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En tu historia, ¿eres el héroe o el villano? (De la importancia de un potente Resumen Profesional en tu CV)

Forges

 

En algún momento empezó a calar entre los orientadores laborales que había que animar a los candidatos a poner su objetivo profesional en el CV. Y dicho y hecho, los CVs comenzaron a mostrar encabezados que decían cosas como:

Mi objetivo es trabajar en un lugar con buen ambiente, donde pueda aprender y mostrar lo que sé, donde pueda divertirme y dar lo mejor de mí misma cada día”.

Mi objetivo es encontrar un puesto de trabajo para poner en práctica todos mis conocimientos y contribuir a la consecución de los objetivos de la empresa. Asimismo, me siento capacitado para aprender constantemente y evolucionar profesionalmente”.

Estos son ejemplos reales.

No sé cómo les vendieron esta idea de poner el objetivo profesional en el encabezado del CV – ¿dicen a los candidatos que los seleccionadores son una especie de Papá Noel que va a cumplir sus deseos? -, pero la realidad es que cuando haces esto, estás perdiendo una valiosísima oportunidad de causar la primera impresión que quieres causar en el seleccionador – la de que eres el héroe que vienes a salvarle, y no el villano que viene a exigirle.

Bueno, lo que hayas hecho hasta ahora, hecho está, lo que importa es que a partir de este momento tienes que elevar el nivel de tu presentación profesional, tienes que ser consciente de que, aunque el CV es sólo la punta del iceberg de lo que debe ser tu estrategia para llegar hasta el trabajo que quieres – qué narices: para tener la carrera que deseas y mereces -, aún así, tu CV sigue siendo el documento más importante de tu carrera profesional y debe estar a la altura y dejar claro todo lo que puedes ofrecer a la persona que lo va a leer.

Seguro que a estas alturas ya sabes que el seleccionador no lee tu CV: lo escanea rápidamente y se detiene sólo en aquello que busca específicamente y/o le llama la atención.

Porque no olvides esto: el seleccionador no es la persona que toma la decisión de contratarte – el seleccionador es un descartador. 

El seleccionador es el portero de la discoteca, y dentro está quien te quieres  ligar. 

Bueno pues ese documento que es con el que el seleccionador decide si te deja entrar dentro o no, tiene que ser capaz de anunciar claramente quién eres tú profesionalmente y cómo vas a resolver la necesidad que tiene la empresa.

Y la forma más contundente y rápida que tienes para hacer esa declaración es incorporando en el encabezamiento de tu CV un Resumen Profesional.

El resumen profesional va a unir los puntos entre lo que ellos necesitan y lo que tú les puedes dar. Es donde vas a establecer tu posicionamiento y branding de tu marca.

Un resumen profesional bien enfocado, bien hecho y estructurado, va a enganchar la atención del seleccionador y va a mover la balanza a tu favor.

Qué debe contener tu resumen profesional:

El arco de tu historia profesional

Es decir: una visión en conjunto de quién has llegado a ser gracias y a través de tu carrera profesional.

Por ejemplo: “Licenciada en Marketing por ESIC y Executive MBA por el Instituto de Empresa, soy una entusiasta del marketing con amplia experiencia de más de 15 años en multinacionales de los sectores de lujo y consumo”.

Tus fortalezas

Una fortaleza es una habilidad on steroids. Y cuando has logrado resultados por encima de la media, es porque has empleado tus fortalezas; bien pues exponlo. Especifica cuáles son tus competencias más fuertes qué tipo de resultados logras gracias a ellas.

Ejemplo: “Firmemente orientada a resultados y a mejorar el posicionamiento de la empresa, tengo una visión estratégica del negocio y del área de marketing, con profundo conocimiento del Brand Management y el Trade Marketing. Soy versátil, rigurosa y analítica; domino las variables clave del negocio y tengo una gran capacidad de adaptación a entornos cambiantes.”

Tu especialización

Tu sector es muy amplio. Podrías estar haciendo muchas cosas diferentes. Y puede que, efectivamente, hayas tocado muchos palos, pero hay aspectos en los que tú estás mucho más versado, más estudiado, más entrenado – los que más has hecho y perfeccionado. Y si son justo estos los que más le interesan al seleccionador, JACKPOT.

Pues refléjalos.

Por ejemplo: “Especializada en posicionamiento y visibilidad de marcas y en apertura de nuevos canales, cuento con una sólida carrera logrando consistentes aumentos de volúmenes de ventas y resultados de negocio.”.

¿Algo más que haya que explicar?

Este punto no es obligatorio, pero es un comodín fantástico cuando lo necesitas: si hay aspectos de tu carrera que no vaya a ”encajarle” al seleccionador – como pueden ser años sin trabajar, cambios bruscos de carrera, etc. – aquí tienes la oportunidad de explicarlo brevemente con tus palabras, para despejar dudas.

Te aseguro que un potente resumen profesional como encabezado y sinopsis de tu historia, va a marcar una diferencia ABISMAL en este documento.

¿Es suficiente para convertir un CV medianejo en uno BRILLANTE? No, porque el resto del CV es lo que debe corroborar eso que estás constatando o perderá su fuerza, pero es un principio.

