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La entrevista de trabajo: de cómo dar buenas respuestas a malas preguntas

Laura y Dino 020 copy
Montt

Una entrevista de trabajo es una experiencia, cuando menos, extraña.

Actually, digamos las cosas como son: eso de ponerte delante de un tipo para que te interrogue y te juzgue, es francamente desagradable.

Y ya que me pongo, entro hasta la cocina: todo el formato de las entrevistas tradicionales es tan malo, que ahí empiezan todos los problemas – todavía se debe estar riendo (donde esté 😉 el que hace 60 años montó el guión más soso y robótico posible para hacer una entrevista… y ve que se sigue usando exactamente igual -.

Me da igual que se me tiren encima todos los del ramo – yo he hecho mucha selección, he usado todo tipo de técnicas -y he “usado” a seleccionadores/psicólogos/cuasi adivinos por si ellos tenían superpoderes que yo desconocía- y debo decir que las entrevistas estándar de selección, con las preguntas estándar, son absolutamente ineficaces para tomar decisiones acertadas sobre la persona que tienes delante.

Pretender ser capaz de hacer una previsión a futuro de si la persona que tienes delante va a encajar con la cultura de la empresa, el ritmo del departamento, el jefe que le va a tocar y los retos a los que se va a enfrentar dadas esas circunstancias, haciendo preguntas del tipo:

“¿Cuál es tu mayor debilidad?”

“¿Dónde te ves a ti mismo dentro de cinco años?”

“Con todos los candidatos súper preparados, súper formados y súper vitaminados que se han presentado a este proceso, ¿por qué debería contratarte a ti?”

… vaya, que es mucho esperar.

Y no digo que sea culpa del entrevistador: es que seguramente alguien le ha dicho que lo haga así, o le ha convencido que la valiosa información que puede llegar a entrever en las respuestas (todas inventadas, pre-empaquetadas y ensayadas para, básicamente, no pringarse ni decir nada que pueda dar pistas en ningún sentido), puede predecir si esa persona en esa empresa y con la gente que le va a tocar trabajar, va a hacerlo tan bien como el seleccionador espera que lo haga.

No te ha pasado nunca que has ido a una entrevista y has pensado ¿pero qué he dicho? ¿pero qué palabras estaban saliendo de mi boca que ni me reconozco? Ni hablas así en la vida real, ni eres así de pelota, ni realmente has podido transmitir todo lo que eres capaz de hacer, todo lo que quieres demostrar, todo lo que puedes aportar.

Nos ha pasado a todos. Te hacen las preguntas estándar, tienes un guion mental con las respuestas estándar, y todo resulta tan falso, tan robótico, tan “no tú”, que cuando no te llaman… en el fondo no te extraña.

¿Qué hacer al respecto?

 

Pues como tú no tienes la capacidad de cambiar al que tienes delante, lo único que puedes hacer es cambiarte a ti. Puedes salirte del guion.

Puedes “humanizar” tu parte de la entrevista, y de paso, descolocar un poco con tus respuestas al reclutador de tal manera que puede pasar que:

UNO: Que logres qué él también se suelte y empecéis a tener más una conversación entre dos profesionales que están pensando si colaborar juntos, que un interrogatorio robótico.

DOS: Qué él siga encorsetado, pero al menos hayas causado más impresión que los demás candidatos, al haberte salido de las respuestas estándar idénticas que lleva oyendo, y eso te haga caer en blando.

TRES: Que no le guste. Tampoco tenías muchas probabilidades de la otra manera porque esa persona y tú no tenéis nada que ver, y francamente… ¿quién quiere trabajar en una empresa formada por gente que ha reclutado una persona así, que no encaja que alguien se salga del estándar?

Y sí, claro que te voy a dar sugerencias de cómo hacer esto si resulta que te gusta mi propuesta o la quieres probar. Allá va:

Pregunta MALA: “¿Cuál es tu mayor debilidad?”.

Respuesta ENLATADA: “Yo diría que es que me exijo demasiado a mí mismo, y también exijo mucho a la gente que veo que podría dar más de sí”.

Respuesta CON UN PAR: “Yo me hacía esa pregunta constantemente y me llegué a obsesionar con mejorar todas mis debilidades, pero con el tiempo me he dado cuenta que no tiene mucho sentido que dedique mi tiempo y energía a mejorar todo lo que no se me da bien: asumo que no soy perfecto y en cambio dedico toda mi energía a ser EXTREMADAMENTE bueno en aquellas cosas que se me dan naturalmente bien, porque es donde puedo lograr los resultados más espectaculares…».

———

Pregunta MALA: “¿Dónde te ves a ti mismo en cinco años?”.

Respuesta ENLATADA: “Me veo trabajando duro en esta empresa, en un puesto de responsabilidad donde pueda aportar mi experiencia y conocimientos en decisiones más estratégicas”.

