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¿Estás seguro que tu Currículum te está consiguiendo las oportunidades que mereces?

 

Viñeta de Forges

 

Ya has mandado cientos de CVs, te has apuntado a todas las ofertas que encuentras, has mandado candidaturas espontáneas a tu empresas preferidas… y nada.

No te llaman para hacer ni una dichosa entrevista!!!!!

Pues como dice la historia: hay que pararse a afilar el hacha.

 

No sigas talando árboles y preguntándote por qué cada día estás más horas pero cada vez consigues talar menos: párate, revisa el hacha, afílala bien y vuelve a empezar.

 

Pues venga, a afilar el hacha: vamos a repasar el Currículum y a ver si realmente es la mejor carta de presentación que puedes estar mandando.

Voy a simplificarlo al máximo, todo se resume en lo siguiente: ¿qué quiere ver la persona que está leyendo tu Currículum?

 

1. Enfócalo hacia mí, el reclutador que lo va a leer, a mis necesidades. Muchos CVs comienzan con un texto que describe “Mi objetivo” o “Lo que busco”… lo siento, pero yo lo que quiero saber es qué voy a conseguir yo: ¿eres la persona que tiene las competencias y experiencia suficientes para solucionar las necesidades y problemas de mi empresa?.

Si quieres incluir una introducción, que sea para dar una imagen resumida de tus mayores logros y el valor añadido que le puedes aportar a mi empresa. Punto.

2. Explícame las cosas: Si la búsqueda es en tu mismo sector, voy a entender perfectamente todos los detalles que incluyes, pero si estás tratando de moverte de sector, no uses siglas, no des por sentado que voy a entender lo que significan los “palabros” de otro sector. Explícamelo con claridad para que entienda lo que haces.

3. Evita las obviedades y rimbombancias: No pienses que si usas palabras rimbombantes voy a considerar que lo que haces es más importante de lo que realmente es. No digas “completo transacciones financieras satisfactoriamente y conforme a las regulaciones aplicables”: eres cajero en un banco, ya sé que supone!

4. En cambio, impresióname:  Aporta información que sí tiene valor: que el 100% de las veces que cerraste caja no había descuadres, que optimizaste el tiempo del proceso de cobro de cheques. Si te encargabas de formar a las nuevas incorporaciones, ¿a cuánta gente formaste? ¿qué sistema desarrollaste para enseñarles? ¿recibiste a tu vez algún curso para impartir formación?

5. Evita los adjetivos que te describen personalmente: Si pones en tu CV que eres muy trabajador, persona de confianza, leal, perfeccionista… mejor para. O bien puedes demostrarlo de alguna manera a través de tu CV o no sirve de nada, y estás quitando espacio a la descripción de hechos objetivos que son los que van a hacer que te llamen para una entrevista.

6. No ofrezcas referencias: Eso ya es de otros tiempos, los reclutadores te buscarán online y mirarán tus contactos, tus interacciones, esas son tus referencias. Dedica tu tiempo, por tanto, a trabajarte tu marca personal en Facebook y LinkedIn (hablaremos del branding personal más adelante).

7. Vigila el formato: Ojo con los fonts gigantes para ocupar más espacio o fonts enanos para poder “apretar” más y más información en las dos páginas que tienes (piensa que un humano va a tener que leerlo!!!!). Si tienes poca experiencia, si no eres una persona relevante en tu sector, no tienes que llenar dos páginas. Con una será suficiente, pero *jugosa*. Y no te permitas NI UN error ortográfico. E incluye una foto formal y favorecedora.

 

En definitiva: tu Currículum tiene que explicar con claridad qué haces y sobre todo qué puedes hacer para mi empresa. Todo el mundo va a decir que es gente motivada, perfeccionista y buen trabajador en equipo, pero tú debes demostrarlo a través de los resultados obtenidos, para destacar entre las decenas de CVs que voy a leer, y hacer que me valga la pena levantar el teléfono y llamarte.

Fuerza y valor!

 

 

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3 comentarios

  1. Hola María.
    Feliz 2011. Espero que en este nuevo año sigas exprimiendo y obteniendo zumos tan interesantes.

    Me gusta el enfoque de tu post y «casi» todo su contenido. Discrepo un poco con lo de las referencias. Aunque es cierto que es algo del pasado, hoy todavía sigue vigente, más aún teniendo en cuenta que estás dando recomendaciones para un CV tradicional (en papel), por tanto las referencias son muy adecuadas. Quizá en nuestro país no exista demasiada costumbre de usar referencias, al contrario que he visto por ejemplo en países latinoamericanos, pero sigue siendo una herramienta de información muy útil para los reclutadores que saben utilizarlas.
    Ya imagino que otro día hablarás de las «referencias» de un CV digital, de tu huella digital en la red.

    Para acabar añadiría otra sugerencia: ¡diferénciate! estamos cansados de ver CVs cortados por el mismo patrón. Usa tu creatividad para darle un toque personal.

    Un abrazo.

    1. Hola Nacho, y un millón de gracias por tus comentarios!.
      Efectivamente, aquí usamos poco las referencias en el CV en papel, al menos hasta haber pasado a entrevista, ya que consideramos que en la criba curricular ningún reclutador se pone a verificar referencias ;). Yo sí he solicitado referencias en alguna ocasión cuando he hecho selección, pero una vez pasada la primera entrevista si considero que el candidato es un posible match y me puede interesar verificar aspectos de su background… Pero actualmente tendemos mucho más a chequear la huella digital del candidato en la red.
      Un fuerte abrazo y felicísimo año a ti también!!!

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