Encuentra un empleo, y si es verde, mejor ~ Colaboración en Ambientum
Ambientum, el portal profesional del Medio Ambiente de referencia, me ofreció que escribiera un artículo sobre el *empleo verde* para publicarlo en su revista Ecotimes, a lo que accedí encantadísima y hoy mismo lo han publicado aquí: Ambientum
Me ha hecho muchísima ilusión y me apetece compartirlo con vosotros, o sea que aquí va una copia del contenido, espero que os guste.
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Mientras investigaba para poder hacer alguna recomendación interesante sobre cómo conseguir empleos “verdes”, busqué el porcentaje de empleo que supone a nivel global el denominado “verde” con respecto al empleo tradicional o “no verde”. Me di con la primera en la frente: resulta que depende de la descripción que se haga. ¡Pues vaya! En función de lo restrictiva que sea la definición, puede ser desde 2 hasta el 20% de los puestos globales (los mayores porcentajes se los llevan el tratamiento de residuos y las energías renovables).
Hay muchos puestos de nueva creación concebidos en los últimos años con el objetivo específico de cambiar la naturaleza de la producción y el consumo. Lo cierto es que también muchos (todos, de hecho) puestos “de toda la vida” deberán ir pasando a tener un componente verde necesariamente. Pero está en la voluntad de cada país el ritmo al que esto irá sucediendo.
El mayor reto para cualquiera que esté en proceso de búsqueda de su oportunidad profesional es destacar.
La realidad es que el empleo verde no es sólo una moda o una estrategia de marketing, sino una necesidad, y el mercado laboral debe ir flexibilizándose para adaptarse. Pero… por delante deberá llegar un aumento de concienciación y una continua aportación gubernamental que vaya facilitando estos cambios.
~ Dinamarca, un alumno aventajado
Muchos (todos, de hecho) puestos “de toda la vida” deberán ir pasando a tener un componente verde necesariamente.
Dinamarca ya está viendo resultados, por ejemplo, con el desarrollo de la energía eólica. Allí, los empleos verdes en los últimos años han aumentado casi un 20%, mientras van disminuyendo los puestos de trabajo en la industria tradicional (como la caída en picado del sector de construcción naval). Son un llamativo caso de concienciación y adaptación al cambio.
Sobre el papel la situación pinta bien… pero no seamos ingenuos: tenemos la visión, compartimos la necesidad, pero la realidad que vivimos es que el aumento del desempleo afecta a todos por igual. Este “enverdecimiento” del mercado laboral avanza lento. Por tanto, las dificultades para acceder a estos puestos es la misma que encuentra el que se quiere dedicar al marketing o a temas financieros.
El mayor reto, el objetivo clave y más contundente en este momento para cualquiera que esté en proceso de búsqueda de su oportunidad profesional es destacar.
Destacar para ser elegido para esa oportunidad profesional que tanto deseamos y tanta ilusión nos despierta, requiere dar tres pasos básicos y obligatorios:
1. Tienes que SABER quién eres.
Tu nombre y apellidos tienen detrás un producto muy potente y único: tú. Como tal, debes conocer a la perfección tu producto: ¿qué tiene de especial? ¿Cuál es su valor añadido? ¿Qué le puede aportar a un futuro empleador?
2. Tienes que SER quien eres.
Para que nos entendamos: las palabras se las lleva el viento. Demuestra cuál es tu valor añadido, entra en acción: busca los recursos que mejor encajen contigo y te sirvan de escaparate para mostrar lo que vales. Y tu pasión, tu entusiasmo, tu actitud, tu iniciativa.
Y hoy en día es pecado no poner las redes sociales y profesionales a trabajar para nosotros, no aprovechar la magia de estar conectados con el mundo a golpe de un clic.
Tienes que aprender a vender tu discurso, saberte como el padrenuestro “quién eres y a qué te dedicas” y ser capaz de mostrarlo. No hace falta comenzar un blog (aunque es lo ideal, el entorno en el que te vas a encontrar más cómodo y donde tú vas a decidir las reglas de cómo mostrar a todo el mundo lo que sabes y eres capaz de hacer). Puedes colaborar en otros, escribir artículos sobre “tu tema”, comentar en otros blogs o páginas web, aportar en los grupos de LinkedIn, participar en las preguntas y respuestas de LinkedIn… tenemos la grandísima ventaja de contar con decenas de opciones para hacernos ver.
3. Tienes que DECIR quién eres.
Una vez dados los dos pasos anteriores, grítalo a los cuatro vientos. Tienes claro qué ofreces y además se puede comprobar. Por tanto, empieza ahora a moverte y hacer contactos hasta llegar a tu objetivo final.
Los contactos son los euros del mercado de trabajo.
Cuantos más, mejor. De hecho, nunca hay suficientes. Los contactos te pueden aportar información relevante, pueden conocer a gente muy interesante y pueden abrirte la puerta trasera a esa oportunidad profesional que tanto ansías. Pero los contactos son también como una delicada planta: hay que saber cuidarlos, hay que hablarles, hay que regarlos con frecuencia y hay que aportarles.
Si no has nacido con el don innato del “networking” – yo tampoco, ¡ni la mayoría! -, no te preocupes, lo más importante que debes recordar es que cada contacto que hagas debes procurar que sea “eficaz”: es necesario algún tipo de interacción, no simplemente el mensaje estándar en LinkedIn de “quiero formar parte de tu red” porque eso es lo más efímero y fácil de olvidar que hay. Es decir: conecta y comunica. Una mínima interacción, un pelín de contacto humano es necesario para quedarte en la retina de quien te interesa.
Lo que te planteo no es cuestión de gente de marketing, no es complicado, no supone ni siquiera tirarte mil horas al día conectado al ordenador.
Te planteo que seas más listo que los demás: mientras el resto se limita a presentarse con un “simple” CV – que es necesario, por supuesto, pero no suficiente -, tú vas más allá y entras hasta la cocina. Ya habrás demostrado lo que tienes de distinto y especial, habrás logrado enganchar el interés de la empresa/el reclutador mucho antes y de manera más impactante.
Todo el tiempo que le dediques a presentar tu producto, tu marca, a ir logrando el reconocimiento y pertenencia al “sector verde”, es tiempo que vas adelantando en entrevistas, en presentaciones, en buscar contactos… es tiempo invertido. Y encima, en la mejor inversión posible: tú y tu futuro profesional.
Fuerza y valor!!!
Gracias a ti, María 😉
Toda la razón … y lo que más me ha gustado es la palabra de un «empleo verde» de parte de un gran creyente y potenciador de las energias renovables … más bien una persona muy concienciada y con muchas ganas de impulsarlas.
Pues muchísimo ánimo y ojalá logres transmitir esa concienciación y ganas a todos los que tienes cerca, que buena falta hace!!!!
Gracias por compartir y mucha suerte en tu cruzada: ¡Aú! ¡Aú! ¡Aú!