| |

Reinvéntate. Emprende

Viñeta de Forges

 

Ayer tuve la oportunidad de asistir a una interesantísima y súper enriquecedora mesa redonda organizada por el ESADE Alumni: “Reinvéntate o Emprende”, con la participación del gran Andrés Pérez Ortega, la voz más sensata, irónica, divertida y firme en temas de marca personal que tenemos en este país, y Alejandro Suárez, referencia necesaria para todo el que lleve el gusanillo de emprender corriendo por las venas. 

Confieso que estaba como niño con zapatos nuevos. Fue una gozada escuchar a estas dos personas con tanto que aportar, con tantas ganas de *hacer*, de mover el mundo, con una fascinante mezcla de sensatez e insensatez, tan necesarias en este momento para salir adelante, para cambiar las cosas. 

Eran dos puntos de vista complementarios pero diferentes: Alejandro habló desde su perspectiva de emprendedor – empresa (el que inicia empresas desde las que ofrecer productos y servicios) y Andrés desde la suya de emprendedor – marca (el que es un negocio en sí mismo, y los servicios los aporta él directamente). Me quedé con una idea básica, que comparto al 150%: 

Si no te ayudas tú, no te va a ayudar nadie. 

Voy a aprovechar esa idea que me parece hasta insultante de lo clara que es, para insistir en ese mensaje. 

Hemos tenido la suerte de vivir épocas de trabajos florecientes, con unas reglas del juego que llevaban décadas escritas en las que sabíamos cómo ganar. Pero ese modelo se fue inflando hasta que nos reventó en las manos, y ya no se puede volver a pegar. No nos aferremos a los trozos que han quedado: lo que hay que hacer es enrolarse en el juego actual, que aún no tiene reglas claras, pero sí dos premisas básicas: 

  • No es lógico ni sensato sacrificar nuestras ilusiones ni nuestro tiempo, y demasiado caro el coste de oportunidad de estar dedicándonos a enriquecer a otros en un trabajo que no nos termina de gustar, satisfacer o compensar. 
  • Es demasiado arriesgado dejar nuestro futuro, nuestro bienestar, nuestra estabilidad económica y emocional en manos de otras personas que, a su discreción –y por mor de los EREs- nos pueden desplumar en cualquier momento y dejarnos en la cuneta desprovistos de recursos. 

Antes o después, todos nos vamos a quedar sin trabajo, es una realidad. Y la verdad, deseo y espero que sea *antes*, cuando aún tenemos el empuje, la energía y la ilusión de tomar las riendas y nuestras propias decisiones. Mejor eso que mantenernos en un trabajo que nos frustra y no nos aporta nada más que un dinero a cambio de nuestra presencia, que nos va minimizando como personas y profesionales y del que nos den la patada con… ¿50 años? Eso sí que será el llanto y el crujir de dientes. ¿Entonces qué? 

No quiero decir que tengamos que rebelarnos contra las empresas, odiarlas, hacernos todos autónomos o montar nuestro propio negocio: NO.

Si te gusta tu trabajo, continúa con él. Si bien incluso aquél que tiene un trabajo por cuenta ajena en el que se encuentra a gusto –que muy probablemente no está leyendo este blog :P- debe plantearse desarrollar su propia reputación como profesional –no como empleado de X empresa- para asegurar su empleabilidad futura.

Pero a quien no tiene trabajo actualmente o quien no está a gusto el él (que levante la mano!), tiene necesaria y obligatoriamente que plantearse las cosas de otra manera. Tenéis que entender que la manera de sobrevivir… qué narices, de VIVIR a corto, medio y largo plazo será pensando en vosotros mismos como MARCA, como un producto que debéis vender: como un autónomo que trabaja para uno (en exclusiva) o varios clientes y constantemente está trabajándose su visibilidad, sus contactos, actualizando y mejorando sus servicios.

No digo que os hagáis autónomos, sino que penséis y gestionéis vuestra carrera profesional como si lo fuerais.

