¿Por qué lo hacemos rematadamente mal?
Este fin de semana coincidieron dos cosas que me volvieron a hacer reflexionar sobre cómo utilizamos los medios para nuestra búsqueda de trabajo.
Primer momentazo Linkediano:
Me llega una petición de contacto: no le conozco de nada, no me dice por qué quiere contactar, no me da absolutamente ninguna información (como el 99% de las veces) pero veo que en su titular pone en bien grande “en búsqueda activa de empleo” –minipunto negativo, por cierto-, por lo que acepto, por si mi red le puede servir y ayudar.
Al minuto recibo un email de esta persona.
Empieza deseándome lo mejor para este nuevo año 2014 -¿casi en Marzo?-; agradezco, no obstante, sus buenos deseos, quédudacabe, y como era de esperar tras la triunfal entrada… sin más preliminares, me presenta su candidatura como Director de IT “para los puestos que estoy seleccionando para mi empresa”. Aaahh… otro de esos.
Ni sabe quién soy, ni lo que hago, pero tenía este correo de veces anteriores y lo ha aprovechado. Que no estamos para tirar nada.
Francamente: ¿diríais que así capta mi interés y provoca alguna acción –en favor de su objetivo- por mi parte?
Me pregunto por qué él habrá pensado otherwise… (¡Almadecántaro! –que diría mi madre-).
De verdad que me da rabia, porque no dudo que:
a) El tipo será muy majete fuera de Linkedin y
b) probablemente bueno en lo que hace.
Pero no está consiguiendo nada. Y apuesto el brazo derecho de alguien que en su conversación con los amigos este fin de semana, dirá aquello de “en España no hay trabajo”, “mandas la candidatura a todo el mundo y no consigues nada”, “no se valora a un profesional de mi categoría”…
Puede que ya lo haya intentado todo y ahora está a la desesperada… pero lo malo de tirar cañonazos hacia arriba, es que te caen en la cabeza.
Segundo momentazo Linkediano:
Recibo un mensaje de alguien que “me agradece que haya aceptado su invitación a conectar” (esteeee… ¡si no estamos conectados!) y me invita a que me dé de alta en su proyecto -una red social de emprendedores- y le dé mi opinión.
Ni siquiera un poco de peloteo. ¿Sin más prolegómenos quieres ponerme a trabajar “by the patilla”?
Llegados a este punto, hay que poner orden en la sala.
¿Sabéis que está pasando? Pasa que no pensamos. O que pensamos que se pueden hacer las cosas de cualquier manera. O que sólo pensamos en lo que queremos nosotros sin tener en absoluto en cuenta que al otro lado del mensaje hay una persona.
Pensamos que la cercanía de la red significa que podemos ir metiéndoles por el gaznate nuestra candidatura / proyecto / producto a todo el que tiene una cuenta en Linkedin, Twitter o similar y que así es como se usan las redes sociales.
Y literalmente, asaltamos a la gente.
Hecho con muchísima gracia, creatividad y de forma innovadora, puede llegar a colar (pero seamos sinceros: ¿cuántos tenemos tanta gracia, creatividad e innovación? Poseso). En cualquier otro caso es agresivo e invasivo. Y os aseguro que así no se consiguen los resultados efectivos y a largo plazo que necesitamos.
Queremos un trabajo, lo sé. Pero ametrallar con CVs no os va a conseguir el trabajo de vuestros sueños –ni siquiera uno medianamente bueno-.
Si realmente tenemos un objetivo claro y que nos motiva e ilusiona en mente, es cuando es más importante hacer bien las cosas.
¿Por qué lo hacemos tan rematadamente mal?
Hasta la fecha estas cosas me crispaban; me ponían mediotriste-mediocabreada por la cantidad de oportunidades que veo que se pierden, por la cantidad de tiempo malgastado y la enorme carga de frustración y malestar que la falta de resultados positivos va calando en la gente.
Tal vez sea porque llevo toda la vida muy expuesta al mercado americano y aprendiendo todo lo que puedo de ellos -que son los Reyes del Mambo en saber venderse-, veo diametralmente claro todo lo que aquí no hacemos bien.
Y después de bastantes años de muchos clientes, muchísimas horas especializándome, mucho experimentado y mucha pana partida para enseñar a la gente a hacer las cosas de otra manera, he visto cristal clear que los problemas de base en los que se cimienta nuestra falta de resultados son:
1. No sabemos vender:
Seamos claros: no sabemos vender(nos). Nadie nos ha enseñado y sólo unos pocos Elegidos para la Gloria lo traen de fábrica. No nos han formado, no nos han explicado, y encima tenemos un retorcidísimo sentido del corte y la vergüenza propia y ajena.
