Todavía no es el final
Muchos sabéis de mi afición por el cine. Hoy escribo motivada por una película: “El Exótico Hotel Marigold” («The Best Exotic Marigold Hotel»), que he visto este fin de semana y me ha dejado un buenísimo sabor de boca.
Un reparto espectacular de actores ingleses -Judy Dench, Maggie Smith, Bill Nighy, Tom Wilkinson entre otros-; una historia sobre otras historias que se encuentran y se entrecruzan, sobre gente que busca, y viaja a un *especial* hotel en la India para, tal vez, encontrar aquello que buscan. Y el exotismo, evocación, calor y explosión para los sentidos que es la India, para dotarle de un ambiente, un entorno y una realidad súper especial.
Pero si hay algo que me ha llegado profundamente de esta película ha sido Sonny, el personaje que interpreta Dev Patel (“Slumdog Millionaire”): el joven que hereda de su padre un hotel ruinoso que amaba profundamente, y tiene el sueño de renovarlo y convertirlo en un hotel de éxito.
Sonny no toma nada por sentado. Sonny vive la vida “como un privilegio, no como un derecho”, y arrastra a todos con su visión revitalizadoramente positiva, llena de energía y de ilusión. Sonny tiene un sueño, un sueño que le supera en tamaño y dificultad, pero no duda en luchar por ello, de tal manera, con tal alegría e ilusión, que es imposible no emocionarse.
Sonny me ha hecho gastar un paquete entero de kleenex de la emoción que me ha producido ver la ilusión, el positivismo, la lucha por un sueño en estado puro. Y me planteo: ¿cómo es posible que nosotros, viviendo en un estado de bienestar (sí, es cierto “mejorestábamos” antes, pero ¡pongámonos en perspectiva!), con las posibilidades que tenemos en la punta de nuestros dedos, con la tecnología, formación, avances con los que contamos… en cambio seamos un país desilusionado y victimista, donde nuestra idea de “luchar” por lo que queremos es exigírselo a otros? ¿Cómo es posible?
¿Qué nos está cambiando la vida? ¿Que muchos hemos perdido un trabajo? Lo único constante en la vida es el cambio. Los cambios, las pérdidas son inevitables, por tanto, en puridad, nos podríamos pasar la vida entera en un constante estado de duelo y de victimismo. Porque sí, la vida nos deja “con lo puesto” muchas veces y es duro enfrentar ciertas situaciones y seguir adelante. Pero si bien el cambio y las pérdidas son inevitables, el sufrimiento, el victimismo, la cobardía para superarlas son opcionales, son decisiones nuestras (muy nuestras) por mucho que queramos auto convencernos diciéndonos que “es el mercado que no me da un trabajo”.
Lo que no deberíamos permitirnos NUNCA a nosotros mismos es perder LAS GANAS y LA ILUSIÓN. Si tú no te crees que puedas lograr algo, que seas capaz de conseguir algo, no pretendas que nadie más lo crea. ¿Quieres un trabajo? El mercado laboral no está cerrado: lucha por él. Pero hazlo con cabeza, hazlo saliendo de tu zona de confort, hazlo saliendo de detrás del ordenador. Derrocha ilusión, derrocha energía y ganas y empezarás a atraer hacia ti a gente que quiera trabajar contigo. Ese es el reclamo más poderoso.
Es importante un buen CV, es importante tener cuenta en redes sociales y profesionales, es importante tener un master, una certificación, un buen nivel de inglés, un año más de experiencia que los demás… pero lo que más puertas te va a abrir es esa actitud de lucha, de ilusión, de ganas. Es mostrarte como alguien que va a estar siempre del lado de la solución, siempre del lado de lograr que las cosas pasen. Porque si te propones dejar atrás ideas preconcebidas, miedos, mala leche, zonas de confort, si decides dejar de escupirle al universo por no darte lo que mereces y decides REALMENTE dejar de dar vueltas alrededor del problema para enfocarte hacia la solución, empezarás a atraer a la gente hacia ti como las polillas la luz, y esa gente se convertirá en CONTACTOS, y esos contactos te abrirán las puertas que necesitas. Créeme!
En la India tenemos un dicho: Al final, todo irá bien. Por lo tanto, si no va todo bien, es que todavía no es el final.
Venga, fuerza y valor!!!!
¡¡Qué chulo!! Que grandes dosis de energía positiva, después de grandes fracasos… Gacias!!!
Me alegro, Susana!!! pues seguiremos mandando energía positiva mientras siga haciendo falta!!!
Un abrazo y felicísimo 2013!!!
Guapaaa!Hace unos meses te escribí, contándote lo machista de mi sector, y después de varias entrevistas: AL FIN TENGO TRABAJO:) Empiezo el día 9, y aunque es en mi sector, no es mi categoría (soy ingeniero y me toca una menos) pero no me importa, empezaré con muchas ganas y como hay posibilidades de promoción estoy muy motivada. Gracias por todos tus consejos, todos sirven:)
Caray, qué ilusión!!!! :oD Enhorabuena!!
Qué genial que vayas con esa actitud, espero de todo corazón que tengas una buena oportunidad de aprender y crecer, y no te olvides de seguir «regando» tus contactos de vez en cuando!!!
Ya me contarás qué tal te va. Lo dicho de nuevo: ENHORABUENA!!
Sin embargo, si no se tiene formación, solo con entusiasmo no se sale adelante. Y ahí tienes los personajes de Judi Dench o Maggie Smith…
No es que sólo el entusiasmo te abra las puertas, es que a igualdad de condiciones, esa actitud va a marcar la diferencia dramáticamente :o)
María (o Luisa?)……. Dios te bendiga (lo escribo a riesgo de parecer cursi) es maravillosa tu capacidad de escribir inyectando «optimismo realista». Por eso te leo. Un abrazo inmenso
ay… no sé qué decir, me has dejado temblando!!! gracias, de todo corazón :’oD