¿Qué esto no es cómodo? No. ¿Qué queréis la tranquilidad y seguridad de un puesto de trabajo fijo? No es incompatible. ¿Qué necesitáis un ingreso seguro al mes y no podéis estar cambiando de empresa o de actividad cada dos por tres? No depende de vosotros a no ser que gestionéis vuestra carrera profesional de esta manera.

Dejad de pensar que una empresa os está haciendo un favor por daros un empleo.

El camino a seguir es este, y os lo digo con la seguridad y contundencia de vivirlo en primera persona:

1. Buscad el empleo o la ocupación que os gusta, que encaja con vuestro ADN. 

2. Curráoslo para ser conocidos en vuestro sector y que os reconozcan como profesionales, independientemente del puesto o de la empresa en la que trabajéis. 

3. Fijad la(s) empresas / proyectos en los que os interesa trabajar y en los que más vais a aportar.

4. Mentalizaos que un proceso de selección es un acuerdo comercial en el que ambas partes tienen que salir beneficiadas.

Y seguid SIEMPRE, independientemente de la empresa (el cliente!) para el que trabajéis, trabajando vuestra reputación y vuestra marca como PROFESIONALES, para que cuando se acabe el proyecto con ese cliente, tengáis otros esperando o listos para que les ofrezcáis vuestros servicios.

Casi nada, eh? Pero es que continuamos con la mentalidad de que encontrar trabajo debería ser fácil, porque es lo justo, es lo que merecemos, pero hay que despertar, y aunque es duro perder la ingenuidad de creer en los Reyes Magos, necesitamos y debemos ser realistas con nosotros mismos y con nuestro futuro. ¿Que hay que currárselo un poco más? Sí. Pero vamos a aprovechar para hacer algo que nos gusta, que nos llene, las oportunidades están ahí! Es cierto que no hay empleos en el mercado pero sí hay TRABAJO (quién ha dicho esto? No es cosecha propia pero es buenísimo!), lo que hay que hacer es demostrar que lo sabemos hacer y vendrán los clientes!

Seguiremos con este tema. Espero que os haya interesado, que os haya hecho pensar, es lo único que pretendo.

Y tengo que acabar diciendo (a quienes os gusta el cine lo entenderéis): AÚ! AÚ! AÚ!

Fuerza y valor!!!

  

Publicaciones Similares

24 comentarios

  1. Qué buena contribución, planeo ser un gran empresario, decidí estudiar la licenciatura de Negocios Internacionales a distancia en la UTEL, gracias por el blog! http://www.utel.edu.mx

  2. María, muy acertado el post, yo estoy de acuerdo total con el artículo que has publicado, va a ser una realiadad en un mercado cada vez mas competitivo, lo resumo en una frase; abre la mente, cambia con los cambios y no bajes la guardia! Saludos.

  3. Me encanta leerte MAría Luisa, me lena de entusiasmo porque me identifico con tus ideas, y me levanta el ánimo cuando estoy en esos días bajos en los que no ves muchas salidas. Gracias!!!

    1. Querida Laura,
      Gracias de corazón por pasarte, leerme y poner este comentario. Sé – por lo que leo en tu blog – que estás en un momento complicado, sopesando los pros y contras de tu situación. Como tú misma decías en el post que escribiste sobre mi ponencia en el Pink Slip Party (un millón de gracias por compartirlo), cada uno debe digerir las cosas y adaptarlas a sus propias circunstancias. Desde fuera es muy fácil decir «haz esto» o «no lo hagas», pero al final del día, tú eres la que cierras la puerta de casa y te quedas dentro viviendo las consecuencias de tus decisiones, por tanto, que seas tú y tu corazón quienes sopesen, digieran y decidan.
      Espero que me vayas contando cómo te va.
      Gracias de nuevo por tus palabras, nos seguimos leyendo!