Somos incompetentes en saber vender lo que hacemos y lo que podemos hacer para otros (llamémoslo así, porque si os digo el nombre que de verdad tiene esto, sé de muchos que se apean del carro).
Sí, tenemos carreras y másters chingones, pero luego no tenemos ni idea de cómo conectar y transmitir a alguien lo buenos que somos en lo que hacemos y por qué les interesa comprarnos/contratarnos.
2. No sabemos que no sabemos vender:
No sabemos que no sabemos hacerlo. No sólo somos incompetentes, sino que somos inconscientemente incompetentes.
Y cuando ha llegado Paco con las rebajas, nos hemos quedado embuclados en lo único que sabemos: montar un CV mediocre que ni nos distingue, ni aporta nada, repartirlo entre nuestros conocidos a ver si lo pueden “meter en su empresa”, y luego tirarnos las horas muertas ante el abismo de Elinfoyós (y otras enemil páginas más que siguen saliendo como setas, cada una diciendo que es “the next best thing” pero es más que lo mismo… con otros colores).
Decía que hasta la fecha cada vez que veía esto me daba un brote de sarampión.
Pero he decidido que, si mi misión es ayudaros a conseguir el trabajo –y por tanto, la vida- que deseáis, no tengo que alterarme sino que tengo que ir más allá en la ayuda que os doy para conseguirlo. Todos los años (y dineros) que he invertido en aprender, testear, practicar y afinar cómo se consigue esto, estoy trabajando la manera de compartirlo con vosotros para que podáis aprovecharlo al máximo.
Porque la mayoría de quienes están buscando trabajo cometen tantos errores que se están boicoteando ellos mismos sus oportunidades.
Porque muchos de quienes le echan coraje y se lanzan a ofrecer sus servicios, no saben cómo conseguir clientes y acaban por renunciar a algo que podía haber sido el trabajo de su vida. Porque os aseguro que la diferencia entre las personas que saben lo que tienen que hacer para conseguir sus objetivos –el trabajo que desean, los clientes que necesitan- y la “masa indistinguible” es abismal y los resultados, exponenciales.
Y quiero enseñaros cómo pasar a engrosar el grupo de los que saben lo que hacen y logran el trabajo de su vida… o moriré en el intento ;o).
Manteneos en línea porque seguiré compartiendo información interesante y os voy a ir explicando qué debéis cambiar para lograr resultados.
Si quieres, cuéntame en los comentarios qué dificultades encuentras a la hora de comunicar y vender lo que eres capaz de lograr para los demás.
Siento decir que engroso la lista: no sé que no sé venderme…. he puesto en práctica todos los casos que citas: pedir contactos sin presentarme, mandar cv’s a lo loco por desespero, asaltar a la gente… aunque también he acertado haciendo networking del bueno para vender mi marca. De todo un poco, la mayoría siguiendo los primeros casos que nombro, la verdad, ha sido un constante ensayo y error, y como dices mi autoestima se ha venido abajo muchas veces por no conseguir resultados. Pero bueno, creo que esto es un aprendizaje, y espero estar afinando el mío un poquito cada día.
Saludos!
Tengo un post acabándose de hacer en el horno precisamente sobre cómo hacer contactos 🙂
Por mi experiencia personal, se logra hacer contactos eficaces cuando lo que buscas es el contacto «humano», y no el profesional o interesado. Cuando logras «girar la cámara» y en vez de enfocarla hacia ti, la enfocas hacia quien tienes en frente.
Manténte en línea, que pronto hablaremos más de esto!
Mil gracias por pasarte y dejarme un poco de tus ideas :))))
Enhorabuena Mª Luisa. Tú sí que sabes venderte, sobre todo cuando te leemos para saber por qué estamos tan perdidos y al final nos dices «Manteneos en línea..» y apuntaros al blog. Te seguiré
Pues si. No sabemos vendernos.
Tendremos que aprender a diferenciarnos y vender eso que tenemos de «especial» y único.
Besos para tod@s.
Cada día aprendemos un montón en el blog.
Muy bueno María Luisa. Lo has dicho todo y no te has saltado ni una coma. Simplemente felicidades.
