Para emprender hay que hablar Klingon
Si bien está siendo un año tremendamente emocionante en el aspecto profesional, también debo decir que está siendo uno de los más estresantes (y eso que ya me quejaba de esto mismo el año pasado). Es lo que tiene el estrés, que es como el color beige: va con lo que te pongas. ¿Que te sientes insatisfecho en el trabajo? Estrés ¿Que tu jefe es un abusón? Estrés ¿Que no tienes trabajo? (por descontado) estrés ¿Que estás montando la empresa de tu vida con toda la ilusión del mundo? Estrés ¿Que estás organizando tu boda? Estrés ¿Que vas a tener un hijo? Estrés ¿Que no te pagan las facturas? Estrés. ¿Que hacienda no te devuelve? Estrés. Majete, el tipo.
Resulta que me encontraba hace un par de meses una vez más poniéndome en manos del nutricionista número mil 🙁 un médico que me habían recomendado muy mucho (es decir: que me iba a sacar los cuartos sin despeinarse) porque te hacía todo tipo de pruebas para dar con la dieta exacta para ti y quéséyoquémas, cuando va y me suelta: “En una escala de estrés del 1 al 4 tu sistema nervioso está en el 13. Anda bonita, relájate una temporada y ya hablaremos de dieta” (sus palabras exactas estaban más trabajadas para justificar los 80 eurazos que me iba a cobrar, pero este fue el mensaje).
¿Y qué tiene que ver esto con nada? Pues está relacionado con un tema que ahora mismo llena mis días, succiona mi energía, me mantiene despierta, con el bolsillo temblando y mis niveles de estrés disparados: emprender (1).
Dicen que emprender es la solución del país, no? Que si cada emprendedor contratara a una persona se acababa el paro (me da igual la estadística, es algo así de apoteósico). Vaya por delante que estoy a favor de la moción, pero luego las estadísticas de resultados son tan aterradoras -como el ratio bodas/divorcios, que menos de la mitad siguen casados 6 años después-: se hunden o cierran anualmente casi el mismo número de empresas que se crean. Y me está pareciendo a mí que es por la misma razón que el tema de las bodas: nos metemos en algo que desconocemos –y conscientemente cerramos los ojos para no conocer-, dando lo que los del idioma de Shakespeare llaman “a leap of faith”, un salto de fe – un salto al vacío, básicamente.
Pero es que ahora lo más cool es emprender. Hay que emprender para tirar del país para adelante. Animemos al emprendedor, organicemos eventos y faustos en su honor.
El truco es que aquí nadie te cuenta cómo se hace esto. No es que tampoco te sirviera mucho en su momento aprenderte todos los ríos de España o que las nubes se dividen en cirros, estratos, cúmulos y nimbos, pero lo cierto es que no hay formación reglada sobre emprendimiento. La opción ni se menciona en la escuela, universidad, etc. Es un “búscate la vida”, o como queda más chulo: “autoaprendizaje”. Que ya te has tirado 15 años en el colegio, cinco en la universidad y uno de máster para saber todo lo que tienes que saber (2).
Es como si compraras en Ikea la caja con las piezas para montar tu empresa pero sin instrucciones. A ver quién es el guapo que no la caga fastidia ni le sobran piezas.
Y luego resulta que tu iniciativa, tu negocio, tu empresa (¡sorpresa!) no funciona. Que no eres uno de los que luego se dedica a dar charlas por el mundo contando cómo lograste facturar 10 millones de euros en sólo dos años. Pero en ese camino es en el que realmente has aprendido qué es lo que se debe (y no) hacer, aunque tal vez para entonces hayas acabado con los ahorros de todo el que tienes alrededor y se te haya ido media vida en el intento. O no. En cualquier caso: emprender no es un camino de rosas. Suena a música celestial aquello de “ser mi propio jefe” o “tener flexibilidad de horarios”… pero a la hora de la verdad, emprender puede tener más de negativo que de positivo. Lo que pasa es que lo positivo… es muy poderoso.
Pero emprender no es la solución a la desesperada para evitar el INEM, como tener un hijo no puede ser la forma de salvar una pareja. Emprender debe ser algo vocacional. Debes llevar esa inquietud, ese jode-jode en el ADN. Debes tener ese arrojo, esa capacidad para vencer el miedo al abismo que te persigue cada final de mes (como dice mi querido José Ramón), esa fuerza para superarte, esa capacidad de sacrificarte. Y mucho apoyo de tu entorno –o crearte tú mismo un entorno que te apoye!-.
Emprender es como que te abrieran para hacerte una autopsia y tuvieras que andar así por la vida. Vas “con los órganos fuera”. Estás poniendo tu piel, tu corazón, tu sangre, tu páncreas ahí fuera, porque tu empresa eres tú, es el reflejo directo de tus capacidades, tu habilidad, tu profesionalidad. Tienes que mostrar lo que vales, lo que tienes, lo que puedes constantemente porque EN TODO MOMENTO el emprendedor está vendiendo. Vendiendo su idea a posibles inversores, colaboradores, socios, consejeros… y vendiendo su producto a potenciales clientes, amigos de potenciales clientes, conocidos de potenciales clientes, asociaciones de potenciales clientes, cámaras de comercio de potenciales clientes… esa lista no acaba.
Y hablando del tema: casi mejor no me voy a cebar con la búsqueda de financiación. Esto es tema aparte. Si no tienes algo de dinero cerca –tuyo, de tus padres, tíos, amigos, pareja, ex -pareja, suegros, ex –suegros, abuelos, antiguos compañeros de universidad, padres de tus antiguos compañeros de universidad etc.- con el que empezar, malamente vamos. Las financiaciones y créditos que vayas a buscar, que no sean necesarios para poder dar el primer paso, porque entonces lascagao. No sé a quién le leía recientemente que a los tres meses de comenzar su empresa le llegó la primera buena noticia: le habían concedido la subvención de 6.000 euros que necesitaba para pagar la plataforma informática… solo que se la pagaron dos años después, cuando su empresa facturaba ya 1 millón de euros. Supongo que se pegó una buena cena, al menos.
¿Y sabéis qué me he dado cuenta que es importantísimo, es clave, es tan importante como la idea misma? Con quién haces el camino.
Hay que emprender con compañía. Para llevar una empresa hay que saber de negocio, saber de números, saber vender, saber publicitar, saber informática, saber gestionar… etc., etc., y no sé de nadie que lo sepa todo. Hay que encontrar un socio o socios y que cada uno pueda aportar a la empresa lo que mejor sabe hacer, complementando a los demás para abarcar todas las necesidades. Esto es CLAVE. Sí, te encantaría trabajar con tu amigo del alma pero resulta que habéis estudiado exactamente lo mismo, os gusta hacer lo mismo y estáis de acuerdo en todo… probablemente no sea tu socio ideal. Al menos no él solo.
Porque resulta que cuando pones en marcha tu empresa, por mucho que sea tuya, tu idea, tu desarrollo, tu dinero y tu gestión… ya es un ente que tiene vida propia, es como un hijo, y ahora las decisiones que tomes no pueden ser lo que sea mejor para ti sino lo que sea mejor para la empresa. Si quieres que funcione. (Igual que con los hijos!).
Yo no lo tengo fácil porque lo que busco son personas casi mágicas, Unicornios 😉 para ser mis socios y colaboradores. Busco gente que le importe la gente. Busco personas que quieran marcar una diferencia en la vida de los demás. Busco talento, sentido del humor, buenagentismo, capacidad de comunicación, cero pretensionismo y muchas ganas de hacer las cosas bien. Como le decía a mi primo Jose esta mañana: «¡leche, esto es peor que encontrar pareja!» Es una pesadilla, como tener que volver a la discoteca a ligar!!! de verdad de la buena.
(…)
Los siguientes hitos son seguir incorporando acompañantes en esta aventura, y comenzar con la plataforma informática… ahíesná!! 🙂 Con ganas!!!
Espero que os interese el tema porque seguro que seguiré hablando de ello ya que es lo que me toca de cerca en este momento y ya sabéis que lo que me inspira son las cosas que me pasan a mí misma o las que tengo cerca ;o). Por ahora quería contaros estas primeras ideas y experiencias, que tenía muchas ganas de compartir con vosotros. Y así además aprovechar para explicar la ausencia de tantas semanas!!!!
Seguimos en marcha!!! A construir nuestro futuro!!! Fuerza y valor!!!
(1) Cuando hablo de emprender en este post, no hablo de ser autónomo o freelance. De hecho, ya sabéis que sostengo que autónomos somos TODOS (al menos debemos gestionar nuestra carrera como si lo fuéramos). En este caso hablo de poner en marcha un negocio, una empresa. No obstante, hay muchas analogías con el que es autónomo, qué duda cabe.
(2) Matizando la afirmación anterior, hay iniciativas –dispersas- post-universidad, algunas mejores que otras, para informar y apoyar en el proceso. Pero la verdad, es difícil procesar la información, es complicado saber qué necesitas, es un lío decidir a cuál dirigirte. Uno piensa que nunca termina de cumplir con los requisitos de tal iniciativa, tal curso, tal encuentro, tal acelerador o quéséyo. Ah, porque encima el emprendedor guay debe hablar Klingon para entender de qué va todo esto.
Lo había leido en su día, pero ahora que estoy aprendiendo a hablar Klingon y adentrándome en la Zona Neutral, me ha venido muy bien releerlo… Larga vida y prosperidad!
Hola Maria,
Desde que empiezas a leer hasta que terminas te das cuenta lo que somos y lo que nos queda por hacer.
Me siento identificado ya que actualmente para emprender tienes que aprender muchas cosas, me quedo con unos párrafos de tu blog:
«(…)Pero emprender no es la solución a la desesperada para evitar el INEM, como tener un hijo no puede ser la forma de salvar una pareja. Emprender debe ser algo vocacional. Debes llevar esa inquietud, ese jode-jode en el ADN. Debes tener ese arrojo, esa capacidad para vencer el miedo al abismo que te persigue cada final de mes (como dice mi querido José Ramón), esa fuerza para superarte, esa capacidad de sacrificarte. Y mucho apoyo de tu entorno –o crearte tú mismo un entorno que te apoye!-(…)
Muchas gracias, texto que leería en mas de una ocasión.
Rafael
Cómo me alegro, Rafael!!!! Porque a menudo me da miedo hacer ciertas generalizaciones, caben tantos matices cuando hablas de personas! Pero te aseguro que hablo no sólo de la «sabiduría» de interesantes emprendedores de este país que tienen la generosidad de compartir sus experiencias, sino que también lo he contrastado y comprobado en carne propia y por eso lo comparto con vosotros. Me alegra muchísimo que te pueda servir.
Ya me contarás!!!
Un fuerte abrazo!!
Muy buen artículo, yo que soy nuevo en el medio con la licenciatura en Administración y finanzas en la UTEL y trato de enconrar toda la información que me sea útil, te agradezco esta aportación
Pues un placer, Antonio, por aquí seguiremos compartiendo si quieres seguir pasándote.
Un abrazo y mucha suerte!!!
Me ha encantado tu bio y tu post, paso a seguirte en Twitter. No cambies y suerte con tus compañeros de viaje, es lo mas importante con mucha diferencia.
Que gran verdad has dicho en este post, como no sepas klingon, lo llevas claro, y lo digo por propia experiencia.
Felicidades por el post, y suerte con la empresa, tu sabes quien soy, anoche te mande un correo, si puedo ayudar en algo me lo dices.
Hola María Luisa. Al igual que otros lectores, se te echaba de menos. Si bien este post es un relato de tu ocupación/preocupación de estas últimas semanas, si nos ponemos a rascar un poquito (=profundizar), lo que yo aprendo es…..¡¡ACTITUD!!
Yo no pretendo ni tengo posibilidades de convertirme en emprendedor, pero sí me estás cambiando la visión de mi trabajo, me estoy convirtiendo en un emprendedor DE MI TRABAJO. Si hago mi trabajo de manera lo más profesional y honrada posible, ayudo a mi empresa. Y si mi empresa va bien, yo voy bien. En ésas estamos gracias a tí.
Por cierto, ya me darás respuesta a unos mails que te mandé. Saludos.
Ya te echaba de menos
Fíjate que yo hasta hace poco me había visto siempre como «empleada de». De forma paulatina, desde hace un tiempo viene apoderándose de mí el gusanito del emprendimiento y ahora estoy a punto de dar el salto, porque siento que es el momento… lo que quiero decir es que apoyo lo que comentas, no es emprender por emprender, o porque el gobierno lo aconseja, sino porque se está convencido de la situación.. Yo por mi parte estoy bastante asustada, pero al mismo tiempo estoy segura de que debo hacerlo
Me repito siempre, pero me encanta leerte… Muchísima suerte en tu proyecto, y si alguna vez necesita unir a alguien más para colaborar en lo relacionado con contenidos, redes sociales, etc (lo siento, no soy informática) estoy a la orden
¡Saludos!
