¿Es el momento de darte una bofetada?

Viñeta de Erlich

 

Las crisis, las desgracias, las putadas malas pasadas que nos juega la vida tienen algo sumamente bueno: te revuelven por dentro. No es bueno al principio, ni pasado un tiempo…ni pasado un poco más de tiempo. A veces ni siquiera cuando ha pasado mucho tiempo. Pero creedme que se puede sacar algo muy bueno de algo malo.

Ya hablé hace meses sobre cómo superar las frustraciones, en este post. Surgió de una situación concreta que me ocurrió, y en este caso es igual. Últimamente el tema de los cambios me ronda mucho – ya véis que mis últimos posts versan sobre ello. Es reflejo de mi propia situación personal y profesional, que en mi caso van muy de la mano – dado que yo soy mi propia jefa, empleada, compañera, responsable de RRHH, administración y finanzas, incluso servicio de limpieza…no tengo que deciros más :), o sea que esto va en primera persona.

Cuando te acaba de ocurrir algo *malo*, al principio estás tan atenazado por el miedo, el dolor, la frustración, la inseguridad, que no ves más allá de tus narices. Te quedas encogido, atrapado en tu auto-compadecimiento incluso cuando a los demás les contestas «estoy bien, voy tirando…«.

Y eso está bien…por poquito tiempo. Está bien que nos sintamos frágiles, dolidos, injustamente tratados; no trates de evitar estos sentimientos. Pero al poco debemos empezar a estirar nuestro cuerpo para que esos sentimientos se vayan evaporando; debemos mirar alrededor, dejar de pensar que somos el centro del universo y que todo lo peor nos pasa a nosotros. Resulta que la vida está formada por ciclos, algunos buenos y otros no tanto, pero como tales, van a pasar y cambiar al siguiente.

«El tiempo no cura nada. Lo que cura es lo que haces en ese tiempo«.

Por eso, lo que debes hacer es tomar las riendas del siguiente ciclo. Date una bofetada en la cara y decide que se ha acabado ese ciclo maligno y empieza otro, y que de este, eres TÚ quien tomas las decisiones.

Si esto que te ha ocurrido, que te ha revuelto por dentro, que te ha hecho cabrearte, sufrir y llorar, no hubiera pasado, es muy probable que no tuvieras ahora mismo la oportunidad de cuestionarte, de plantarle cara a tus circunstancias y de tomar decisiones. Es tan humano aferrarse a lo que uno conoce, auto-engañarse con tal de no cambiar, de no arriesgar, que por desgracia, demasiadas veces es sólo cuando estamos entre la espada y la pared que encontramos el coraje de plantearnos decisiones importantes, cambios que eran necesarios desde hacía mucho tiempo.

Y que conste que no le deseo mal a nadie, eh? Que yo he tenido mi ración doble de reveses de la vida o sea que sé de lo que hablo, pero también sé que hasta que no me han venido mal dadas no me he plantado delante del espejo para preguntarme «¿pero qué demonios haces?».

Si estás justo en ese ciclo traumático, en ese punto en que te han dado una patada en salve sea la parte y aún ni te has levantado del suelo, va por una parte toda mi empatía – ahí he estado unas cuantas veces -, pero por otro lado te digo con el corazón: APROVÉCHALO. Aprovecha que te ha removido por dentro, aprovecha para cuestionarte si como estabas haciendo las cosas es como quieres hacerlas en el futuro, aprovecha esos sentimientos tan fuertes que te ha provocado para dirigirlos en tu favor, y convertirlos en energía para andar hacia otro lado.

Aprovecha para mirarte desde lejos, como si fueras un espectador de tu propia vida. Piensa qué te gustaría escuchar que otros dicen de ti; quieres que digan: «Pobre, no se recupera de esta, lleva hundido meses y sólo tiene excusas para su mala suerte» o prefieres que digan: «Yo no sé de dónde sacó el coraje, pero se puso las pilas, decidió clarísimamente qué quería hacer a partir de ese momento y no ha parado hasta lograrlo».

No se aprende en testa ajena, lo sé, pero espero que al menos te pares a plantearte en qué punto del ciclo estás y si debes darte la bofetada y pasar al siguiente.