Respuesta CON UN PAR: “Lo que sé seguro es que estaré dedicándome a algo que me apasione – que puede ser continuar como gestor de proyectos, que me apasiona, o en el área de e-commerce, que también es algo que me gusta mucho”.

————

Pregunta MALA: “¿Por qué debería contratarte a ti entre todos los candidatos?”.

Respuesta ESTÁNDAR: “Porque tengo 10 años de experiencia en el sector y he trabajado en empresas de renombre con mucho éxito”.

Respuesta CON UN PAR: “Pues supongo que para contestar esa pregunta estamos aquí; yo no tengo visión de conjunto de todo el proceso ni conozco a los candidatos por tanto no sé si hay alguien que encaje más que yo en el puesto, lo que sé es que si mi capacidad, mis ganas y mis resultados son los que encajan para ser la persona que pueda brillar en el puesto, seguro que en este rato ambos nos daremos cuenta”.

¿Te estoy diciendo que esto vaya a abrir mágicamente las puertas de la empresa? ¡No! – de hecho, ni siquiera es para que contestes *exactamente* esto, son ejemplos para ilustrar lo que digo (que puede que no encajen para nada contigo, que es el quid de la cuestión) esto no es cuestión de magia, lo que propongo es que le eches más… de esos, y que te animes a contestar más como lo harías con cualquier otra persona, a ser más tú, a no necesariamente seguir el guion…

Porque verás: ese guion, es el mismo que sigue toooooooodo el mundo, por tanto, te estás limitando escurrirte de la memoria del entrevistador, que mañana ni se acordará de lo que le has dicho ni de quién eres.

Por eso si realmente la persona que tienes delante no es capaz de salirse del guion -y ese trabajo te interesa de verdad-, eres tú quien debes tratar de llevar la voz cantante, tienes que llevar a tu terreno y cuando veas oportunidad, tienes que ir contando tu historia en tus propios términos – tanto en forma de afirmaciones como en forma de preguntas que lances tú, te doy un ejemplo de cada una:

… aprovechando que me preguntas por este puesto, fue aquí donde trabajé con un cliente que es el que mejor refleja hasta ahora cómo abordo los proyectos y cuál es mi filosofía de trabajo, verás: (y lo expones para dejar bien clara tu propuesta de valor).

¿Puedo preguntarte cuál sería la situación / la dificultad que con más frecuencia surge en este área / que más a menudo hay que abordar y cómo se gestiona? (de modo que te haces una idea de a lo que te vas a enfrentar y qué van a valorar más en este momento que tú seas capaz de solucionarles).

Verás, las mejores entrevistas son las que logran generar una conversación. Son las que se dan cuando en la mesa hay dos profesionales que están barajando la posibilidad de una colaboración y de manera natural y orgánica surgen las preguntas – y no están basadas en un argumentario pre-definido.

No vas a una entrevista como un cerdo al matadero – vas a una conversación de igual a igual en la que estáis ambos sopesando firmar un acuerdo de negocio. Plantéatelo de esta manera – eso es lo que debes tratar de provocar.

Porque lo mismo está el seleccionador juzgándote para tratar de averiguar si tú eres la persona que le va a hacer quedar mejor con su jefe, que tú estás juzgando si ese es el sitio en el que quieres dejar tus horas, tu energía, tus neuronas y tu ilusión.

Y con respuestas “de borrego”, no vas a lograr averiguar lo que necesitas saber de la empresa para que puedas decidir si te MERECE.

No te olvides.

 

P.s.: Si quieres que te ayude a dominar las entrevistas  – apúntate   > > A Q U Í < <  para acceder al nuevo entrenamiento que he preparado!!

P.s.2: Si has pasado por entrevistas de este tipo en las que te hayas encontrado requeteincómodo y enlatado, compártelo en los comentarios!

 

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14 comentarios

  1. Hola ML, en mi trayectoria de búsqueda de empleo me he encontrado con entrevistadores que hacen todavía algunas de estas preguntas y también tengo que reconocer que en algunas ocasiones me he quedado en blanco porque no me la esperaba. Pero también es cierto que la gente de RRHH está cambiando y me he encontrado con profesionales con los que hemos establecido esa conversación. Y otras que son muy sutiles para preguntar, es decir, que dejar caer apreciaciones para enterarse de lo que necesitan pero sin preguntar directamente.
    Gracias por tus consejos, son de gran ayuda.

  2. ¡Excelente post! indudablemente hoy en día, ya no podemos dirigir la gestión del Talento como los dirigíamos hace más 20 años, pues las personas han cambiado, los tiempos han cambiado, la sociedad ha cambiado, es el momento de apostar por nuevas prácticas y para conseguir estos nuevos resultados, debemos aplicar herramientas realmente innovadoras.