Eres genial María Luisa. Enhorabuena por este post! me gusta la gente que es clara, que muestra las dificultades que se encuentra por el camino, pero siempre con un toque de humor, de optimismo, que hace que todo sea más fácil y llevadero.
Estoy totalmente de acuerdo en que no basta con gritar a los cuatro vientos que la solución a esta crisis pasa por emprender. No todo el mundo tiene o quiere adquirie esas capacidades necesarias para ello, pero si queremos gente emprendedora (en general, en su vida) hay que apostar por ello desde abajo, educando a nuestros hijos en la gestión del miedo, del riesgo, de la responsabilidad, en perder el miedo a fracasar, en la capacidad de resiliencia, en apoyarles descubriendo su talento, su elemento, su marca personal.
Yo estoy completamente segura de que este proyecto tuyo que ya es una realidad va a ser «tu exito», así que muchísimo ánimo y adelante, porque te lo mereces!
Un fuerte abrazo
Julia
Julia for president!
Me encanta, no puedo estar más de acuerdo!! Tenemos que empezar nosotros mismos en casa, asumiendo que realmente ayudarles a que tengan todos los recursos necesarios para poder decidir y dar lo mejor de sí mismos es un trabajo ÍMPROBO, que requiere mucho amor, paciencia, autocontrol y sobre todo: TENER EL OBJETIVO MUY claro y no ceder. Pasa por dejar de ponérselo todo tan fácil, dejar de hacerlo todo por ellos, por empujarles a trabajar y luchar por las cosas, por ayudarles a enfrentarse a sus miedos, a sus limitaciones, por ayudarles e inculcarles lo importante que es que se conozcan, que se quieran, que tengan sueños y luchen por ellos!!!
Gracias, de corazón, por compartir, por tu sensatez y tu cercanía. Tus hijos no saben la suerte que tienen! 🙂
Un abrazo enorme
Se me ha pegado casi a mi el estress que tienes..y la ilusión!!
Mucho ánimo!!
Jajajajaja!! bueno, veo que he logrado transmitir el sentimiento!!! :o))
Te he dejado un comm en tu blog porque me ha encantado uno de tus posts.
Muchísimas gracias por pasarte y comentar, nos seguimos leyendo!!!
Un abrazo
Hola, María Luisa.
Soy Antonio Guirao profesor de Formación y Orientación Laboral y de Empresa e Iniciativa Emprendedora; te conocí en el encuentro de profesores de FOL de Tarragona y desde entonces sigo tus consejos.
Creo que este post es excepcional, enhorabuena
Antonio, cómo me llega cuando encima es alguien «de la profesión» que me dice que le gusta… Gracias de corazón por el comentario, me acabas de recargar las pilas :o)
Un fuerte abrazo y espero que sigamos leyéndonos (yo también sigo tu blog!!)
Qué verdad y con que humor lo cuentas, se nota que sabes Klingon. Este verano me apunto en una academia . Bss
Querida, si tú ya lo hablas lo que pasa es que no tienes tiempo para practicarlo!!! jajajaja!!! Hablaremos, eh?
Gracias por seguir leyéndome y comentando, ya sabes lo importante que eres!
Besazos
lo mismo que he tuiteado: Me quito el sombrero con esta entrada
Que facilidad tienes para atrapar al lector… me has pillado fuera de juego terminando unos trabajos en mi pequeño submarino (trabajo en la microeconomia sumergida)…
… lo dicho, vaya postazo ! …todavía me faltarán medio año siendo optimista para tener mi propia oficina… but, a leap of faith !
Congratulations María Luisa!
*Ü* Qué genial, subidón de energía!!!
Qué gusto conocer a otro loco que se va a poner a cambiar el mundo!!! Ü
Pues nos iremos contando!!!
Un abrazo y muchísimas gracias por el comentario
De verdad, muy bueno tu análisis. Me ha parecido un magnifico articulo del que aprender. Muchas gracias y sigue dándole duro!
¡GRACIAS! LO mejor que me podías decir: que se puede aprender del post. Gracias!!!!!!