 

¿Que no sabes cómo hacerlo para tu propio perfil profesional, porque no se te da bien venderte, no sabes qué debes destacar o cómo reflejar lo que has hecho y lo que quieres hacer en tu propio CV?  ¡Pues para eso estoy yo! pásate  >>p o r  a q u í<<  y mira cómo te puedo ayudar.

 

Y hasta la próxima:

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4 comentarios

  1. ¿Cómo podría aplicar esto a trabajos menos cualificados? Por ejemplo, yo soy técnico de laboratorio y por lo general mi tarea es actuar como un robotito y en algunos puestos sí es necesario tener ‘cabeza’ y no solo ‘manos’ y razonar y ofrecer más, pero en otros tu trabajo puede consistir sólo en sacar tubitos de cajas y colocarlos en orden… En esos casos, ¿cómo te posicionas como necesario para la empresa sin parecer sobrecualificado y que te descarten?

    1. María Luisa Moreno Cobián dice:

      Mi primera recomendación es que hagas lo que sea necesaria para huir de trabajos robóticos, porque como su propio nombre indica: serán trabajos que bien pronto hagan robots y no te necesiten a ti para hacerlos. Tienes que buscar de qué manera aportar valor «no rutinario» para asegurarte que tendrás trabajo en el futuro.
      Dicho esto, si ahora mismo estás en fase «robótica» y es ahí donde debes continuar una temporada hasta cualificarte para el siguiente nivel, mi recomendación 100% es que busques CONTACTOS. Piensa que las tareas que requieren una baja cualificación y un desempeño sencillo y rutinario, tienen bajísimas barreras de entrada y, como tú bien dices, es muy difícil diferenciarse. Sólo hay dos maneras de diferenciarte:
      1. Que seas el mejor haciendo trabajos «robóticos». Esto significa que tengas los ratios de eficacia más altos (en rapidez, infalibilidad…) y que esa sea una diferenciación suficiente (que lo dudo en este caso)
      2. Que tengas contactos en los laboratorios donde salgan oportunidades, y ahí tu diferenciación más potente es precisamente esa: que alguien pueda recomendarte
      Suerte!
      Un saludo

  2. El chico recalculando dice:

    Ay, no! Este tipo de post me la ponen difícil.

    Recientemente, he cumplido 1 año como preceptor y 7 años como profesor. Y lo que me da «rabia» con este tipo de artículos, es que yo no he logrado nada en 7 años de profesor; es más, me avergüenzo de haberlo sido!.

    Pues, mira mi propio ejemplo.
    El arco de tu historia profesional: Salí del profesorado, y luego de estudiar, a trabajar de esto hasta que te jubiles. En estos 7 años, han pasado algunas cosas buenas, pero la gran mayoría fueron desastres, la pasé re mal, y me estoy planteando hace rato dejar la docencia. Si compararas una foto de 2017 con una de 2010, sería la misma persona, con 7 años de trabajo pero cometiendo los mismos errores. Es cierto que el cuerpo no me pasa factura como antes (psicosomatización).

    Tus fortalezas: No las conozco bien. Y si las conociera, no tienen nada que ver con el quehacer docente. Si verdaderamente tuviesen algo que ver, tendría mayor éxito que el año anterior, y disfrutaría más, independientemente de la situación que me toque.

    Tu especialización: Sé hacer varias cosas relacionadas con docencia, como preparar exámenes, hacer proyectos, etc., pero la verdad es que ya no quiero seguir haciéndolas. Así que si tú, seleccionador, estás buscando esas competencias, yo quiero «perderlas»!

    Ahora, voy a contar algo curioso e inesperado que me sucedió hace unas semanas como preceptor. Estaba en la preceptoría con mis colegas, y entra la auxiliar (portera) y dice «el año pasado Martín logró bajar el ausentismo escolar, mediante estímulos (premios). Con el otro portero, pensábamos que los pibes no le iban a dar ni bola, pero al final sí». Me quedé sorprendidísimo. Porque nunca me lo planteé como objetivo, sino para bajar el inmenso trabajo sin realizar por la preceptora a la que reemplacé. Y no bajó el ausentismo, se incrementó. Tal vez no a niveles tan bajos (no lo sé porque no estaba allí en 2015), pero eso fue lo que le quedó a la portera de mi propuesta de los estímulos.

    Pero algo que sí logré, por iniciativa propia, porque no se lo conté a nadie hasta el otro día que hablamos con la portera, fue mejorar la comida que traían para los chicos. Ahí sí yo creo que fue una petición cumplida, pero gracias a la acción de un tercero, no es que yo directamente lo hice, sino que se lo habría hecho cambiar a un concejal del distrito.

    La cuestión es: en caso de haber logrado algún objetivo, ¿cómo lo cuento de manera que no sea tan específico? Porque si pretendo trabajar en otro lugar que no sea la escuela secundaria, a muchos de los seleccionadores les va a importar 3 pepinos lo que logré.

    Por eso, este tipo de post me la ponen difícil.

    PD: Me estoy dando un buen y merecido panzazo leyendo todos tus post.

  3. Genial la metáfora del portero de discoteca ?

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