  4. Tras leer y releer este artículo con atención creciente, quiero al menos dar la enhorabuena porque creo que su contenido es, como mínimo, mordaz.
    Me explico: En este momento tengo la ¿suerte o desgracia? de estar formando parte de la mayor empresa de este país, y escritos de este tipo me llevan al menos a replantearme si los pasos que estoy siguiendo son los adecuados y si no debería de ampliar las miras en busca de nuevos horizontes profesionales.
    Tras 21 años ininterrumpidos de experiencia profesional, te encuentras de repente frente a una situación que no sabes ni cómo afrontar. Después de varias entrevistas en las que he escuchado aquello tan de moda de “tienes demasiado perfil para lo que estamos buscando” (pero, por supuesto, te han hecho ir hasta allí para decírtelo en la cara), te das perfecta cuenta de que, efectivamente, lo de enviar curriculums de aquí para allá no deja de ser una lotería, en la que tus probabilidades van en función de la cantidad de inscritos que, tal y como está el patio, pues …
    Así que, al menos, leyendo este tipo de “arenga a las tropas (me uno a tu “aú, aú, aú” que soy cinéfilo)” a uno le da por ponerse a pensar que sí, que quizás no sea tan descabellado enfocar su vida profesional hacia otros derroteros en los que pueda tener alguna opción más de las que actualmente tiene.
    Y a mayores, como soy de los que dicen que nunca debes dejar de aprender, pues entre una cosa y la otra al menos te quitas el pesimismo de encima y cambias el enfoque.
    Lo dicho, artículos de este estilo que intentan aportar un poco de luz son bien recibidos, que para la cruda y triste realidad, ya tenemos el día a día.

    Saludos.

    1. Alfonso,
      Muchísimas gracias por pasarte y compartir lo que piensas… y lo que estás pasando.
      Te honra que a pesar de la situación seas capaz de abrir tu mente y aceptes ver las cosas de otra manera – parece de cajón, ya que únicamente es para tu propio beneficio y aumentar tus posibilidades, pero aún le cuesta a muchísima gente darse cuenta que lo más importante es no tener miedo a darse una oportunidad.
      Espero que las cosas te vayan como tú lo deseas, y si quieres, ve contándomelo, que me hará mucha ilusión.
      Un fuerte abrazo. Aú! Aú! Aú! 😀

  5. Hola! Pues vaya, debo ser la excepcion porque yo tengo un buen trabajo en el que estoy agusto y estoy leyendo esto! Bueno, hoy se ha caido la red y no podemos trabajar, asi que eso ha ayudado ^^

    Un par de matices:
    1. Ley hace unos años sobre temas de emprendurismo y tal, que los expertos desaconsejaban iniciarse en el tema de crear una empresa cuando se esta en paro o se acaba de ser despedido, porque la presion era mayor, la posibilidad de desmoronamiento ante el fracaso tambien mayor (tendría q salir bien si o si), etc. Es decir, q las condiciones psicologicas no eran las mejores para emprender.

    2. No me gusta que en este tipo de articulos se demonice a los empresarios, sobre todo con los estereotipos que aqui aparecen (eres’s, se aprovechan de tu trabajo, son ogros a los que exterminar, etc.) basicamente porque lo que estas pidiendo precisamente a la gente es que se conviertan ellos mismos en esos «ogros», es decir, que pongan en riesgo su dinero y trabajo (como los que ahora le estan dando el empleo) para crear riqueza «para todos». Esa mentalidad de «empresario malo-trabajador bueno» que esta tan difundida en España es una de las principales lacras de ese país. De hecho yo me he planteado que jamas crearé una empresa alli, porque para que me consideren un ogro me quedo en casa. En cambio fuera de España esas cosas se ven de otra manera y se emprende con «mas gusto».

    En serio, si de verdad quereis ayudar a las almas emprendedoras, atacando a los que «emprendieron antes» no es lo más acertado.

    Un saludo

    1. Respuesta a ElReyestáDesnudo

      Hola. Realmente me ha encantado tu comentario, realmente lo suscribo en su mayor parte y no dejas de tener razón en casi todo. Simplemente me gustaría hacerte un par de matizaciones.

      En primer lugar, yo creé mi empresa hace 2 años y 3 meses; ahora somos 4, encima trabajo alrededor de cosas de humanos y la verdad, es el lugar donde todo el mundo dice saber todo, por lo tanto la competencia es bestial. A su vez, aparecen constatemente palabros que yo sigo sin entender sobre coaching y elixires de la vida varios. He estado en ambos lados de la mesa, he visto EREs, negociaciones largas, tipos de trabajo, implementaciones de Calidad o PRLs, koutxings y mil cosas más en una gran empresa de Automoción. Yo era un RRHH, e incluso fui profesor de Master de estos temas, pero decidí crear y es lo mejor que me ha pasado en la vida.

      Cada día es nuevo y cada día es el último, casi sin ayudas y sin los famosos contactos por los que este país se ha ido a la mierda. Ahora mismo y pese a todo soy feliz, y aunque esta semana haya estado cabreado con el mundo, porque tocaba pagar hasta cosas insospechadas, pienso que de una manera u otra contribuyo a crear e innovar en tiempos de ira.

      Hace años, Javier Elzo -para mí uno de los mejores sociólogos de España- escribió en El País que para definir una hipótesis hemos de hacer un diagnóstico previo de situación, lo cual en el tiempo en que él lo escribía, era casi un chiste, ya que nos hacían pensar que todo era fácil y éramos un país de ricos. Según su artículo, decía que los jovenes vivían, estudiaban y se casaban a 3 metros de su casa: la novia deseada por la familia, el coche ideal, el adosado, niño y niña y perrito, un país que luego se convierte en gente acomodada y de funcionarios (odio esa palabra, porque en los muchos trabajos o contactos que tengo con ellos, es gente altamente capacitada y profesional) pero en fin, ¿para qué salir a 10 km si tengo todo aquí?, eso fomentaba los localismos y casi el odio a lo lejano sin llegar a la palabra exclusión.

      La crisis nos ha hecho o nos está haciendo reinventarnos y simplemente trabajar, lo cual hacíamos mal: ¿cómo puede salir adelante un país donde meter horas sin ton ni son esté bien visto y salir en hora, mal?… la crisis ha hecho que mucha gente valiosísima se quede fuera, y que antes en nuestra escalera sólo existía felicidad, pero ahora todos conocemos mil casos terribles. Salirse del mercado es una putada.

      El problema de estos mensajes en la red, es que mucha gente constatemente emite frases vacías de contenido, en plan: «crea, innova…» pero luego vas al banco y no te dan nada. ¿Y tus ilusiones? El que haya mensajes como el de Zumo de Empleo son necesarios, pq necesitamos optimismo y esperanza, ya que el pesimismo es bestial y con este tipo de mensajes, al menos regeneramos ilusión.

      La cosa es leer a gente que de alguna manera ayuda. Hay gente que colecciona agregados, gente que simplemente manda frases, o gente que intenta con una frase crear o hacerse millonario a costa de los miedos de otros. Otros que aunque hablen de una manera cínica son absolutamente creíbles, tipo los sensei o marcapersonal y simplemente es ser listo y ver a quién eliges para leer y creo que la gente ahora es impresionantemente lista.

      Así pues, y después de este rollo (además con algo de resaca), este tipo de post si de algo pecan es de exceso de optimismo, es obvio que vas a una entrevista de trabajo y no es una situación de igual a igual, o que debes negociar… u otras cosas que se dicen, pero es verdad y reitero que sin este tipo de mensajes, llenos de optimismo y esperanza nos caemos, sin gente que sonría nos caemos y sin gente como tú y quizás como yo que diga «estoy contento», esto se cae.

      El mensaje que mandamos a nuestros clientes, es de ayuda u optimismo, si hemos entrado en el mercado con la oferta que hay es pq quizás mandamos un mensaje lleno de contenidos distintos y frescos, sonrientes y para una nueva generación en su visión y valores en la vida.

      Así que entendiendo tu postura, pq soy «empresario» o estoy loco por que, convendrás conmigo, el precipicio corre cada día a la par nuestra y en España, no es como USA, que el fracaso es la antesala del éxito y aquí somos como somos…»cultura».., pero… pero… me quedo con la alegría y el optimismo de la Zumi, porque hay gente que necesita alguien que sonría y diga, oye… estoy jodido pero mira, me divierto o lo intento, no sé, Reydesnudo, prefiero eso a empezar con Japón, Libia, Costa de Marfil, Construcción, ZP y Rajoy, Autonomías, Bancos y Cajas, Fusiones Frías o Calientes, luz, gasolina, alquiler, seguros,hipotecas y encima el niño enfermo… uff… oye, prefiero a la Zumi y su sonrisa, prefiero que haya gente que hable de realidad, pero en plan: «si curras, quizás llegues a meta y si lo logras… ole tus cojones¡».

    2. Hola y muchísimas gracias por pasarte por mi cibercasa y compartir tu opinión.

      Leiste hace años que cuando uno pierde su trabajo no debe tomar la decisión de emprender. Esto me da totalmente la razón: el problema viene porque pensamos que nosotros somos nuestro puesto de trabajo.

      Por encima de un puesto de trabajo, de una empresa, somos profesionales. Profesionales que ofrecemos el servicio que mejor somos capaces de hacer, a unos y otros clientes. Perder un trabajo sólo debería suponer perder un cliente. A lo mejor era nuestro cliente en exclusiva, a lo mejor llevábamos mucho tiempo con ese cliente, estábamos muy comprometidos y le habíamos cogido cariño. Pero al fin y al cabo sólo era un cliente.

      Imagínate una agencia de publicidad. Tienen una cuenta muy importante, con la que llevan años, con la que han llegado a sentirse completamente identificados, comparten valores, etc. Pero las cosas cambian, los mercados cambian, las necesidades cambian, y esa cuenta deja la agencia y se va a otra.

      La agencia debe cerrar por eso? debe limitarse a hacer lo que conoce, lo que le funcionó en el pasado, y no plantearse si hay algo que deba cambiar o mejorar? debe esperar a que le lleguen más clientes por arte de magia?

      No, la agencia lleva desde el principio trabajando su estrategia comercial para captar nuevos clientes, además seguro que aprovecha esto para pulir algún defecto y para buscar algo novedoso que ofrecer. Es cierto que le costará el disgusto de haber perdido al cliente, por supuesto, y que económicamente a lo mejor se queda en una posición mucho más débil, pero si sabe encararlo bien, saldrá adelante.

      Pues nosotros igual. Pero no: porque no nos comportamos como profesionales independientes, como si fuéramos una empresa en nosotros mismos, nos comportamos como empleados. Ponemos nuestro futuro y nuestra vida en manos de una empresa, dirigida por personas, a veces mejores y a veces peores pero que, a la postre, tienen que velar por el bien de la empresa. Y eso a veces supone dejar que algún buen profesional se vaya de su nido. No lo estoy demonizando, ni criticando, ni nada por el estilo. Los hay que son demonios, los hay que son bellísimas personas, los hay que se provechan del trabajo de quien se deja aprovechar y los hay que son justos y honestos. Hay empresarios de todo tipo y hay emprendedores de todo tipo.

      Pero tampoco hay que ser ingenuos: ni la empresa, ni los que mandan en ella son nuestros padres ni nuestra familia -excepto cuando lo son, y aún así, pasa, si no, que le pregunten a Llongeras :D- y al final un contrato de trabajo es un contrato mercantil que se acabará cuando a una de las dos partes le deje de interesar. Punto.

      Esto no es juzgar: es constatar una realidad. Yo he trabajado tropecientos años por cuenta ajena, tropecientos años que me ha ido fenomenal y me he terminado yendo yo voluntariamente de todas las empresas en las que he trabajado. Es decir: que para mí el sistema ha funcionado estupendamente -por esta regla de tres, yo he sido la aprovechada y la egoísta-, pero he sido consciente de lo que había. Me he comprometido a tope en cada trabajo, he currado como la que más y dado lo mejor de mí, pero tengo claro que llega un momento que eso se puede acabar, y no nos podemos permitir que nuestra vida se acabe con ello. Simplemente hay que tener disponibles los recursos necesarios para poder inmediatamente ponernos a buscar a nuestro cliente siguiente.

      Y si encima lo hacemos con ilusión, buscando lo que nos llena y nos satisface, daremos lo mejor de nosotros mismos y seremos un poco más felices. Curraremos como idiotas, pero a gusto con nostros mismos y los que nos rodean.

      Un fuerte abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *