¿Marca Personal? ¡Yo también quiero una! (2)
En el último capítulo, nuestro protagonista se quedó dividido entre la lógica del concepto “si eres un excelente profesional, te lo has trabajado y eres bueno en lo que haces, debes asumirlo y posicionarte en tu papel de experto”, y el medio corte y tal vez insuficiente autoestima que le impiden ser capaz de hacer ver a los demás el valor de su trabajo y sus habilidades.
Siguiente capítulo:
Cuando hablamos de identificar qué es lo que realmente hacemos bien y capitalizarlo – identificar nuestra marca personal y gestionarla-, probablemente el mayor problema con el que nos topamos no es el del escepticismo, ni las dudas sobre su efectividad, ni siquiera el de no saber cómo hacerlo.
El mayor problema para mucha gente suele ser, simplemente, que les falta confianza y seguridad en sus propias capacidades.
Ya decíamos en el post anterior sobre este tema que si tú no crees que mereces algo, si no crees que puedes, que eres capaz, no puedes esperar que los demás lo crean.
Nuestro inconsciente tiene mucho que decir a este respecto: ¿sabías que sólo el 12% del volumen cerebral lo ocupan las funciones conscientes (la voluntad, la lógica, la conciencia)? el resto, un abrumador 88% lo ocupa la mente inconsciente. ¿No te ocurre que a veces quieres hacer algo conscientemente (por ejemplo, obligarte a dormir) pero no lo consigues? Es porque los procesos inconscientes tienen mucho más poder que los conscientes en los seres humanos.
El funcionamiento consciente de la mente es el más adecuado para manejar las dificultades exteriores, por su capacidad de organización de la información, mientras que el funcionamiento inconsciente es el que se debe trabajar siempre que al menos parte de la dificultad sea interior.
Las ideas que residen en nuestra mente inconsciente tienden a materializarse en acciones o a convertirse en reacciones físicas, por eso es tan importante que empieces por mirar en tu inconsciente y asegurarte que ahí dentro crees en ti mismo, en tu talento y tus posibilidades de tener éxito.
Porque se crea lo que se cree.
Pero si la voz que encuentras en tu interior -tu inconsciente-, te repite constantemente todo tipo de frases negativas («yo no puedo», «yo no valgo», «esto no es para mí», «no tengo nada de especial»…), estás dejando que la inseguridad y el miedo se instalen en tu mente y tomen posesión de tus decisiones, tus indecisiones, tus actos y tus omisiones. Es muy probable que, de ser esto lo que te está pasando, necesites más que un post en este blog para solucionarlo -porque requerirá un trabajo interior mucho más profundo y personalizado-, pero sí puedo compartir contigo alguna idea de cómo tratar inicialmente de abordarlo:
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“La gente piensa que soy un inútil” o “no le intereso a nadie”.
A algunos no nos entra esto ni con aceite caliente: no necesitas la aprobación de todo el mundo. No puedes pretender que todo el mundo te quiera o simplemente apruebe todo lo que haces; el sistema de valores de los demás, que lo usen para ellos mismos. Tú tienes el tuyo propio. ¡Ni puedes ni debes hacerlo todo bien! Porque como muy bien dice el gran Sir Ken Robinson:
“Quien no está preparado para equivocarse, jamás hará nada original”.
El miedo al rechazo, a equivocarse, a no lograr tu objetivo es una potentísima toxina paralizadora. ¿La mejor manera de superarlo? Míralo cara a cara y enfréntalo. ¿Crees que la gente piensa que eres un inútil? Puedes hacer dos cosas: quedarte en casa victimizándote por lo injustos que son los demás por pensar eso de ti, o demostrar lo contrario. ¿Cómo? con mi verbo favorito: currándotelo (¿o es que pensabas que tenía un truco Jedi que contarte para lograrlo? ;D) para demostrarte a ti mismo que puedes y vales.
Y hasta aquí puedo leer porque ya sabes bien a qué me refiero -si este es tu caso, aunque no hace falta que lo reconozcas en voz alta-. Ya lo harás en tus propios términos pero creo que sabes que tengo razón.
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“Posicionarme, hacer networking, ponerme a hablar de mí mismo… parece de mala educación, agresivo o una manipulación”.
Nos han enseñado que tenemos que ser humildes, nos han “bajado los humos” cuando éramos buenos en algo para que “no nos lo creyéramos”. Y esa creencia la hemos arrastrado siempre: error.
La Marca Personal no es fardar de uno mismo. Ni siquiera te estás vendiendo como persona: estás vendiendo el beneficio que va a obtener la otra persona al contratar tu trabajo, ¡que es muy distinto!
Es como el anuncio de Actimel: no nos dicen “compra Actimel”, nos dicen: “¿Sabías que periodos de estrés, la edad, el crecimiento son momentos que perdemos defensas? Cada Actimel contiene 10millones de L-Casei immunitas que refuerzan la barrera de las defensas y su consumo prolongado beneficia el sistema inmunitario”. ¿Ves la diferencia?
Si eres bueno haciendo algo, no tienes por qué ocultarlo ni pedir perdón. No es ser egocéntrico ni creído, es que tienes que competir contra decenas, centenas de personas con la misma preparación académica y profesional que tú y tienes que destacar; no se trata de venderte a ti sino de que compren tu trabajo, se trata de aumentar las posibilidades de ser elegido.
¿Lo compras?
Totalmente de acuerdo. Tanta energia siempre en tus posts Maria que es un placer sentarse en el ordenador a leerlos. Si no creemos en nosotros nadie lo va a hacer. Hay que imaginarse en que sitio nos vemos trabajando e ir a por ello y soy consciente de que para conseguirlo hay que CURRÁRSELO……………pero todo llega…y a este proceso de búsqueda también hay que encontrarle el gusto porque también nos ayuda a encontrar ese liderazgo personal que a veces no tenemos.
Un abrazo a todos……
Marca personal, marca personal, marca personal, cada vez que te leo el término me quedo pensando.. y la verdad es que me agobio un poco porque me cuesta concretar los pasos para mi marca personal. Pero tienes razón: es absolutamente necesario hoy día
Saludos!!
Cogiendo prestadas tus palabras M.L… para esto hace falta mucha «fuerza y valor».
Gracias por estar ahí, un abrazo enorme!
Buenísmo María… la verdad que como siempre.
«Tanto si crees que puedes hacerlo, como si crees que no puedes hacerlo: TIENES RAZÓN». :))
Muy muy buen post!!
Esta vez no voy a comentar nada de forma concreta, entre otras cosas porque no sé hacerlo mejor. Sólo transmitirte mis felicitaciones y que usaré esta entrada en mi trabajo. Eres un ejemplo !!!
Me ha encantado esta frase: «no se trata de venderte a ti sino de que compren tu trabajo». Es eso del vender sin vender…. las personas nos preocupamos tanto porque los demás sepan que vendemos y que hacemos que no nos relajamos y olvidamos escuchar que es lo que nuestro interlocutor quiere (y poder, así, ofrecerle una «solución» a su problema).
Evidentemente si no cuentas a que te dedicas nadie podrá comprarte, claro… pero yo, a menudo, pienso que los que me preguntan que hago después de haber hablado con un rato con ellos es que no me estaban escuchando.
Me encantó el post… tanto como la primera parte. ¡Gracias!