Llevas toda la razón. No sólo lo he escuchado varias veces en charlas de profesionales de Social media («eres lo que Google dice de ti»), sino que, además, lo veo en la empresa donde trabajo. Es lógico pensar que aquellas personas que se lucen en las reuniones, que ponen ganas en el trabajo o que son unos cracks en su materia, promocionen o se cambien a otra empresa porque les ofrece mejores condiciones. Sin embargo, y al hilo del artículo, hay personas que son muy visibles porque son «relaciones públicas», es decir, que trabajan bien o mal, toman café con todos y todos los conocen.
Personalmente, no me hace mucha gracia, porque yo no he recibido ese don. A mi me gusta pasar desapercibido (o personaje totalmente secundario). Sin embargo, la época en la que me ha tocado vivir, sé que me exige tener redes sociales, actualizarlas y mostrar mi mejor perfil.
Me encantaría que escribieras otro post más concreto sobre cómo ser protagonista, tanto para los que buscan empleo como los que ya han conseguido alguno.
Muchas gracias.
Un abrazo.