Un saludo
Gracias Maria Luisa,
Aportas contenidos para remover conciencias. Pienso que es lo que más necesitamos ahora mismo.
Felicidades por aportarnos mensajes que llegan directos a nuestra parte más emocional.
Buenos días Maria Luisa, eres de los pocos post que leo hasta el final, lo digo porque la mayoría de los que no termino es porque me he dormido por el camino, otros muchos escriben porque tiene un blog y tienen que alimentarlo «ya he escrito mi post, ya puedo estar tranquilo» pero realmente has ayudado a alguien con lo que has escrito?o no estarás matando a gente sin darte cuenta? de aburrimiento, de desilusión, etc.
Tu forma fresca y directa me gusta sin duda y no es peloteo que no va conmigo, es simplemente valorar y saber discriminar.
En cuanto a lo que dices de linkedin, obviamente no se puede entrar por la puerta como un elefante por una cacharrería, es como si te presentan a un chico y acto isofacto le pides dinero, «joder aunque sea la causa más justificada del mundo no queda bien»
En el tema de las redes sociales como en la vida hay que dar mucho antes de nada, dar una buena imagen, dar buena información, etc y luego ya estás un poco en situación de pedir algo y no de cualquier manera.
En linkedin hay que ser claro pero sútil, es lo que yo pienso al menos, todo el mundo sabemos que en linkedin hay reclutadores y hay personas que están ahí para ver si pueden encontrar un nuevo reto profesional pero no puedes ir a un servicio de empleo y tirar el c.v. desde la puerta a la cabeza de la técnico que está dentro por mucha falta que te haga trabajar. Está claro que quieres conseguir un trabajo no vas a intercambiar recetas de cocina (aunque igual si,jjjjj) Si te apuntas el una red como meetic es que quieres ligar está claro, hay miles de perfiles, te presentan algunos pero no les dices que quieres casarte con ellos en la primera cita.
Con esto quiero decir un poco de sentido común no vendría mal.
Lo cierto es que como siempre falla lo principal: nos enseñan a dormir pero no a descansar, nos enseñan a comer pero no a alimentarnos, nos enseñan a oir pero no a escuchar.
Pero quién nos enseña a amarnos a nosotros mismos, a amar a los demás algo que es primordial, quién nos enseña a configurar de una forma efectiva nuestro perfil, quien nos enseña a sacarle provecho real a linkedin, si es que hay en internet muchos vendedores de humo pero pocos gurús haciendo obra social.
En fín cuando no somos grandes inventores sólo nos queda pegarnos a los que lo son y copiar.
Un saludo
Buenas Tardes Mª Luisa:
Enhorabuena por este magnífico artículo. Totalmente de acuerdo en el aspecto que «no sabemos vendernos». Nadie nos ha enseñado a vendernos y sobre todo, tenemos muy arraigado el sentido del ridículo español. Siempre me ha encantado la actitud de los extranjeros aprendiendo un segundo idioma: no tienen miedo al ridiculo. Será cuestión de educación, de ese lastre que todos tenemos en nuestro interior, pero ahora no es momento de hacer un «background». Es momento de coger el toro por los cuernos y hacer un examen personal y ver en lo que fallamos. Autocrítica y fuera el sentimiento de «todo se vuelve contra mí».
Gracias por ayudarnos a ver las cosas de otra manera, y de enseñarnos el camino de la búsqueda de empleo. El mundo cambia muy rápido y la mayoría de las veces tenemos el paso cambiado.
Gracias de nuevo por tu inestimable ayuda. Estás haciendo un trabajo magnífico. Espero impaciente tu siguiente post.
Pues vamos a montar un curso para aprender a vendernos. Yo creo que en gran parte aún muchos/as no hemos tomado conciencia de la importancia de una búsqueda de empleo planificada de manera reflexiva . Pero en breve con tus lecturas mejoraremos muchísimo . Y si no montamos varios talleres para aprender … Qué te parece? Sabes que por aquí te los llenamos. Besos y envidia de tan buen trabajo que haces en cada cosa que escribes …
Mª Luisa,
Como siempre, tienes un don. El de la capacidad de expresar de forma sencilla y amena cosas que a los demás nos cuesta el doble, como mínimo, de escribir y de expresar.
Yo me canso de contar algo parecido pero ni de lejos consigo expresarlo de forma tan acertada, precisa y emotiva.
Cuida ese don. Un abrazo.
Como elefantes en cacharrerías, por decirlo en español. 🙂
Una vez más, me quito el sombrero.
Gracias María Luisa.
Hoy me ha llegado el CV de una ex compañera de carrera. Me ha vuelto a mandar su CV. Hace meses me lo envió: un PDF de 10MB (!) lleno de faltas de ortografía, tipográficas, una redacción infame y una falta de empatía para quien tiene que leerlo que pensé: es que la pobre parece que esté buscando que no la contrate nadie.
Le envié una serie de recomendaciones. A modo de ejemplo le envié mi CV (que tampoco es que sea la leche, pero siente misericordia con quien lo lee; y ocupa 56KB). Bueno, pues parece que hoy ha tomado nota de mis recomendaciones… y ha decidido aportar vis artística, añadiendo un «Yo hice», «Yo soy», «Menuda soy yo» que, si lo lees en voz alta, se te ponen los labios cianóticos ante la falta de oxígeno…
Y eso por no comentar el texto que acompañaba al correo en plan «cómo es que el mundo aun no se ha dado cuenta de lo especial que soy… en fin, trabajaré de lo que me salga, pero sólo porque tengo que pagar facturas».
Mira, «Teresa» (me ha hecho gracia que se lo taches a la otra comentarista, jejeje), soy de los que piensan que uno puede ayudar a uno, pero si ese uno no se ayuda a si mismo y espera que papá Estado le encuentre acomodo, creo que tiene lo que se merece.
Puede sonar duro, pero la reflexión seria es que la única persona que se preocupa de tí más que tu mismo es… Efectivamente: tu madre. Mariano Rajoy, Rubalcaba, la Madre Teresa de Calcuta y el Altísimo tienen preocupaciones más trascendentales que ayudar a quien se autocompadece echando la culpa a los demás.
Vaya chapa que te he metido. En fin, que quería agradecerte tu blog, que es una maravilla.
Hacía tiempo que no comentaba en tu blog… y si te soy sincero me has ido provocando últimamente con lo que has estado publicando. Enhorabuena, porque conseguir emocionar (y no me refiero exclusivamente a derramar lagrimitas) en un ecosistema de cientos de miles de blogs es todo un meritazo, digno de ser reconocido.
Sobre el tema del artículo de hoy, decirte que desde mi humilde posición, me veo identificado, hasta el punto de tomar medidas «drásticas».
Entre otras, directamente a quien no interacciona conmigo, no lo admito como contacto; pido cortésmente qué motiva la decisión de contactar. Si por equivocación lo acepto, lo pregunto después.
La mayoría, incluído muchos profesionales en activo con puestos de «relevancia» ni contestan. Si no contestan no los admito o los borro exactamente a los treinta días. Sea quien sea.
¿Para qué lo quiero como contacto entonces?¿Para qué me quiere a mi?
El remate de los tomates es cuando detecto que ni siquiera ha visto mi perfil…teniéndolo «en abierto» como lo tengo.
Entender cómo y para qué funciona de verdad linkedin, reconozco que puede llegar a ser complicado, pero cuando se consigue, es una herramienta muy potente si se sabe utilizar.
Como todo en la vida requiere tiempo y dedicación.
¡Pero ojo! que la mayoría de reclutadores utilizan linkedin de forma diferente al resto de mortales.
Sinceramente, no recuerdo si abordas el tema en alguno de tus artículos; si no es así, sería un buen tema para tratar, porque tener, tener… tiene miga.
Lo dicho: ¡felicidades y a seguir!
Yo sé que debo venderme, pero no sé «que tengo de especial» para vender y tampoco sé llegar a los que pueden «comprarme». He cometido tantos errores que no puedo ya ni contarlos. En fin, un lío. Pero tus post me animan es como una «patada en el culo» para pensar de manera diferente.
Un gran beso.
Pero bueno! Inconcebible que digas eso!
ERES especial, Elena, y tal vez es que a nosotros mismos nos cuesta vernos las capacidades, porque no estamos «diseñados» para ello en realidad! Siempre nos han dicho que el trabajo es un «mal necesario», básicamente se trabajaba en lo que se podía y gracias. Ahora cambia la película, se da la vuelta al planteamiento… y claro, nos pilla con una mano delante y otra detrás.
Errores? lo único malo es cuando nos encariñamos de ellos. En EEUU dicen que no merece ser rico quien no ha cometido al menos una gran equivocación.
A lo mejor te vendría bien un proceso de coaching? 😉
Un fuerte fuerte abrazo!!!!!!!
Bravo, Maria Luisa!
Para cambiar debemos ser conscientes de que lo que hacemos y aquí lo dejas bien claro.
Ahora el lector debe tomar acción.
un abrazo!
Exacto: tomar consciencia y el autoconocimiento son el primer y más poderoso paso para lograr nuestros objetivos.
Un fuerte abrazo y mil gracias por pararte a comentar 🙂
Yo reconozco que cada día me descubro haciéndolo rematadamente mal. No sé venderme. Sí sé que no se venderme.
No sé si quiero apreder a vendeme.
Me resulta (¿casi?) imposible sentirme un producto/servicio con el que «yo» puedo comerciar (es como ser juez y parte a la vez, o como sacar un córner y querer rematarlo).
Me resisto con todas mis resistencias a cosificarme, y cada día me siento más raro por esto, pues el mensaje es cada vez más generalizado y persistente: «Si no te vendes no vas a conseguir nada» «Serás un marginado»
Esto de la crisis (del mercado) está llegando demasiado lejos!!!!!
Estoy empezando a identificarme con aquel eslogan sandinista que dice » Yo ni me vendo, ni me rindo».
Es posible que algunos piensen que me tendré que acabar por comer mi orgullo, es posible, …., yo lo que quiero es libertad, quiero dignidad, quiero respeto, …, y lo que siento es que me quieren ningunear.
Es muy posible que lo esté haciendo rematadamente mal.
Paco, mil gracias por tu comentario, a lo mejor es que no me he explicado:
Tú no eres un producto. Ni un servicio. Yo no lo he dicho jamás y no dejes que nadie te diga lo contrario. Tu producto es tu trabajo. Y ¡claro que comercias! Según la RAE, es «negociar comprando y vendiendo» – ¿qué haces tú, si no, en una entrevista de trabajo? ¿no estás negociando el tiempo, esfuerzo, dedicación que vas a vender a cambio de dinero? Pues no dejemos que los términos nos asusten y nos confundan.
El tema de «vender» el trabajo de uno es más antiguo que el peluquín de Luis Aguilé. Se ha hecho detodalavidadelseñor pero ahora parece que, como le ponemos un nombre «de consultoría», nos asusta. De siempre hemos hecho contactos, de siempre hemos tenido una marca -aunque habitualmente nos la ponían otros: «el chispas», «el de los números» «la que sabe de ropa», etc. Básicamente internet nos permite ahora tomar las riendas y ser nosotros quienes hablamos de nuestro trabajo, no nos limitamos a dejar que otros nos pongan etiquetas.
Nada tiene esto que ver con el orgullo. Bueno, sí: si eres buen profesional, si destacas en lo que haces, puedes con todo el orgullo del mundo, contarlo para que alcance a enterarse quien te interesa. Y eso, es vender tu trabajo.
Cosificar, nos cosifican las empresas. Nos convierten en marcas blancas suyas, en piezas de su puzzle -y es normal. Cuando yo hablo de aprender a vender tu producto, lo que eres capaz de lograr con tu trabajo, en cambio hablo de lo diametralmente opuesto: hablo de que te valores, hablo de tu personalidad, hablo de lo que te hace diferente de los demás, hablo de lo que sabes hacer mejor, hablo de que tomes las riendas de tu futuro profesional, hablo de que seas tú quien tomas las decisiones y no las empresas, el mercado, el gobierno o los sindicatos.
O sea que o yo no me he explicado, o no me has entendido o tenemos ideas muy diferentes de lo que significa «cosificar»… 😉
Gracias por tu comentario, por darme la oportunidad de aclarar.
Un abrazo!
Muy bueno. Me declaro culpable de no saber venderme, pero una de las razones (aunque pueda parecer estúpida) es que tengo miedo de no dar la talla. ¿Y si digo que soy muy buena porque me fue bien en el puesto anterior pero no funciono en esta empresa? Quien no se arriesga no gana, pero me sabría fatal «venderme por encima de mis posibilidades», sobretodo cuando tu vida laboral es joven y aún te queda mucho que aprender.
Muy buen planteamiento, Laura, lo entiendo perfectamente.
Tienes una serie de competencias, habilidades y conocimientos que son independientes de las circunstancias que se den en una empresa concreta. También hay gente súper válida que ha sido despedida por no lograr lo que la empresa esperaba de ellos, pero hay que analizar todas las circunstancias. Si tus resultados no han sido los esperados, puede haber muchas razones – si la razón es que no se te da bien lo que haces, entonces sí es un problema 😉 pero si es que necesitas más experiencia, o que las circunstacias de la empresa o el sector impedían mejores resultados… eso es explicable y no tiene por qué hacerte dudar de tu capacidad de hacerlo mucho mejor en el futuro!
¿Qué te parece?
Hola,
Completamente de acuerdo en que no sabemos vendernos, el segundo punto no lo cumplo tengo clarísimo que no se vender ni venderme.
Y también muy de acuerdo en lo de los cv anódinos y aburridos, creo que puedo incluir el mio.
Muy buen artículo.
Saludos
Jajajaja! bueno, empezar por la autocrítica es un gran paso! pero que no sea automachaque, eh? una cosa es identificar puntos débiles si necesitamos trabajarlos y otra cosa es bajarnos la moral 🙂
Seguro qué sí sabes vender. Todos lo hacemos naturalmente! Pero con otras cosas: por ejemplo, a nuestros hijos estamos todo el rato vendiéndoles: desde las bondades del brócoli hasta lo bien que lo van a pasar yendo a un museo (jejejeje)
A que se te ocurren casos en los que vendes sin pensarlo?
En en clavo !!!!
Junto con los idiomas, es nuestra gran cruz.
Aquí en casa desde que nos quedamos los dos en paro decidimos cada comienzo año que en el año que entra nos vamos a «dar más bombo» que en el anterior.
Estaré al tanto. Muy interesante tu blog, de verdad.
Gracias. Un saludo.
P.
Amén a los idiomas. Amén a darse más bombo.
Me encanta!!!!
Gracias a ti 🙂
Muchas gracias de nuevo Maria Luisa, a mí también me encanta tu estilo, como dice Mariano arriba. Me divierte, me gusta tu lenguaje tan personal y cómo haces llegar el mensaje. Tu espíritu crítico tan directo y divertido. Y lo más importante, ayuda mucho, porque sacudes conciencias y nos sacas de los lugares comunes. Nos haces pensar «out of the box». Muchas gracias de nuevo. Carolina.
Uf, subidón!!!!!!!! Gracias!!!!!!!
Definitivamente me gusta tu estilo: directo, emocional, ‘reflexo-festivo’. ¡Muy bien!
Por cierto, yo quiero solicitar tu contacto en Linkedin y luego, tal vez, exponerte mi caso (pagando, of course). ¿Cómo lo hago para que me des ‘el sí’? 🙂
Y sigue así, veo que tus mensajes van calando hondo.
Un abrazo,
Mariano
Estoy reflexionando sobre lo que dices en esta entrada. No sé, me da la impresión que estamos como matando moscas a cañonazos. SI estoy superespecializado es que tengo que dedicar mi tiempo a gente muy concreta y que le interese lo que puedo aportarle ¿no?
No se trata de ser los mejores en todo, se trata de influir en las personas a las que realmente les podemos aportar algo aunque solo sea un cierto interés.
Por cierto me gusta la forma en la que lo cuentas. Y no es por hacerte coba.
Chapeau, Juan Carlos. Cualquier acción que inicies para posicionarte y acercarte a tu público objetivo tiene que empezar por identificar quién es ese público objetivo y tener claro qué necesitan. Marketing 101 😉
Un abrazo!
Jejeje, pues lánzate, a ver qué tal lo haces! Verás que no es tan fiero el león… 😉
Un abrazo y muchas gracias por tus generosas palabras!
Buenas tardes
TeresaMaría Luisa,Primero muchas gracias por tus post, nos hacen bien 🙂
Lo segundo, quería hacerte una consultilla, ¿por qué dices que poner cómo titular “en búsqueda activa de empleo” es un minipunto negativo? ¿no está bien que los demás vena claro que estás buscando trabajo? ¿cuál sería la mejor manera de ponerlo?
Muchas gracias. Un saludo.
Hola Matilde, te doy mi humilde opinión, creo que es mejor poner: «experta/diplomada/licenciada ….en (lo que tu seas), busco trabajo en…(pueblo/ciudad/país…) , como; secretaria/abogada/ingeniera…
Un saludo
Matilde, te he respondido en el post que acabo de publicar porque me ha parecido muy buena pregunta.
Muchas gracias! Espero haberte contestado 🙂