De la pereza que da buscar trabajo y otros bloqueos
Te ha tocado ponerte a buscar trabajo. A ti también (chít!). Ponerte ahora a cambiar, a adaptarte, a actualizar el currículum, empezar a llamar a gente para pedirles favores, a luchar contra la incertidumbre, a reinventarte…ayyyyyyy!!!!
Con lo desentrenad@ que estás en el tema; la pereza, el miedo, la angustia que te mata…encima no tienes la más mínima confianza en el mercado, en tu suerte, en lo que vales…
Y ahora por dónde leches empiezas?
Pues mira, empieza por acabar de lamentarte, lamerte las heridas y cambiar la actitud. Así no vas a ninguna parte. Ponte en perspectiva: esto no es más que otra etapa, como lo es todo en la vida. Es humano el miedo al cambio y especialmente el miedo a no poder pagar la hipoteca. Es humano echarle la culpa al gobierno, al mercado, a los bancos, a las subprime y a todo lo que se menea ;). Vale, como es humano, permítete un rato de pataleta –un ratito-, y hala, a agarrar el toro por los cuernos: el dueño y responsable único de tu futuro eres tú.
«Nuestras actitudes controlan nuestra vida. La actitud es un poder secreto que, para bien o para mal, trabaja todo el día. Es de la máxima importancia que sepamos manejar y controlar esta gran fuerza».
Tom Blandi
Tú eres quien te conoces, quien sabes lo que vales, lo que puedes ofrecer; lo que has logrado, lo que puedes lograr; lo que te gusta, lo que se te da bien, lo que quieres y lo que necesitas. Ah, que no lo sabes? Pues no hagas nada hasta que no tengas esto claro!!!!
¿Pero cómo, si tengo que ponerme a enviar curris a todo el mundo, tengo que lograr mandar en los próximos siete días al menos 1.000 currículums para estadísticamente conseguir que un 1% me conteste! Ay que no, que no sé cómo decirlo: que no está el horno para estos bollos! Hace años te hubiera dicho que adelante con los faroles, que te pusieras a enviar a diestro y siniestro, pero a fecha de hoy, NO. No sé qué te diré mañana, pero si necesitas encontrar un trabajo medianamente interesante HOY, esta no es la estrategia correcta.
Así como en el mercado inmobiliario el poder de los vendedores ha pasado a los compradores, en el mercado laboral ha ocurrido lo mismo: el poder de los candidatos ha pasado a los reclutadores. Hay tanta oferta de candidatos cualificados que quienes están contratando se permiten ser mucho más exigentes, tomárselo con más tranquilidad: no tomar decisiones a no ser que están totalmente seguros de que la persona que se está llevando su tan ansiado puesto de trabajo, sea exactamente quien mejor encaja con este puesto.
“Ay qué horror, y así cómo encuentro yo nada, es que es imposible, es que esto es horrible, es que para qué me molesto…” ¿Ves? Mal, te has vuelto a ir al muro de las lamentaciones y de ahí no sale nada bueno. Igual de mal está para todo el mundo –el que no tiene más años, tiene menos, el que no tiene un puesto demasiado alto en cambio no tiene experiencia… -, y aún así hay gente que encuentra trabajo, hay procesos de selección abiertos, hay muchas empresas que tienen necesidades de personal, hay oportunidades ahí fuera.
Todos valemos para algo, todos tenemos la capacidad de resolver algún problema concreto…averigua cuál es tu capacidad y sólo entonces identifica quién tiene ese problema…y ofrecerte a resolvérselo (a cambio de un módico precio, of course, por eso es trabajo y no un favor ;).
«Whatever you are, be a good one». Abraham Lincoln
[«Lo que vayas a hacer, sé bueno haciéndolo»]
¿Qué no está tan fácil como quedarse en sofá esperando a que llame a tu puerta el trabajo de tu vida? Pues no, de hecho está difícil, pero ¿imposible? Ni de lejos. Posible, pero si estás dispuesto a levantar el trasero del sofá, si estás dispuesto a ponerte las pilas, a reinventarte, a analizarte, a currártelo. Si estás dispuesto a que tu actitud sea: “Venga, vamos a por ello, ¿qué tengo que hacer?”, si estás dispuesto a aprovechar esta oportunidad para replantearte las cosas, pararte a pensar, reenfocar esta nueva etapa para sacarle el máximo partido posible.
Si es así, seguiremos hablando del tema. Si aún estás en la fase del “qué horror… qué pereza… qué injusto… esto es imposible…”, mejor espera, no hagas nada aún, no tomes decisiones en ese estado, no te pongas a pedir favores, no mandes curris a lo loco. Tienes que lograr superar ese estado y situarte mentalmente para conseguirlo.
Tienes que lograr “el estado Rafa Nadal” (“vengaaaaaa!!!!”): ese estado mental en el que ves que no se da por vencido, que en todo momento está con la seguridad de que va a superar los obstáculos, está con la calma del que se cree que lo va a lograr, del que se ve vencedor. Pues así te quiero ver!!!! En estado Rafa Nadal, porque si realmente te pones las pilas, no es imposible, vas a ser vencedor.
Fuerza y valor!!!!
P.S. ¿Quieres saber más sobre el estado vencedor? No te pierdas el siguiente post!
Sé que son post viejos, pero en estos días me ha agarrao el bajón.
Voy a comentar por partes:
Pues tantos feriados en Semana Santa, y a uno se le da por «meditar». Claro que me conozco, sé lo que valgo, lo que puedo ofrecer; lo que he logrado, lo que puedo lograr; lo que me gusta.
No sé al 100% lo que se me da bien (tal vez un 80%, no ando pidiendo opinión porque estas no son objetivas), no sé exactamente lo que quiero (honestamente, creo que estoy en un 50% o más) y sí sé lo que necesito (o deseo para el futuro). O sea, que de 9 cosas, unas 7 las tengo bien claro.
Mi gran miedo es hacer un cambio para peor. Sé que donde estoy, soy la misma «canción del verano» sonando una y otra vez, diciendo las mismas cosas. Pero cuando visualizo mi «Santo Grial», sucede que tal vez hay cosas ocultas y oscuras detrás que no conozco, así como no conocía las cosas ocultas, oscuras e insoportables (para mí) de ser docente.
Si fuera empleador, me gustaría que mi empleado se sintiera a gusto en mi empresa, porque rendiría mucho más. Eso fue exactamente lo que nunca hicieron por mí. También me gustaría tener al de mejor desempeño, claro. Es natural que así sea. Ahora: ¿quién va a contratar y a pagarle «bien» a un don nadie? Porque cuando emprendes un cambio de carrera, tus títulos y hobbies te los puedes guardar bien en el bolsillo, porque «no sirven», dirían ellos.
He encarado nuevamente una reflexión honesta conmigo mismo, y llego a similares conclusiones. Siento que estoy «enamorado» de una ilusión. Porque, si vamos a lo «estadístico-emocional», en estos 6 años de actividad profesional no he tenido éxitos. Sólo conservo con cariño la etapa de residencias (hace pufff de años…). Y esa ilusión que tengo es peligrosa, porque por un lado me ciega, no me deja ver la «real» realidad, y por el otro me hace pensar que debería quedarme.
Me cuesta mucho tener el estado Rafa Nadal, porque no sé qué partido quiero ganar. Sé que quiero ganar el partido, puedo mostrar ese echadopalantismo si hay una lucecita, pero no sé a qué deporte estoy jugando.
En otro lado, leí si podría ser una posibilidad combinarlo todo. Mi respuesta es no. Quiero un gran cambio. Lo malo es que me considero bueno para muchas cosas (unas 10, por decir), y podría caber en cualquier empresa. El tema es que no tengo formación específica alguna; sólo llevo en mi maleta mucha buena voluntad, honestidad y profesionalidad.
PD: perdón el extenso mensaje, pero expresarme es un alivio para mí.
Hola María!!
Soy Jorge (@jmijarra). Me alegro que estés bien y de vuelta al trabajo.
En cuanto a lo de buscar trabajo, es una tarea ardua y tediosa, además que desesperante…. No te llama nadie, y solamente ofrecen becas. Pero, por otro lado, el que no lo intenta nunca podrá quejarse de que no le llaman.
Me gusta tu blog! A ver si te pasas algún día por el mío y dejas tus comentarios 🙂
Un abrazo!
Querido amigo, a mí también me encanta tu blog :).
Gracias por estar ahí y tan pendiente; seguiremos compartiendo…
Un besazo!
Me ha gustado mucho cómo explicas el proceso de inicio en la búsqueda de trabajo. La idea principal queda muy clara gracias a la forma que tienes de narrarlo.
No sé si sabes dibujar pero se podría crear una página de cómic con lo que explicas y colgarla en todas las oficinas de empleo. Sería mucho más útil, motivador y rápido de entender que todos los papeles que te dan.
Yo lo titularía «El estado Rafa».
Es muy cierto todo lo que dices. Además el ejemplo de Rafa es perfecto porque se ha pasado largas temporadas sin jugar ningún partido pero cuando vuelve está en ese estado en el que siente que lo puede conseguir todo.
El problema es el tiempo que necesita una persona desempleada en llegar a ese estado. Normalmente las presiones de todo tipo que recibimos nos impiden llegar a ese estado y empezamos la búsqueda mucho antes y de ahí los malos resultados que se consiguen. Pero eso ya sería tema de otro post de este gran blog.
Marcel, qué razón tienes. No es fácil tener la valentía de pararse a pensar, a cuestionar, a replantearse las cosas – incluso a pedir ayuda externa, si es necesario, para ser capaz de ver el «big picture», que se dice. Y lo malo es que mientras sigamos la misma dinámica -me pongo a mandar CVs a diestro y siniestro, me apunto en todas las webs de empleo y contesto a todas las ofertas que vea, le digo a todo el que conozco que me ayude a encontrar un trabajo…-, esto nos succiona la energía, el poco ánimo que nos queda a veces, el tiempo y las esperanzas.
Lo dicho: qué razón tienes.
Muchísimas gracias por pasarte y compartir!!!
Un abrazo.
Y aquí estoy yo, again, porque lo que escribes en tu post también lo he vivido, he sido las que le entró «depre» cuando perdió el trabajo que tenía que pensaba que era el de mi vida y de allí no me iba mover, la que ha gastado rollos y rollos de papel, la que ha visitado todas las puertas, hasta que me he encontrado con un año, 2009, en dónde he visto y comprobado tantas cosas que quise darle un cambio a mi forma de enfrentarme a los trabajos pero me faltaba algo, y ahí entrastes tú la cual me enseñastes el camino. En éste ultimo trabajo, antes de decir un SI rotundo, tanteé a la empresa, me ofrecieron poco tiempo y sueldo bajo, cuando llamé para dar una respuesta pregunte «¿las condiciones del contrato son negociables?» a lo que la persona de RRHH se quedó pensando «¿como dice?», y le expliqué la situación. No me elevó el sueldo pero si el tiempo de contrato a lo que entonces accedí a aceptar el puesto. Cuando fuí a firmar el contrato me dijo «he hecho un par de llamadas y tiene usted unas referencias muy buenas, aparte que le veo con iniciativa y es una apuesta personal».
Todos tenemos un «algo especial» y es lo que nos va a hacer brillar como las estrellas. Un saludo a todos
Querida amiga,
Ya te he dicho anteriormente que tú vales un montón!! te agradezco en el alma que me digas que te he ayudado un poco, pero al final eres tú la que haces el esfuerzo, la que se levantanta por la mañana… y la que logra -no sin esfuerzo- mantener una actitud ganadora.
Te mando mi cariño y muchísimo ánimo para seguir tirando para adelante.
Un besazo
Muy buenas María,
En prmer lugar decirte que me alegro mucho de que hayas vuelto al trabajo.
Decire que gracias por los ánimos, llevo un mes y medio en paro y lo cierte es que ayer tuve esa actitud, sofá ,roolo de papael higienico, muro de las lamentaciones y un largo etc…
Asi que me ha venido al pelo tu mail.
Muchas gracias e intentaré resolver las incógnitas que pones en tu mail.
Un besazo
Muchísimas gracias por compartirlo, María!!! 🙂
¿Vas mejor? poco a poco, no?
No hay que levantar un imperio en un día (no todos podemos ser Mark Zuckerberg ;D) pero sí que se debe poner una piedra cada día…
Un beso grande y nos seguimos leyendo! 🙂