Con todo mi cariño si ahora mismo lo estás pasando mal:

Fuerza y valor!!

 

Publicaciones Similares

20 comentarios

  1. Hola María. Hace tiempo que me paso por tu blog y me encanta, por informativo y por sincero. Me parece que estás de bajón y me imagino que eso ayuda a que estés especialmente inspirada. Aunque no tengo trabajo (por eso estoy por aquí), he de decir que me siento muy feliz con el resto de mi vida y que, a veces, incluso me sorprende que no me deprima más mi actual situación laboral. Lo digo porque, en ocasiones, es necesario poner las cosas en perspectiva y ver si realmente eso que nos preocupa tanto es tan importante. Por si te ayuda… y como pago a la información tan interesante de tu blog.

    1. Loli, te agradezco en el alma tus palabras.
      Por desgracia lo que me está afectando desde hace unos meses (el fallecimiento de mi madre) no es fácil ponerlo en perspectiva, pero tienes toda la razón que tengo un montón de cosas buenísimas en mi vida (entre otras, haberos encontrado mi Santo Grial aquí y a vosotros los que me acompañáis, que valéis vuestro peso en oro!!!) por las que seguir avanzando e intentando mejorarme – eso es lo que me pone las pilas cada día.
      Un millón de gracias por pasarte por aquí, por interesarte, por compartir conmigo y ayudarme.
      Un fortísimo abrazo!!

      1. Vaya, lamento que nuestro primer contacto haya sido tan triste. Prometo que esto mejorará y que en el futuro nos echaremos más de una risa…

        1. No, al contrario!! para mí ha sido un primer contacto precioso! alguien que no me conoce de nada ha tenido la sensibilidad de darse cuenta que algo me está afectando y me ha ofrecido unas palabras de ánimo y de ayuda – un gesto de generosidad y empatía que dice mucho de ti!!!
          O sea que de triste nada, Loli!! además, ya has conseguido que me eche las primeras risas porque he entrado en tu blog y me ha parecido muy divertido! XD
          Muchísimas gracias y nos seguimos leyendo, vale?
          Un abrazo!

  2. Pues parece que pasamos por una etapa parecida… en eso llevo un añito, todo cambios y decisiones tras una de esas malas pasadas que mencionas.

    Como sugieres en el post, la actitud ha sido: levántate y continuar con tu vida, pero durante un tiempo algo te paraliza; tienes claro lo que hay que hacer, pero por alguna razón no llegas a hacerlo. No es fácil lo que recomiendas, pero, en mi opinión, es la manera de conseguir superar estos trances. Si te lleva tiempo, te lleva tiempo, pero lo importante es ir avanzando.

    Gracias por el post, nunca viene mal una «bofetada» de éstas. ^_^

    1. Gracias por compartir tu comentario!!.
      Cuando «por alguna razón no llegas a hacerlo» suele deberse a algo: o no estás del todo convencido de lo que crees que tienes que hacer, o no has buscado bien en tu interior, o no estás yendo por el camino correcto, o no te estás facilitando las cosas a ti mismo…
      Efectivamente, es importante avanzar, no quedarse estancado, pero ya que se hace el esfuerzo, a veces parar para coger carrerilla y asegurarse que se avanza por un camino seguro es mucho mejor que lanzarse sin rumbo: te cansarás, te frustrarás y perderás la motivación para seguir avanzando.
      De corazón, me alegro que te haya venido bien mi «bofetada» ^o^

  3. Maria, straight from the heart…

    pero k maravillosa la vida, verdad? …la que comenzamos con una bofetada (en el culete si mal no recuerdo 😉 que nos hace llorar, y en la que después reimos, amamos,…caemos y seguimos adelante…como tu dices

    … y en la que, con el tiempo, y si no tenemos cuidado, nos veremos corriendo contra vanos ideales en una «carrera de ratas», Lucrezio, muchos siglos a.c

    1. Bien dicho! la vida está llena de distintos tipos de bofetadas… las que nos dan y las que nos tenemos que dar nosotros! ;D precisamente para evitar caer en esa famosa carrera de ratas… y así lograr que, como dices, la vida sea maravillosa.
      Te he mandado un correo… desde aquí un abrazo gigante 😀

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *