Te puedo llamar Sísifo?
Soy doña listas.
Me produce un enorme placer abrir mi cuaderno, sacar mi boli rojo (sólo rojo) y hacer listas de cosas que hacer, cosas que recordar, cosas que comprar, cosas que contestar, etc.
Y no veas qué gusto cuando puedo tachar lo que termino. No tacho así, sin más, con una rayita: lo hago con ondas que se convierten en espirales. Para aniquilar las tareas, más que terminarlas.
Tal vez a ti te pase lo mismo. O puede que seas más de Excel. O de Evernote. [Por cierto, he descubierto una aplicación fantástica para la compra: Our Groceries, recomendadísima ;)]
El problema viene cuando nos limitamos a listar y tachar únicamente lo que nos quema. Lo urgente, lo inmediato: contestar los emails del jefe, enviar la propuesta, devolver una llamada, dar respuesta a lo que me ha mandado fulanito, hacerle tal favor a menganito, buscar información de… etc.
Pero resulta que nos pasan dos cosas:
Por una parte, que pensamos que tenemos la obligación de atender a todo lo que cualquiera decide chutarnos. Y encima, con urgencia.
Por otra parte, que pensamos que por el hecho de estar tachando cosas de la lista, estamos siendo eficientes. Pero si no estás haciendo las cosas correctas, las que realmente es importante que hagas… entonces estás simplemente empujando la piedra como el pobre Sísifo.
A mí me pasó que un buen día me dí cuenta que pasaba al menos 2 horas al día respondiendo a mensajes absolutamente variopintos de gente que había decidido que quería algún trozo de mí. O una recomendación, o que les revisara el CV y les mandara mis comentarios, o que les ayudara a mover su CV entre mis contactos, o que les promocionara su nuevo portal de empleo (que siempre dicen que es el más novedoso y eficaz del mercado y no sé cómo aguantar la risa cada vez), o que les dejara publicar sus artículos en mi página… en fin, no sigo.
DOS horas al día hace un día entero de trabajo a la semana. Contestando peticiones aleatorias de gente que se sentían con el derecho de exigir una parte de mi tiempo (por supuesto, a cambio de nada. Nunca). Y encima por alguna razón yo había decidido que era mi deber contestar – y hacerlo rápido.
Hasta que un día me di un golpe en la cabeza (no literal, no te preocupes 😉 y lo vi clarísimo.
Porque verás, no es sólo que la Juana (o Juan, claro) de Arco que llevamos dentro nos hace sentir que tenemos que salvar a todo el mundo, sino que nos pone en un estado diario de urgencia que nos impide ver más allá. Nuestros días consisten en ir de fuego en fuego.
Y estamos dejando fuera de nuestras bonitas listas de tareas, en la recámara de las procrastinaciones, los planes a largo plazo.
Vivimos chamuscados de tanto apagar fuegos, estresados, agobiados… lo que irónicamente, nos deja sin tiempo ni ganas de ponernos a planificar cómo salir de esa situación. Cómo mejorar nuestra vida.
Esos planes a largo plazo que están en el cuadrante de CALIDAD.
Pero nosotros vivimos instalados en el cuadrante de URGENCIA esperando que a base de apagar pequeños fuegos, el bosque no se queme del todo, pero no va a ocurrir. Tienes que tomar perspectiva y mirar más allá. Y empezar por decidir qué fuegos son tuyos y cuáles no.
Porque las cosas que pueden impactar en la CALIDAD de tu vida, no van a suceder solas. Tienes que soñarlas, decidirlas y planificarlas.
Cambiar de trabajo. Decidir qué quieres lograr en tus próximos 5 años profesionales. Lograr, por fin, mantener con una conversación en inglés. Poner en marcha ese proyecto que lleva rondándote una década. Hacer ese curso que te lleva apeteciendo desde que lo viste. Comprar una casa más grande.
Cuando nos movemos sólo en el cuadrante urgente, el de lo que quema, el del hoy, nuestra vida se estanca.
Mañana volverás a sacar el boli (rojo) y volverás a escribir otra lista enorme de cosas que hacer. Y la volverás a tachar. Y así sucesivamente.
Acabarás agotado al final del día, habrás tachado listas y más listas – estarás incluso estresado de tanto que hacer, de tanto que tachar….
Y dentro de un año, tal día como hoy, te darás cuenta que en realidad, no has ido a ninguna parte.
Pensabas que avanzabas porque no has parado de moverte, no has parado de tachar cosas, pero en realidad, estás subido en una cinta de correr… y no te has movido del sitio.
Estas listas a las que nos dedicamos con fruición son un engañabobos. Estamos usándolas como excusa para no pensar en lo realmente importante: en mejorar la calidad de nuestra vida, en perseguir nuestros sueños.
La gente que tiene más éxito es la gente que más tiempo dedica a pensar en lo que es realmente importante y no pasa tanto tiempo en las pequeñas urgencias irrelevantes (y peor: delegables).
Puedes tener la sensación de ser muy eficiente… pero si estás haciendo las cosas incorrectas, de verdad que no importa lo más mínimo lo eficiente, perfeccionista, detallista, rápido que estés siendo. Lo que importa es que no estás haciendo las cosas que realmente deberías estar haciendo. Lo que importa es que estás malgastando los días en tachar listas de detalles sin valor ni relevancia al final del día en tu vida.
Y en cambio, lo realmente relevante, lo que te hace avanzar, lo que te hace disfrutar, lo que te permite mejorar… eso ni siquiera lo tienes en tu lista.
Cuéntame en los comentarios si te sientes identificado.
Y como siempre,
Maria Luisa, lo que dices me pinta de cuerpo entero. Mamita querida que grandes similitudes con la vida que llevo. Procuraré parar esta locura. Saludos y gracias y besos…
Gonzalo
Madre mía que si me siento identificada: yo AMO las listas. De hecho, es algo que me hace gracia de mí misma (y leerte me da cierto alivio porque no soy la única).
Tengo mi libreta -de papel y de Mr Wonderful, a la antigua- y allí voy anotándome lo que tengo que hacer.
Y sí, muchísimas veces estoy en la urgencia. Después del verano me he puesto dos objetivos principales y a mediano plazo que me he anotado en un pósit (qué rara se lee esta castellanización) y he puesto junto a este ordenador para no perderme entre tanta urgencia.
A ver qué tal
Saludos!
Mira, otra cosa que compartimos!!!! 😉
Por cierto, deja que me meta donde no me llaman: sabes que no vas a cumplir esos dos objetivos principales por tenerlos anotados en el ordenador, verdad? Ya sabes que a no ser que los dividas en tareas pequeñas y te los agendes en las fechas concretas en las que tienes que hacer cada tarea, no se van a cumplir 😉 Pero seguro que ya lo tienes previsto.
MIL GRACIAS por estar ahí, Laura y siempre aportarme comentarios interesantes y acompañarme en el camino!!!!!!!
Un abrazo enorme 🙂
Pues yo también me siento identificado y también me culpo de ser demasiado «quijotesco» y siempre buscando luchar contra todo tipo de gigantes, siempre luchando contra todo tipo de molinos…Al principio, realmente al escuchar lo que me contaban o escribían otras personas, me ponía en su situación y en su lugar, y les respondía con largos correos, me sentía obligado a ello (aún me sigue pasando…), pero ahora, cuando el número de correos que recibo se ha multiplicado y las peticiones de información y de información, y de cursos y de ayuda también, si hago éso, me ocurre lo que tú tan bien has plasmado y descrito: acabo el día, y me faltan horas y tiempo, y es humanamente imposible atender a todo el mundo, y encima, por desgracia dejo a un lado el resto de mis tareas…
Sigo contestando a todo el mundo (debe ser deformación o exceso de empatía, no sé…), pero intento hacerlo al menos de un modo más breve (que ya es un gran paso) y tb dejándolo para cuando finalice con otros asuntos (tanto profesionales como ahora tb, vitales…) que son más necesarios e importantes que una simple anotación en una lista…
Poco a poco…
Saludos, gracias, enhorabuena y suerte
Gonzalo Germán
@gonzalogermj
¡Amén!
Creo que lo de «ponte la máscara de oxígeno tú primero para después poder ayudar a los demás» aquí se debe aplicar. En el día hay una serie de cosas que son la prioridad del día y que hay que hacerlas sí o sí porque así las ha decidido uno mismo a priori. Y se puede dejar un espacio -a final del día o cuando se decida- durante un tiempo concreto para las peticiones de los demás que queremos atender. Siendo la clave: *después de las prioridades del día*.
Porque si nos hundimos nosotros, no podremos ayudar a los demás a que no se ahoguen… 😉
Mil gracias por compartirlo, Gonzalo!!!!
Un abrazo grande
Muchas gracias por el post. Tomo nota. Y me lo apunto en la lista no de cosas «urgentes», sino de «importantes»… Estoy en una encrucijada, y creo que tu planteamiento pone negro sobre blanco muchas de las cosas que llevo sintiendo profesional y vitalmente. A ver si me aplico el cuento. Gracias!!
Cómo me alegro, Concha!!!!!!! Seguro que tomarás la decisión correcta, espero que me cuentes.
Mil gracias por compartirlo conmigo!
Feliz semana 🙂
Hola
Jeje. Sí, es cierto, sí. Justo fue eso lo que pensé hace unas tres semanas y desde entonces me levanto una hora antes de lo que estrictamente debería para ir a trabajar y dedico esa hora a algo que de verdad me apetezca hacer. Suele ser leer o trabajar en algún proyecto personal.
Esta rutina me está funcionando muy bien porque no sólo siento que avanzo en otras cosas si no que también afronto de mejor humor el día porque digamos que «ya he cumplido conmigo misma», luego si las obligaciones no me dejan tiempo para más, no me siento tan frustrada. Cierto es que trabajo a dos minutos de mi casa y empiezo a las 9:00, es decir, que por hace esto no me tengo que pegar un madrugón de escándalo.
Saludos.
BUENÍSIMO!!!!!
Fantástico hábito, y especialmente al empezar el día – yo creo que cómo empezamos el día marca mucho lo bien o mal que luego se vaya desarrollando, y como tú dices empezarlo dándonos un rato para centrarnos, hacer algo placentero, salir de casa animada… es un hábito espectacular.
Mil gracias por compartirlo, seguro que es una sugerencia que más de uno se apunta, es fantástico.
Felicísimo finde, Noelia!!
María Luisa,
No puedes imaginarte lo identificada que me he sentido al leer tu post. Creo que el reclamo de un par de minutos para mirar un CV… lo vivimos tú, Alfoso Alcántara, Eduardo Moreno, Sabina Serrano, Silvia Palomino… y reclutadores que hacen selección como Víctor Candel, Isabel Iglesias, Arancha Ruíz y tantos y tantos compañeros de Orientación Laboral/Profesional o Recursos Humanos. Creo que cuesta saber a qué atender y a qué no, sin sentirse culpable.
Sobre la gestión del tiempo, creo que es un ARTE, no saber diseñar la agenda en función de las prioridades sino saber poner en la agenda nuestras prioridades para alcanzar nuestros objetivos.
Saludos a ti y a toda tu comunidad
😉
Y tanto!
Gestión del tiempo, de prioridades, de sentimiento de culpa… todo ello en un nanosegundo que tardas en decidir a qué le vas a dedicar la próxima media hora de tu día, verdad?
Mil gracias por compartir, querida Cèlia y feliz finde!
Feliz finde María Luisa 😉
Te doy toda la razón, yo también me sentía así cuando estaba en mi trabajo.Ahora que estoy desempleada veo las cosas desde otra perspectiva y mi busqué de empleo la intento enfocar en lo que realmente me gusta que es para lo que me formé.
Pero si decirte que es difícil en algunas situaciones de nuestras vidas salir de nuestra zona de confort, porque te obliga la situación económica y otros problemas añadidos.
Muy buen post,para reflexionar sobre que queremos hacer y hacia donde debemos dirigir nuestros pasos.Un saludo a tod@s.
Me alegro tanto que te haya gustado, Miriam!!!!
Totalmente de acuerdo contigo en lo difícil que es, es probablemente uno de los hábitos que peor llevamos todos. Lo que no obsta para que nos paremos a reflexionar cada cierto tiempo sobre qué tareas son las que se están llevando nuestro tiempo, atención y energía.
Mil gracias por compartir y feliz finde
Fíjate que yo creo que llevo dentro no una, sino dos o incluso tres Juanas de Arco….jajjajaja. Ya sabes que ahora estoy buscando el foco, o el flexo, lo primero que encuentre. Creo que seré doctora, me daré un año para probarme que soy capaz…..y además quiero escribir y cultivar la vida interior y llevar adelante mi asociación y las actividades de mis niños y de mi madre y echarle una mano a mi marido en el despacho y dar paseos y quedar con las amigas para reírnos mogollón y darle una vuelta de vez en cuando a todos mis contactos (ufff esto es costoso que con tanto cambio de curro se me están multiplicando)…y la redes sociales (madreeeeeeeee las redes sociales el tiempo que quitan, y este gusanillo me lo metiste tú), y …
Mejor sigo buscado el foco. Feliz finde!!
Jajajajajaja!!!!!! siempre me sacas una sonrisa, queridísima Laly!!!!!
Ya ha quedado claro que eres un fuente de energía. Nunca podrás hacer *sólo* una cosa, tú lo sabes, lo importante es que logres poner por delante algunas de las que te dan verdadera satisfacción a ti.
Me alegro muchísimo que vayas tomando decisiones. Recuerda el famoso «para qué?» 😉
Un beso bien grande, felicísimo finde y me sigues contando, vale?
Mil gracias ML! Creo que definitivamente necesitaba leer algo como lo que has escrito para liberarme (moralmente) de todas esas urgencias…En mi caso mi lista si incluye cosas realmente importantes…pero son justo aquellas que parece que nunca se tachan y van pasando de un cuaderno a otro con (incluso!) los años, a medida que se me acaban las páginas. No te puedes imaginar cuantas veces habré ido a escribiruna cosa importante a hacer en mi lista, para darme cuenta que ya estaban escritas ahi desde hace tiempo…
Ay, sí me lo imagino, si me pasa lo mismo!!!!
Me alegro muchísimo que te haya servido y hayas podido parar a darte cuenta que es un hábito que no lleva a ninguna parte. Y a menudo esconde detrás razones por las que no estamos avanzando, que a veces viene muy bien pararse a reflexionar.
Mil gracias a ti por compartir!!!!!!!!!!
totalmente identificado! y por ser así terminé arruinando mi salud. Muchas gracias María Luisa
Vaya, siento lo que me cuentas. Por desgracia nos pasa que no aprendemos en testa ajena, y hasta que no nos damos nosotros el golpe, no paramos, verdad?
Gracias por compartirlo y un fuerte abrazo!!!!!
Espero no formar parte de esa lista «de pesaus» a la que haces referencia 🙂
Un abrazo
Ayyyyyyy, Mariano!!!!!!!!!!!!! 🙂 🙂 🙂
Ya sabes que no. Y yo sé que estoy en deuda. Estás en mi lista, que lo sepas 🙂 🙂 🙂 🙂
Muy real, Maria Luisa! Yo también soy de listas, con colores, con prioridades, hasta con dos columnas diferentes en la misma lista, una es para cosas profesionales, y la otra para cosas personales…y es cierto que a menudo a las cosas urgentes les doy una prioridad que no corresponde, o mejor dicho, que debería corresponder a las cosas importantes…. pero reconozco que con el tiempo y la práctica lo he ido mejorando. Y el mismo tiempo me ha enseñado que muchas de las cosas de la lista pueden pasar perfectamente a la lista del día siguiente, y así varias veces… y oye, tampoco pasa nada!!!! Eso también es ser eficiente, porque si no lo hago hoy y resulta que con eso consigo más tiempo para dormir, para estar con los míos, o para lo que me apetezca, y encima el mundo no se cae, pues será que no era tan eficiente hacerlo hoy mismo, no??? En conclusión, que me encantan las listas, pero con el tiempo las listas se han ido haciendo cada vez más flexibles y comprensivas… Feliz fin de semana!
Angela
PS Por cierto, lo de las listas no se aprende, una de mis hijas las lleva haciendo desde que aprendió a escribir, clavadita a mí!!
AMÉN!!!!!
La clave es que lo que pasemos de un día para otro no sean las cosas del cuadrante de calidad, porque de esa manera nos aseguramos que cada día avanzamos un poco hacia donde queremos.
Y oye, quién dice que dormir más y estar más rato haciendo el ganso con los enanos no son las tareas de calidad del día? 😉
O sea que, efectivamente, le tienes pillado el truco 😉
Besazos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hola María Luisa
Ya sé porque te había extrañado tanto, con estas reflexiones te conviertes en la conciencia que te obliga a detenerte y pensar ¿qué estoy haciendo? y regresar al camino del que fácilmente nos desviamos.
Gracias 🙂
Ayyyyy pero qué bonito lo que me dices *Ü*
Mil gracias. Aquí sigo, al pie del cañón para ayudaros a seguir por ese camino…
Un abrazo enorme, Adriana!
Bufff, algo de verdad hay en ese post….somos el bombero de turno, pero…siempre hay peros….si eres un single, tira que te vas, pero si ese no es el caso y hay familia por medio….hay que realizar tareas en la casa que se supone que ya que como estás ahí…las haces, aunque no siempre es el caso. Pero, bien es cierto que de tanto en cuando te dan responsabilidades por banda para luego poderte centrar mejor en tus temas……desde luego lo mejor es desaparecer del mapa, centrarte en lo tuyo primero y después lo demás. Yo personalmente trabajo mejor las tardes y las mañanas apenas aprovecho un par de horas a conciencia, a no ser claro, que tenga alguna entrevista / proceso, que suele ser así…ahora mismo de hecho estoy en 2 procesos de lleno y otros dos que acabo de empezar. Parece que Septiembre promete ! A ver si es verdad y logro mi objetivo.
Me alegro mucho de esas buenas noticias, Santiago!!!!
Ya me contarás cómo van esos procesos 🙂
Hola ML,
ciertamente he estado durante largo tiempo en esa situación, hasta que aprendí realmente el valor de las listas, el valor de establecer metas «reales» y… cumplirlas.
Será muy interesante leer tu visión del tratamiento de las metas (si decides publicarlo 🙂 ).
Una vez más, tus palabras tienen mucho sentido, ¡felicidades¡ y…
¡Gracias!
Hola Maria Luisa!;
Qué gusto leerte otra vez! y escribirte para comentarte! Te cuento mi experiencia:
Yo siempre he sido una persona de usar y llevar la agenda a todos los sitios. Soy muy despistada y no me gusta nada que las cosas se me olviden, así que desde la época de la facultad la he llevado siempre conmigo. Apuntar las tareas del día, ordenarlas por prioridades, tacharlas o ponerles un visto! y hecho!!…hasta este año! Este año apenas la he usado, y ¿por qué?, ¿por qué he dejado a esa fiel compañera que si no la tenía conmigo me parecía que me faltaba algo? Muy simple, pues mi vida sólo tiene unos pocos objetivos: trabajar (y/o buscar trabajo) y estudiar las oposiciones. Esto para mi es lo que ahora es realmente importante.
También es verdad que queda por hacer las tareas de la casa, las compras, alguna cita con el médico, el taller…que sobre la marcha se van haciendo. También he de decir que me sirvo de la agenda del móvil para apuntarme (y con alarma!) aquello que es importante que recuerde.
Me ocurre que el día que no estudio, estoy de un mal humor…pues me puse el objetivo de estudiar todos los días, cosa que a veces no se puede. Así que ahora estoy aprendiendo a que no me afecte tanto el hecho de no hacer lo que en un principio tenía planeado.
Gracias por tu post y buen fin de semana!!!
Bueno, también tenemos que reconocer que la vida son ciclos, y hay momentos que tenemos que recordarnos más a menudo lo que es importante, y anotarlo, agendarlo, poner alarmas, calendarizarlo… y hay momentos en los que lo tenemos tan interiorizado, que hacemos de nuestro día a día una lista con una única tarea que tachar 😉
Gracias por compartir, me encanta!!!!!!!
Hmmm me gusta el reto… tomo nota 😉
Gracias a ti por estar ahí!!!!! 🙂
Pues si…..
Sopapo en toda la cara! Cuanta verdad en ese artículo María Luisa.
El artículo de hoy me va a servir para poner freno y empezar a límites y organizar mi futuro ya!
Como siempre, gracias por tus artículos 🙂
Sopapo cariñoso, ya lo sabes 😉
Me alegro muchísimo que te haya servido!!!!!
Todos llevamos un Sísifo dentro… 😉