  3. Me ha encantado este post, sobre todo el ejemplo de la pregunta donde te ves e n 5 años. Es una pregunta complicada porque depende del puesto que tengas si te entrevista tu gerente, qué dices? en tu puesto? jejeje. La vida cambia muy rápido, el mercado, la tecnología, las situaciones políticas…5 años es mucho tiempo. A mi me gusta ir ‘partido a partido’ poner objetivos cortos e ir avanzando poco a poco. Para llegar al pico de una montaña primero hay que acercarse a ella. No me atrevía a dar esta respuesta porque creo que no es la que se espera, pero ahora me has animado a hacerlo. Muchas gracias.

  4. Hola ML:

    Está genial tu post! Yo he estado en ambos lados y tienes toda la razón, cuando la entrevista pasa a conversación, cuando la persona se deja ver, atraviesa su idea de «lo que cree que debe ser» para atreverse a ser «lo que es» es cuando realmente te apetece trabajar con ella. A veces realmente su formación o experiencia no es la adecuada, e incluso en esos casos te lo planteas porque has podido ver otras cosas importantes que puede aportar.

    Como candidata, cuando la presión autoimpuesta me impedía ser yo y no paraba de pensar en cómo parecer lo que creo que quieren me ha ido fatal. Sin embargo, cuando he ido centrada, consciente de mis fortalezas y con la idea de que el resultado tenía que ser un win-win, ha ido fenomenal!

    Un abrazo,

    Olaya Menéndez Acebal

  5. Buen articulo, he presentado entrevistas de trabajo y generalmente me ha ido bien, generalmente me preparo antes de presentar una entrevista de empleo, por lo general hay preguntas basicas que hay que contestar bien, por ejemplo la del salario al que aspiras , yo generalmente coincido con el salario que la empresa esta dispuesto a pagarme .

  6. En alguna ocasión he dado ese tipo de respuestas en algunas entrevistas, sobre todo la última. Curiosamente, cuando la persona que me entrevistaba era mi futuro jefe, director de área o director general, mi respuesta era bien acogida y tenía un resultado positivo. Sin embargo, cuando mi interlocutor era un profesional de los RRHH, ya no funcionaba.

    Del mismo modo, cuando intento mantener una conversación con un entrevistador, y le hago preguntas durante la entrevista, no entiende que ya no tenga ninguna para el final porque ya me las ha ido contestando durante la sesión.

    En fin, preguntas enlatadas y técnicos de selección rígidos y encorsetados.

  7. Buenas tardes María Luisa,
    Me ha encantado el post! Y te digo que estoy contigo.
    Soy una persona a quien le gusta tenerlo todo muy controlado y a quien le inquieta salirse de la norma. Siempre había escuchado, leído que había que prepararse las entrevistas de trabajo. Así que como cumplidora que trato ser, me ponía las pilas en la preparación. Sin embargo, gracias a una persona poco a poco me fui dando cuenta que, como bien cuentas, eso parecía ser algo muy robótico así que me fui acercando al otro extremo: sentirte, actuar y hablar según te vayas sintiendo en la entrevista aunque teniendo claro qué era lo que querías conseguir en ella. Puedo decir que fui a una entrevista que apenas preparé porque ni incluso había echado el currículum (tenía pensado hacerlo pero se me adelantaron jeje) y fue la entrevista en la que mejor me sentí y al final me contrataron. Así que estoy de acuerdo contigo! Fomentemos la relación de igual a igual 😉

    Una vez más, gracias!

  8. ¡Hola ML!
    Resulta que esta mañana me han llamado de una empresa para concertar una entrevista mañana mismo, así que este post tuyo me viene «al pelo».
    Como estoy casi seguro de que se van a dar alguna de las «preguntas fatídicas», voy a probar a dar una respuesta agresiva a ver qué pasa jejeje.
    Te contaré los resultados 😉
    Gracias por tus buenos consejos.

  9. Buenos días ML,
    Te escribo otra vez para contarte que, aunque hace tiempo cuando me puse por primera vez en contacto contigo, no estaba buscando trabajo, mis circunstancias han cambiado y ahora trabajo en lo que me gusta para una compañía que me gusta y me trata fenomenal! !
    Durante el proceso, te tenía muy presente e iba a las entrevistas como una profesional que se va a encontrar con otro profesional a ver si los dos buscamos lo mismo y encajamos. La verdad es que eso te da un plus de seguridad.
    Muchas gracias por todo tu trabajo y los consejos que aportas.
    Un abrazo y sigue así

  10. Saludos Maria Luisa

    Hace pocas semanas te encontré y te digo que me he enamorado de vos ! ERES INCREIBLE , cada que te veo o leo tus trabajos un feeling recorre mi ser. Me transmites una energía enorme.

    Soy afortunado de leer y aprender sobre la publicación Entrevista de trabajo – Cómo dar buenas respuestas a malas preguntas . Muchas gracias.

    Con cariño Alejandro Rincon desde Colombia.

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